Ombligo del mundo, rascacielos, hoyo profundo, 9/11, caleidoscopio, aeropuerto, de kilómetros a millas, desgarre, esperanzas que aterrizan, nostalgias que se enraízan, espacio físico que se encoge, subterráneo, subir escaleras, bajar escaleras, ratas insolentes, ratas resueltas, ratas urbanas, olores que ofenden, grúas, alcantarillas que fuman, ruido, ambulancias, bomberos, policías, pobreza desesperada, riqueza infinita, tribus tatuadas, trabajo, ojeras, sueño, sueño que agota, sueño que despierta, morir de visa, garras, casas compartidas, anhelos compartidos, camas compartidas, encuentros fugaces, amores que nacen, amores que se apagan, culturas, vibraciones, música, vivir sin límites, prejuicios que se desmoronan, libertad a ras de piel, arte que nutre, innovación, movimiento, tesoros escondidos, bares, soledad, amistades, raíces arrancadas y vueltas a reanudar.

Nueva York es eso y mucho más…

 

SI DIBUJAS UN ESPACIO ATRAPAS SU ALMA

 

 

Una brisa helada azota los cuerpos de quien cruza Bryan Park, espacio dominado por la austera escalinata de la Biblioteca Nacional. Dos leones de mármol la resguardan, impasibles, fieros de su rol de guardianes del saber. Entrar es una tentación en la cual, esta vez no podemos caer. Un poco más allá, debajo de una fuente en la cual el agua, al transformarse en hielo, ha decidido agregar misterio y belleza a sus estatuas, nos espera la ilustradora chilena Rosario Muñoz Gajardo, más conocida como Yeti Oc. Oc le dice su familia y Yeti surge del recuerdo de las montañas del sur de Chile, a los pies del Rukapillán, junto a las cuales creció.

 

 

Es una mancha roja en medio de los grises del invierno. Su abrigo parece una llama de alegría dispuesta a desafiar la rigidez de un día que el viento vuelve particularmente frío. Allí, en Bryant Park, Rosario ama sentarse y dibujar. Lo hace en verano cuando las flores transforman el espacio en una fiesta de colores y las personas saborean el placer del sol, en diciembre cuando un mercadito de artesanía anticipa la alegría de la Navidad y una pista de hielo reúne a grandes y pequeños en una fiesta de música y de risas, y también ahora cuando el frío intenso ha dejado los árboles desnudos y el paisaje parece estar conteniendo el aliento en espera de los primeros brotes de la primavera. Es uno de los lugares preferidos de Yeti Oc quien se queda horas, días y días, en una calle, plaza o parque de la ciudad no solamente para dibujarlo sino sobre todo para absorber su alma, para dejarse llevar por la gente que por allí transita con sus alegrías y tristezas a cuesta. “Si quieres conocer un lugar tienes que dibujarlo. Esa información no se borrará jamás. Aprendes a ver los detalles, hasta los más pequeños, aprecias la poesía que encierra cada esquina, escuchas conversaciones, intuyes historias de vida, asistes a escenas de amor y también a peleas. Dibujas y respiras al compás del espacio. No puedes dejar registro de todo pero ese todo queda dentro de ti, para siempre. Es un proceso y es más importante del resultado final”. El acento chileno imprime musicalidad a su hablar. Con entusiasmo nos explica que estos dibujos son parte del proyecto Urban Sketchers del cual ha sido promotora también en Chile y que consiste en contar, a través de la ilustración, las experiencias que conlleva el vivir en ciertos lugares.

 

 

Rosario estudió periodismo y para conjugar su alma de periodista y de activista con el dibujo se ha dedicado a desarrollar el proyecto Invisible News. Son noticias que no llegarían nunca a ocupar las primeras planas de los medios de nuestros países, noticias que hablan de lugares lejanos, de dramas humanos que se desarrollan en África, en Medio Oriente, en Asia, o también en las Américas pero que no despiertan el interés del periodismo tradicional. Hablan de atropellos hacia las personas y la naturaleza, del dolor de la tierra y de su gente. Ella sintetiza todo en una ilustración, trazos que encierran un mensaje y obligan a la reflexión. “A veces las personas no tienen tiempo para leer un artículo completo. Sin embargo miran un dibujo y mi esperanza es que esa mirada despierte una emoción, una curiosidad. Considero indispensable llamar la atención sobre las violaciones de los derechos humanos, sobre los grandes problemas de la tierra, dramas que ocurren a cada momento en cualquier país”.

 

 

Feminista activa ha trabajado con grupos de mujeres quienes, en Chile y en Argentina, luchan para lograr una paridad de derechos que todavía está lejos de cumplirse y contra la violencia de género. Desde Nueva York lo hace apoyándolas virtualmente con sus ilustraciones. Paralelamente, junto con Loreto Góngora, artista visual y gestora cultural también chilena, está promoviendo el proyecto “Qué Foerte Colectiva” que tiene como propósito el de dar visibilidad, en este país, al trabajo de las artistas latinoamericanas.

Considera el dibujo una terapia que puede ayudar a superar miedos e indecisiones. “No estudié arte así que me costó mucho encontrar el valor de mostrar mis dibujos. Cuando lo hice sentí que era más fuerte, que había perdido la vergüenza de enfrentarme al mundo. Trato que otra gente viva esa misma experiencia. El proceso de dibujar es terapéutico, liberatorio”.

 

 

Lectora ávida, ama la poesía y cuando unos versos le zarandean el alma con particular fuerza, los transforma en dibujo. Sin embargo queda casi siempre insatisfecha “Las ilustraciones, son como un granito de arena en la inmensidad de una playa. Imposible sería encerrar la poesía en un dibujo. Pero igual necesito expresar la emoción que sentí al leerla. Imposible sería silenciarla».

– ¿En tu vida el dibujo sustituye la palabra?

– No. El dibujo es una parte esencial de mi ser. No podría dejar de hacerlo porque sería como pedirme quedar callada. Sin embargo la palabra es igualmente importante. Me apasiona la lectura, siempre me apasionó, desde pequeña. Las palabras llegaron a mí mucho antes que el dibujo así que, si por un lado no podría dejar de dibujar, por el otro tampoco podría dejar de leer y también de escribir.

– Si tuvieras que irte de Nueva York, ¿qué desearías llevar contigo?

– Creo que pasaría los últimos días visitando museos y galerías para llevar conmigo el recuerdo de la belleza, de la riqueza artística que encierra esta ciudad.