WASHINGTON: El libro de Moisés Naim “El fin del poder” fue seleccionado por Mark Zuckerberg para inaugurar el Club de lectura, un proyecto que ha lanzado recientemente y que tiene como objetivo estimular la lectura. Fue una sorpresa para el mismo Naím, periodista e internacionalista de origen venezolano quien vive en Estados Unidos desde hace muchos años. Pero no lo fue para los que seguimos a Naím en los distintos medios en los cuales escribe, en Italia, en España y en Estados Unidos.
Sus análisis siempre muy claras y honestas nos han ayudado a desentrañar y entender mejor muchos de los eventos que ocurren en distintas partes del mundo y en particular en América Latina.
La decisión de Zuckerberg de comenzar con él su “Year of books”, un grupo que se propone leer un libro cada 15 días y ha catalizado “likes” de millares de personas de todo el mundo, ha catapultado a Moisés Naím también en hogares y oficinas de personas que no lo conocían o no habían leído este libro. La venta en Amazon y en las librerías fue masiva y en breve un libro de ensayo se ha transformado en un best seller internacional.
Moisés Naím quien es miembro del Carnegie Endowment for International Peace y colabora con muchos diarios y revistas de Europa y Estados Unidos, dirigió durante muchos años la revista “Foreign Policy” y fue Ministro de Industria y Comercio de Venezuela.
Su análisis del poder en el mundo actual y de las evoluciones de las que ha sido objeto en los últimos años, está al centro de su libro que fotografía una realidad en la cual el poder tradicional se desmenuza dejando espacio a otras formas de micropoderes tanto en el ámbito político como en el religioso y el económico. Este debilitamiento de los poderes tradicionales por un lado permite a las nuevas generaciones tener un rol, una presencia como nunca tuvieron antes pero por otro abre espacios a populistas capaces de manipular el descontento de los pueblos. La pérdida de confianza en los políticos y en la política en general, la necesidad de satisfacer exigencias que se multiplican y se transforman rápidamente en masivas gracias a los nuevos medios de comunicación, alimentan el deseo de inmediatez que es siempre enemigo de la sensatez del análisis y de la programación a largo plazo. Romper barreras, permitir que el poder llegue a manos de personas nuevas sin duda es positivo pero destruir también la experiencia y las enseñanzas del pasado en pos de sueños colectivos, muy bien vendidos, es muy peligrosa.
Bastaría con mirar la experiencia del berlusconismo antes y del Movimiento 5 Estrellas después, en Italia, de Podemos en España y del chavismo en Venezuela.
“El fin del poder” es un libro que nutre nuestros pensamientos, nos obliga a ver nuestra realidad y sobre todo nos muestra como, en el mundo actual, ya no hay espacio para la indiferencia porque el poder cambia rápidamente de manos y depende de la participación de todos el que esas manos sean las acertadas.