New Ohio Theater, (154 Christopher St., Ste. 1E, New York, NY 10014)
Hasta el 14 de Febrero, lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado a las 8:00 pm, domingo a las 3:00 pm (los martes no hay espectáculo)
NUEVA YORK: En el marco del New York Neo-Futurist el joven actor, escritor y director de teatro Dylan Marrón presenta “The Human Sinphony” una obra basada en historias reales revisitadas por la creatividad del escritor.
Durante varios meses Dylan Marrón ha recogido las vivencias de personas quienes ha conocido vía internet y luego las ha mezclado y transformado en esta pieza divertida, original y sorpresiva que presentará hasta el 14 de Febrero en el New Ohio Theater.
Dylan, quien nació y vivió los primeros años de su vida en Venezuela, es conocido por su participación en las obras Whatever This Is. (2013), The Big Quiz Thing (2013) y The Outs (2012).
Sus trabajos surgen de una búsqueda continua de nuevas formas de vivir el teatro tanto como actor que como espectador. En “The Human Synphony” reflejando la cotidianidad de las nuevas generaciones para las cuales es prácticamente imposible prescindir de sus celulares, iPad y computadoras, Dylan describe el amor en los tiempos del Internet.
La obra, que ya está obteniendo un gran éxito, involucra a los espectadores quienes reciben unos audífonos a través de los cuales reciben informaciones sobre lo que deben hacer. Con el público que se transforma en actor, Dylan logra una obra que se transforma, sorprende y crece con el aporte de todos. Las personas se levantan, caminan, se paran, dan vueltas. No importa lo que pasa a su alrededor, ellos están sumergidos en sus aparatos y siguen las indicaciones de la grabación. El aislamiento de nuestro tiempo es representado con fino humor. Viendo la pieza de Dylan Marrón entendemos hasta qué punto el mundo a nuestro alrededor está cambiando a raíz del Internet y de todos los aparatos que han ido transformándose en apéndices de nosotros mismos y sin los cuales ya no sabríamos vivir.
No se pierda esta pieza de Dylan Marrón que nos pone a pensar con una sonrisa sobre nuestra existencia y quizás también a aceptar que para ciertos cambios ya no hay vuelta atrás.