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Carlos H. Cardona

Carlos H. Cardona: “Mi novela es más realidad que ficción”

MEDELLIN: Julián, un joven pueblerino lleno de sueños, padece la miseria económica de su casa, pero aun así logra graduarse de bachiller y luego consigue un empleo como profesor, el cual asume con mucha alegría, pues por fin podrá ayudar a su familia. Estaba feliz armando su proyecto de vida con Karol, de quien estuvo enamorado desde el bachillerato, cuando llegó a su humilde y pacífico pueblo del Suroeste antioqueño la plaga paramilitar, que como la tropa de Atila arrasó con todo. Ya ese ejército siniestro hacía presencia en campos, pueblos y ciudades como una horrenda pesadilla. Impusieron su ley, a sangre y fuego se apoderaron de las mentes, de las tierras, de las casas y de cuanto hallaron a su paso.

El joven protagonista de esta historia vive en carne propia la arremetida de estos criminales al ser degollado su hermano del alma, entonces sufre la transformación que en todo ser humano genera el sentimiento de venganza, y a partir de allí solo respira para urdir un plan y eliminar a quienes mataron a su hermano.

Los caminos de la sangre, primera novela de Carlos H. Cardona Bedoya, es una radiografía descarnada de la tragedia que padece Colombia, cruzada por la violencia de los grupos guerrilleros y paramilitares, hoy llamados “Bacrim”, y carteles de la droga con sus combos armados, que siempre coinciden para delinquir, mientras la mayoría de los colombianos, gente humilde y trabajadora, queda en medio de ese fuego cruzado entre aquellos y las fuerzas estatales, poniendo los muertos en la cruenta guerra fratricida que imposibilita el progreso y nos envilece desde más de medio siglo.

Estas son las palabras que escribió Everardo Rendón Colorado para la contraportada del libro “Los caminos de la sangre” de Carlos H. Cardona Bedoya.

En conversación con el escritor le preguntamos:

¿En su libro Los caminos de la sangre, porqué  se da y se involucra de manera tan contundente el tema de la violencia, qué sentido tiene y para qué?

Crecí con violencia social mas no familiar, por más que en mi hogar trataran de ocultar lo que vivía el resto del país con buenos consejos y ejemplo, el solo hecho de pasar la puerta de mi casa ya se sentía que el ambiente hervía de manera diferente. Los grupos armados y el lucrativo mundo de la droga ya daban pasos agigantados en el territorio que en ese tiempo conocía, mi pueblo.

Quería que el lector se apropiara tanto de la lectura que sintiera en carne propia lo que tantas familias de nuestro país tuvieron que vivir al tener que dejar sus familias, sus tierras y lo poco o mucho que poseían por cuenta de la guerra.

Usted inscribe o instaura su novela en el tema violencia, tan crudamente que se hace su novela, por momentos asfixiante: ¿De qué otras violencias entonces también se trata o no?

La violencia que relata el libro no es para nada diferente a la que todos los días absorbemos en medios de comunicación y la que escuchamos de bocas cercanas, es solo una radiografía del diario vivir y apareció en mi vida de una forma más exacta que errónea para plasmarla en letras.

¿La relación ficción y realidad, si es que existe una realidad que se pueda ficcionar, como se da en su novela y por qué?

Mi novela es más realidad que ficción porque aunque todas las historias allí narradas nacen de mi imaginario se acomodan perfectamente a lo que viven muchos colombianos.

¿Los nombres de sus personajes: Julián, Manuel José, Camilo, Paula, Karol, de donde provienen y como usted les da forma y carácter y por qué?

Son nombres que por azar fueron escogidos, en el trabajo de redacción había que nombrar una cantidad determinada de personajes. En cuanto al carácter tomé rasgos de personas cercanas.

¿Cuándo y en qué momento y en qué circunstancias comenzó a concebir esta novela y qué buscaba proyectar?

