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Nora Cherñajovsky

Nora Cherñajovsky, artista infinita

NUEVA YORK: Las pinturas que presenta Nora Cherñajovsky en el Consulado General de Argentina hasta el 29 de Octubre, son un verdadero viaje hacia el pasado y dentro de sí misma. Para nosotros se convierten en un viaje dentro de nuestra imaginación.

Para realizarlas Nora se inspiró en las distintas casas que han acompañado importantes etapas de su vida, espacios en los cuales, como arquitecta, dejó huellas importantes. Allí, entre distintas paredes, quedó atrapada parte de su alma y se sedimentaron los recuerdos. Pero así como los recuerdos, a lo largo del tiempo, se difuminan, de igual manera lo hicieron las “casas” de Cherñajovsky.

“Comencé a trabajar partiendo de fotos de mis casas – nos dice – pero luego esos espacios se fueron destructurando, absorbidos por mi amor por la abstracción”. Dibujos y pinturas se fueron sucediendo así como se multiplicaron las capas de trabajo. “Amo trabajar en capas y cuando terminé estas pinturas vi que habían quedado prácticamente sin color, casi en blanco y negro. Quizás tiene que ver con los planos de arquitectura, con el deseo de dar más relevancia a ese aspecto que al de los colores”.

Allí queda retractado casi un espacio primigenio donde el espectador puede proyectar mucho de su mundo interior y descubrir algo que para otros ojos asume contornos diversos. Se percibe el ritmo, el movimiento y Nora nos confirma: “Trabajo con lo corporal hace muchos años, el movimiento es muy importante en mi vida”.

Nora es una artista infinita e infinitamente apasionada, se entrega totalmente a la creación artística y por eso no puede dejar fuera su mismo cuerpo que entrega al arte con la misma generosidad con la cual entrega su alma y su mundo interior.

Sus trabajos incluyen dibujos, pinturas, fotos, trabajos digitales, transparencias y performances. Durante mucho tiempo su creatividad giró alrededor de un objeto, un juego para niños compuesto por una estructura cónica rodeada por un banco de madera donde los niños se sientan y dan vueltas.

“La mayoría de las veces empiezo a trabajar partiendo de una imagen y un día se me apareció la imagen de un cono que se fue transformando en la estructura de un juego de mi infancia. Analizando esa imagen descubrí que el círculo en muchas culturas simboliza el paso del tiempo”.

Dejándose llevar por el ritmo, el movimiento circular de ese juego de infancia, revive la misma sensación de vértigo y, para una grande exposición que hizo en una importante galería de La Recolecta y para el Museo Provincial de La Plata, mandó a construir el objeto de su obsesión. Sobre él proyectó un video que transmitía sonidos, colores, sensaciones del pasado.

Los recuerdos de su vida poco a poco se han ido enhebrando con los de una familia entera, de generaciones de mujeres. En una misma pintura, foto, collage o trabajo digital vemos el juego y a su alrededor los objetos de trabajo de la madre, bióloga, y su intimidad reflejada en el detalle de su traje de novia, en una lujosa cartera de noche, una joya. Los trabajos de Nora que han surgido a partir de esos recuerdos compartidos se han transformado en la caja de resonancia de muchas vidas. 

Así como sus cuadros, también la creatividad de Nora Cherñajovsky está hecha de capas, capas que se transforman en piel, piel de una hija, de una madre, esencialmente de una mujer.

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