Un día, Sharon y yo nos pasamos de rosca. Las dos. Yo no quería cortar, pero no tenía nada nuevo... Sigue leyendo
Sara de S. Martín
Nació en Ciudad de México hace al menos cinco décadas, fue educada en España y vive ahora en USA. Desde niña observó lo que se suele llamar “mundo del arte”. Para ella, lo artístico-social es la casquería que tiene la clave de muchas cosas. Está convencida de que entre la víscera social y el desperdicio urbano están los diamantes. Y es capaz de arrastrarse por dónde sea para encontrarlos. En Viceversa cuenta episodios de su vida que, como ella dice, “está a la mitad”.
La pandemia digitaliza. Da igual que sea por FaceTime, por Skype, o por Zoom, o por Teams…es el apoteosis de... Sigue leyendo
Sharon apenas duró un día. Eso fue lo que tardó en decirme que no se llamaba así. Sin embargo, la... Sigue leyendo
Lupita ha muerto. Siete años sin vernos, sin hablarnos, y el virus acabó con ella de un zarpazo, sin despedidas.... Sigue leyendo
Volví tan cansada de mi último viaje que caí muerta en el sofá; dormité un rato, y me fui derecha... Sigue leyendo
Todo empezó con un bizcocho que parecía un sofá. No era dulce, lucía flácido como una papada, y me quedé... Sigue leyendo
De aquel último verano que Lupita y yo pasamos juntas me queda un recuerdo que la memoria no ha deslavazado... Sigue leyendo
De todos los decaimientos del cuerpo, el de la memoria me parece el peor. De la obsesión de ese declive... Sigue leyendo
¡Ojalá fuese la memoria una víscera más, porque la colgaría de un gancho entre corazones, lenguas, sesos e hígados! Me... Sigue leyendo