McNally Jackson (52 Prince St, New York, NY 10012)
Martes 31 de Marzo, 7:00 pm
Entrada gratuita y abierta al público
NUEVA YORK: Una velada muy especial, donde la poesía será la gran protagonista, nos espera este martes en McNally Jackson. Dos grandes poetas Raúl Zurita y Daniel Borzutzky hablarán de su trabajo, de su vida, de la importancia de la poesía y del oficio del traductor que se confunde siempre con el del autor.
Serán presentados los libros In the Murmurs of the Rotten Carcass Economy de Daniel Bortzuski y The Country of Planks de Raúl Zurita, traducido por el mismo Bortzuski.
The Country of Planks es una sección de un libro de 700 páginas publicado en Chile en 2011 bajo el título Zurita. Cada poema lleva el nombre de una de las prisiones que se llenaron durante la dictadura de Pinochet.
En muchos de esos lugares de espanto donde durante 17 años los militares chilenos torturaron y mataron sin piedad, estuvo el mismo Zurita quien, siendo apenas un estudiante, fue arrestado el 11 de septiembre de 1973, el funesto día del golpe de estado en Chile. Raúl Zurita fue brutalmente torturado y en la poesía ha encontrado el camino para contar la tragedia que vivió un país durante tanto tiempo.
Zurita quien recibió en el 2000 el Premio Nacional de Literatura además de muchos otros, nació en Santiago de madre italiana. El italiano fue su primer idioma y la Divina Commedia la obra literaria que despertó su inspiración.
Su primer libro apareció en 1979 y se titulaba Purgatorio en alusión a Dante. Lo que más desconcertó a los lectores fue la foto de la portada, una foto en blanco y negro de la cicatriz que había dejado al poeta una autoquemadura que se había hecho en la mejilla durante un performance.
Daniel Borzutzky publicó entre otras cosas las colecciones de poemas: Arbitrary Tales, Failure in the Imagination, The Ecstasy of Capitulation, The Book of Interfering Bodies.
Sus poemas se caracterizan por el humor y la sátira política.
Publicamos para nuestros lectores este hermoso poema de Raúl Zurita traducido por Daniel Borzutzky.
PRISIÓN ESTADIO CHILE
No era ése nuestro país, gritaban
nuestras sombras pasando entre
las aguas abiertas del Pacífico
Son las viejas prisiones chilenas nos gritábamos mirando
el país de tablas surgir entre los espumeantes paredones
del Pacífico largo entero clavado cortándonos el paso
Y el mar dejó de ser el mar y el cielo dejó de ser el cielo
Y las cumbres eran las puntas de las clavadas estacas
Y las llanuras soplaban colándose entre los listones y
el viento no era el viento ni el aire el aire
Donde de todo lo que fue ahora eran sólo entarugados
paisajes clavados unos con otros como aserruchadas
montañas mostrando arriba las empalizadas del cielo
Y nuestras mejillas parecían un desmoronado cielo
Así se nos derrumbó el horizonte y los paisajes eran
sólo escombros entre esos tabiques
Donde hasta el rajado océano gritaba mirando los
desmoronados escombros de esas vistas
Cuando entramos por el corredor de
Cuando entramos por el corredor de las abiertas aguas y
arrastrándonos vimos los cuarteles de tablas atravesados
entre los dos paredones del Pacífico y al fondo las gradas
rotas del estadio Chile blanqueándose bajo la nieve como
una gigantesca cordillera de palo aprisionando el horizonte
«CHILE STADIUM PRISON»
That one was not our country, our shadows
were screaming as they passed through
the open waters of the Pacific
They are the old chilean prisons we would scream watching
the country of planks rise between the foamy cliffs of
the Pacific long completely riveted cutting off our passage
And the sea stopped being the sea and the sky stopped
being the sky
And the peaks were the points of the riveted stakes
And the prairies blew slipping in between the strips
of wood and the wind was not the wind nor the air the air
Where all that had been now there were only wood-
bolted landscapes riveted one to the other like sawed
up mountains revealing above the palisades of the sky
And our cheeks looked like a crumbling sky
That’s how our horizon collapsed and the landscapes were
only rubble between those partitions
To where the splitting ocean was screaming watching
the crumbling rubble of those scenes
When we came in through the corridor of the open waters and
we saw the barracks made of crossed planks
stuck between the two cliffs of the Pacific and at the end the
broken stands of Chile stadium whitening under the snow like