NUEVA YORK (Del viernes 20 al domingo 29 de Mayo): Yo no soy Lupita o el sentimiento en su máxima potencia es un thriller-telenovela teatral que presenta Teátrica, grupo teatral fundado en 2013, con el objetivo de mostrar la dramaturgia hispana de Nueva York.
La pieza del reconocido dramaturgo venezolano Pablo García Gámez, narra la historia de Coromoto Chiquinquirá Gouveia, una chica común hasta que nota que la gente la confunde con una famosa actriz de televisión. Ella imagina ser una de las reinas del género y vive esa confusión con la intensidad de la telenovela latinoamericana. Para ella, una gota puede desencadenar un drama.
En Yo no soy Lupita, García Gámez articula diversos tonos de la realidad y de la femineidad en el contexto de una ocurrente y extraña historia. El texto, como es ya característico de este autor, está cargado de humor y elementos de la cultura popular.
Caridad del Valle es la intérprete del unipersonal. La actriz de origen puertorriqueño y ganadora del ACE 2016, entre otros premios, comenta que el gran reto del personaje está en: “los cambios drásticos de actitud que tiene. Ella baila, ella canta, interpreta a varios personajes; además, se ha esforzado por transformar su físico y parecerse a este ícono de las telenovelas”.
La producción del espectáculo es del dominicano Álex Vásquez Escaño del grupo Teátrica. Para Vásquez, la selección de la pieza se fundamenta en que “Las novelas han formado parte de la vida de nosotros los latinoamericanos. Crecimos en el mismo espacio con nuestros familiares viendo telenovelas”.
Leyma López es la directora. Para ella, este trabajo: “tiene mucho del melodrama, del sentimiento reflejado en su máxima potencia dramática y a la misma vez real y convincente para contar una historia”.
Según la joven y reconocida directora dentro del teatro hispano de Nueva York: “Este montaje es de una mujer que adora las telenovelas, tiene un ídolo en su vida y es capaz de emigrar, de transgredir todos los espacios reales con tal de llegar a estar más cerca de ella”.
Otro aspecto que llama la atención a Leyma, de origen cubano, es la complejidad interior de Coromoto Chiquinquirá: “Ella ha conseguido, ha entendido una identidad para moverse por el mundo siendo una dama de la telenovela”.
Coromoto Chiquinquirá se transforma en reflejo y aceptación de: “Una dama -prosigue Leyma- a la cual admira, respeta y sueña con ser ella, en su vida, en su criterio específico como mujer, como ser humano”.
Caridad puntualiza uno de los aspectos del personaje que más le llama la atención: “Me atrae mucho la nostalgia, la emigración porque a la vez es una historia con la que la gente se puede sentir identificada”.