NUEVA YORK (Miércoles 25 de octubre): El Museo del Bronx inaugura la exposición de Ángel Otero: Elegías, curada por Christian Viveros-Fauné.
Desde los inicios de su carrera, Otero ha alineado su práctica con las más antiguas y reverenciadas tradiciones de la pintura, cosa que lo lleva constantemente a esforzarse por reinventarse. Su obra se caracteriza por la recuperación de la memoria histórico-artística que deconstruye y vuelve a interpretar en una reinterpretación continua.
A través de su discurso estético busca definir qué es la pintura, lo que puede y no debe ser. Partiendo de imágenes clave de la historia del arte, como son las representaciones clasicistas, del siglo XVII, del artista francés Nicolas Pousssin, o las imágenes de los pintores del expresionismo abstracto americano de mediados del siglo XX, como Willem de Kooning, Franz Kline o Jackson Pollock, comienza su proceso pictórico. Utilizadas como base, estas pinturas representan un estudio preliminar de la tradición artística y de su sentido académico. Sobre ellas, Otero deposita unas largas sábanas a las que previamente ha aplicado plexiglass y a las que otorga la categoría de obras de arte en sí mismas. Formadas en pliegues, las telas son adheridas al soporte, dobladas, manipuladas y coloreadas, dejando entrever algunos trazos de la imagen inicial. Al fusionar ambas composiciones, estas “pieles de aceite” adquieren la definición de collages. Su trabajo alcanza pues, una calidad orgánica que se acentúa gracias al trabajo artesanal.
Usando un proceso de estudio empírico, disciplinado y concienzudo, Otero ha establecido un método composicional que parte de imágenes clave de la historia del arte, une y separa influencias artísticas dispares, y desarrolla su propio lenguaje visual único.
El curador invitado Christian Viveros-Fauné nos invita a comparar el propio proceso de evolución de Otero en relación con el del artista Robert Motherwell, quien es un destacado expresionista abstracto y el autor de más de cientos de pinturas que él tituló “Elegía a la República Española” (completado entre 1948 y 1967). Motherwell creó la mayoría de sus lienzos monocromáticos como “un lamento o una canción de funeral” sobre el tema de la Guerra Civil Española. Invariablemente, estos trabajos han servido tanto como ilustraciones del poder del arte abstracto como de la necesidad constante de la modernidad de la innovación artística.