Hace muchos años tenía varias ideas en mi cabeza que quería plasmar en papel pero no sabía cómo hacerlo o no encontraba el momento oportuno pero hace dos años decidí que debía dar el primer paso y demostrarme a mí mismo que lo que uno se propone con disciplina se logra.

En la novela hay un viaje, transformador de la vida y del destino de Julián, el personaje principal, si podemos hablar así y es el viaje de Támesis a Medellín: ¿Por qué es tan relevante en él y para la novela?

Julián solo viajó a Medellín cuando lo condenaron a prisión y debían internarlo en Bellavista, esto por los hechos en los cuales se vio involucrado. Era relevante para él por que su mundo entero era su pueblo y su familia y todo lo que afectara este entorno.

La imagen de la portada de la novela y el diseño de la misma son también muy importantes para usted: ¿Podría decirnos que quiere decir con esta pintura de Yoni Alexánder Osorio Montoya y por qué decidió por ella?

Quería resaltar y dar a conocer el talento de compañero y amigo tamesino que compartió conmigo en las áreas de la música y el teatro y ahora él como pintor me proporcionaba una imagen que reflejaba un rostro de angustia, la misma que quería plasmar en mi trabajo.

¿Podría indicarnos tres (3) de sus principios estéticos básicos, sobre los cuáles se desarrolla y proyecta su narrativa y por qué?

No tuve formación literaria y en esta primera experiencia como escritor todo surge de forma empírica por lo cual me siento impedido para responder esta pregunta porque no conozco los principios estéticos de la narrativa pero la idea es seguir aprendiendo cada día más y tendré muy presente para un futuro muy cercano poder responderle esta pregunta.

¿La novela tiene para usted que ser política y medio de formación de conciencia política en y para el lector o no y por qué?

Más que formación quería dejar como tinta indeleble o como delito de lesa humanidad todas las atrocidades que cometieron y siguen cometiendo los grupos al margen de la ley y una forma hipotética de lo que las personas afectadas pueden querer hacer al respecto de estos actos.

Hay en su novela, un deseo intenso por narrarlo todo, que hasta parece excesivo y desmesurado: ¿Por qué?

A mi parecer quedé corto en palabras para describir la crueldad de los grupos involucrados en esta narración y la tristeza y sufrimiento de los inocentes.

¿Julián, personaje principal, es un profesor de bachillerato de un Liceo: ¿Por qué se decidió por un profesor de Educación Física y no Español y Literatura, en la caracterización de ese personaje?

Como experiencia en el bachillerato, los estudiantes siempre sentían más empatía con el profesor de educación física, tal vez por el afán o la ansiedad de dejar el salón y salir a hacer algún trabajo de campo, creo que esto no sólo se vive en el colegio donde yo me gradué sino también en todos los colegios del país. Julián no era un profesor común y corriente, era el profesor guía de alumnos y padres de familia, sus torneos deportivos y eventos culturales que involucraban a toda la comunidad estudiantil, incluyendo a estudiantes con discapacidades físicas, era el atractivo preciso para que todos quisieran rodearlo y estar junto a él.

¿De qué novelista extrae usted esta necesidad inexorable de ser y hacerse escritor y por qué y cómo en esa relación hace la lectura de sí mismo?

La primera lectura que hice por gusto y cuenta propia sin que en el colegio me lo exigieran fue El Padrino de Mario Puzo, no sé qué tanto influenció esta novela en mi vida pero nunca la voy a olvidar, porque se asemejaba a lo que se vivía en esa época en cuanto a alcohol, drogas, mujeres, armas, muertes y venganzas.

Los espacios como la casa, la cárcel, el liceo, o sea, lo cerrado, substituyen en mucho, en su novela, los lugares, el paisaje, lo abierto: ¿Por qué sí o no?

Como la historia se desarrolla en el pueblo, hablo de los lugares más significativos y donde mejor se desenvolvía cada personaje.

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