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Reuben Machaen

Rubén Machaen: “Tengo memoria de resentido”

Todas las pasiones de Rubén Machaen encuentran sitio en la imprenta. Si bien su causa es el periodismo como epítome de libertad de expresión y libre acceso a la información, para él la palabra escrita es una apuesta total. La literatura como lector o escritor lo recorre y es en abordar historias donde se apoyan sus días en Kybernus, dentro del área de Comunicación y Redes. Rubén recorre México, patria que llega a sus venas por vía paterna, filmando y recogiendo testimonios sobre las causas e iniciativas de algún “Kybernauta”. Así construye la sección Historias de Éxito, dentro del Blog de la organización. Inquieto, no dudó en trasladar esas inquietudes desde la sala de redacción de periódicos y revistas, a las de un programa de liderazgo que forma y promueve la incidencia positiva en la vida pública del país.

El arrojo por lo que vive y conoce desde que se mudó a México, lo mantiene constantemente entre temas de Democracia y Participación Ciudadana, así como Políticas Públicas e Internacionales. Terco en sus búsquedas, insiste en tener memoria de resentido y en sentir fervor por la ficción, pues nunca se siente satisfecho. Además de Venezuela, sus trabajos periodísticos han encontrado espacio en Colombia, México y Estados Unidos. Es colaborador de ViceVersa Magazine desde sus inicios y un especialista en teleseries. Un último dato: es una de las pocas personas que (admito) me puede echar un pulso hablando de la discografía de Fito Páez.

 

La red es inmensa y todos los instrumentos virtuales de difusión de información, pueden confundir e igualar verdades, datos e informaciones. Pareciera que el “dato” puede ganarle al conocimiento. ¿Cómo protege el periodista al ciudadano de esa amenaza?

Como ciudadano nacido a finales de los 80, queriendo o no, formo parte de este boom de sobreinformación que abunda en redes sociales y medios de comunicación de dudosa procedencia. La protección debe venir de saber decantar informaciones: una cosa es la información tratada con rigor periodístico y otra la que ejerce un infociudadano que puede informar de un suceso cualquiera desde su celular. Son tiempos en los que todos podemos fungir como medio de comunicación y es ahí donde el rigor periodístico es necesario. De ahí surgen otras aristas como la seguridad informática y la seguridad digital que como ciudadano y como periodista, quiero dar a conocer.

 

Este momento en América Latina enfrenta un demonio muy particular: el pasado. A nivel de prensa e investigación de estos fenómenos políticos, ¿Cómo ves que se expone la situación de la región en el resto del mundo?

Recuerdo una frase de Victoria Ocampo: «lo que desde ya sabemos afirmar de América es que estamos enamorados extrañamente de ella. Y ese amor, como todo gran amor, es una prueba. Prueba que arroja sobre nuestras incapacidades e imperfecciones una luz resplandeciente y cruel». Como venezolano que hizo carrera en Venezuela, como venezolano que vivió en Buenos Aires y hoy en México, veo en América Latina el regreso de viejos radicalismos que creíamos superados, una malcriada y romántica terquedad que nos ha hecho mucho mal. Demasiadas cosas por aprender. 

Rubén Machaen

 

Está muy vigente uno de los temas con los que más has trabajado, el del Libre acceso a la información. Háblame de tu posición como periodista frente a casos como el de Apple y el departamento de Estado de EE.UU: privacidad, data, chisme: ¿Dónde está el acceso del periodista a la información?

En la primera conferencia de hackers en 1984, Stewart Brand dijo una frase que uso desde mi primer día en la docencia: Information wants to be free. Es una frase corta que contiene mucho, y no todo lo que contiene es bueno. La información quiere ser libre, sí. ¿Pero a costa de qué? No comparto los absolutos y si bien defiendo que la información debe ser libre, defiendo también el respeto y derecho a la privacidad.

Por eso, aquello de que la información quiere ser libre comprende bastante: desde el Celeb Gate y las tetas al aire de actrices de Hollywood hasta el caso del asesino de San Bernardino California. La tecnología se debe a nosotros y no nosotros a ella. Aquel planteamiento del FBI a Apple para hacerse de la información del acusado es un caso muy específico, pero ¿Qué pasaría si todos los gobiernos del mundo se hicieran de una herramienta que les permitiera acceder a la información personal de todo el mundo, fuera o no, de interés periodístico? El caos.

 

Alguna imagen de gabardina y lupa ha confundido, para muchos, el rol del periodista con el de un detective: ¿Es el periodista un espía del mundo?

Espía sugiere anonimato, y no hay nada más virtuoso y corajudo en el periodismo que ponerle tu nombre a lo que escribes. El periodista es el gran observador y documentalista de la historia; una herramienta de denuncia; el arqueólogo del cotidiano.

 

¿Qué es tener memoria de resentido?

Soy venezolano y cursé el colegio, universidad y buena parte de mi vida profesional en el chavismo. Los periodistas de mi generación fuimos testigos, desde niños, de la historia y la historiografía de la política venezolana. Es decir, que una cosa es la que pasa y otra la que el gobierno cuenta. Y si bien 17 o 20 años no es nada para la historia de un país, es la vida entera de una persona.

Memoria de resentido es eso: tener santo, seña y fecha de todo lo bueno y lo malo de la convulsionada Venezuela en la que nos formamos para que nadie nos cuente nada, porque lo vivimos y resentimos todo. Así, con todas sus letras. En Venezuela hay gente muerta y presa por pensar distinto, por eso no acepto posturas blandengues o condescendientes frente a eso. He ahí mi memoria de resentido. 

 

Por último, sé del periodista y de quien quiere escribir, persigue la palabra. ¿Te interesa más la imagen que lo escrito?

Creo en la imagen que genera la palabra escrita. Editar un texto es embellecer una imagen. Para imágenes hay fotógrafos e ilustradores avezados en una esquina y entusiastas de los filtros de la inmediatez en la otra.

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