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Kati Horna
Kati Horna

Nueva exposición de Kati Horna

NUEVA YORK (Del martes 28 de marzo hasta el 27 de abril): Tras admirar el tocante trabajo fotográfico de Kati Horna, en una exhibición que curaron Michel Otayek y Christina De León en la galería de Americas Society, Sotheby’s S|2 nos ofrece la posibilidad de seguir deleitándonos con las fotos de esta mujer quien conoció la guerra, el exilio y el dolor de las pérdidas, y, a través del lente de su cámara, expresó sus ideas y su visión crítica de la realidad política y social que le tocó vivir.

Bajo la curaduría meticulosa e inteligente de Michel Otayek, se inaugura el próximo martes la exposición Fantastic Rediscovered: Rare Photographs from the Estate of Kati Horna.

Otayek nos propone una selección de series y retratos preservados en su finca, incluyendo algunos inéditos, que muestran la sofisticada visión artística y el irreverente sentido del humor de Kati Horna.

Nacida en Budapest en el seno de una próspera familia judía, Horna (nombre de soltera Katalin Deutsch Blau) se instaló en Berlín a principios de 1930 y entró a formar parte de un grupo de activistas, artistas e intelectuales allegado al teórico Karl Korsch y al dramaturgo Bertolt Brecht. En un momento en el que el fotoperiodismo se perfilaba como un fenómeno de cultura de masas, Horna aprovechó la oportunidad para refinar su compromiso profesional, estético y político. Forzada a huir de Alemania en 1933 debido al ascenso del nacionalsocialismo, Horna regresó brevemente a Budapest para estudiar fotografía con József Pécsi. Después se trasladó a París donde vivió hasta su llegada a Barcelona, pocos meses después del estallido de la Guerra Civil española.

Con 24 años y convertida en una de las pocas mujeres en hacer fotografías desde el frente de batalla, Horna publicó sus imágenes valiéndose de un amplio espectro de materiales de propaganda que incluye folletos, periódicos y revistas de amplia circulación tales como Umbral, semanario anarquista del cual fue su principal fotógrafa y directora gráfica.

Tras el fin de la guerra, en 1939, Horna y su marido –el artista español José Horna- se exiliaron en la Ciudad de México en donde ella comenzó a colaborar con la prensa ilustrada del país. Reflejando la rápida transformación de la ciudad y el panorama cultural de la segunda mitad del siglo XX, las fotos de Horna aparecieron en las páginas de revistas de gran tiraje como NosotrosArquitectura México, yMujeres: Expresión Femenina. Kati Horna participó en varios círculos artísticos e intelectuales mexicanos y muestra de ello es su amistad con las artistas Leonora Carrington y Remedios Varo, así como su asociación profesional con el arquitecto y artista Mathias Goeritz, una conexión poco conocida pero que resultó ser una de las colaboraciones más fructíferas de su carrera.

En la década de 1960, Horna produjo una serie de trabajos profundamente personales, algunos de ellos en la forma de reportajes fotográficos para publicaciones como la revista vanguardista S.nob. Conectadas con cuestiones de género, la transitoriedad y el deseo, estas historias dan testimonio del florecimiento y la madurez creativa de Horna como una artista en el exilio. Durante el mismo período y paralelamente a estos proyectos, Horna también emprendió varios trabajos de fotografía arquitectónica. Sus impresionantes imágenes de hitos de la arquitectura moderna mexicana, como la fábrica Automex de Ricardo Legorreta en Toluca, reflejan su interés en las formas puras y serían recordadas por ella como el pináculo de su vida creativa. En años posteriores, Kati Horna se dedicó a la enseñanza en la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Iberoamericana, en las que sirvió de mentora de numerosos jóvenes fotógrafos entre ellos Flor Garduño, Víctor Monroy, Estanislao Ortíz y Sergio Carlos Rey.

La exposición quedará abierta hasta el 27 de abril.

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