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Toña Vegas

Exposición de Toña Vegas y Tony Vázquez Figueroa

NUEVA YORK (Jueves 8 de septiembre): Inventario – Inventory/Takes es el título de la exposición individual de los artistas venezolanos Toña Vegas y Tony Vázquez que inaugura el próximo jueves The Clemente Soto Vélez Cultural and Educational Center of New York.

La curadora Lorena González Inneco, al hablar de la exposición escribió:

El mundo-imagen es la superficie de la globalización. Es nuestro mundo compartido. Empobrecida, oscura, superficial, esta imagen-superficie es toda nuestra experiencia compartida. No compartimos el mundo de otro modo. El objetivo no es alcanzar lo que está bajo la superficie de la imagen: sino ampliarla, enriquecerla, darle definición, tiempo. En este punto emerge una nueva cultura.

Susan Buck-Morss

Las sonoras aperturas de nuestros últimos pasos en la vida local-global de la sociedad contemporánea, han propiciado el nacimiento de un conglomerado de ideas que se cruzan y se borran a sí mismas, precedentes lineales que surgen, se contradicen y se solapan en el propio tejido global que las origina. Parecemos estar vinculados con todo pero al mismo tiempo nos encontramos rotos en nuestra posibilidad de encuentro y aunque cantidades infinitas de información nos conectan con los otros en “nuestro mundo imagen”, con un ahínco voraz la vida social parece desmembrase en una cadena sorpresiva de totalitarismos, estallidos, terrorismos, crímenes, injusticias…secuelas insurrectas que como una extraña paradoja se han vuelto la marca antagónica de un mundo que aunque se abrió en su capacidad de mostrarse a sí mismo, también a inaugurado una gran feria de lo efímero que confirma lo infinitamente solos que todavía estamos.

La obra de Toña Vegas y de Tony Vázquez-Figueroa, son proyectos que profundizan en estos temas, desde dimensiones diferentes pero hilvanadas. Ambos son venezolanos, y ambos han construido a lo largo de sus procesos creativos una obra comprometida con el establecimiento de diálogos y relecturas que surgen como contrapunto visual frente a las problemáticas de la efervescente materia cotidiana que nos rodea. En el caso de Tony Vázquez-Figueroa, han sido los nexos con el cine y la publicidad las texturas que se extienden hacia la deconstrucción del objeto para revelar nuevos significados en cada una de sus propuestas, estrategias mixtas donde temas como el olvido, la violencia y la saturación mass-mediática de nuestros días se alternan en estructuras cromáticas de contenidos diversos que develan la confusión del yo frente a los embates del afuera. En el caso de Toña Vegas su trabajo plástico y fotográfico ha surgido de una operación de alguna forma opuesta a la de Vázquez pero sincronizada frente al engranaje de estos mismos protocolos, mixtura de medios y de posibilidades que alterna como creadora para hurgar en el desconcierto y la rigidez de lo preestablecido, estrategias visuales que se abren desde su experiencia personal en una superposición de capas con la que seduce los puntos últimos de esa saturación de contenidos que nos abruma, intentando abrir en la mirada del espectador el soplo vital que habita en las poéticas de la luz.

Inventario es una exposición donde ambos artistas han unido sus investigaciones. En esta oportunidad se engranan las calles de la experiencia privada con la autopista de esa problemática colectiva llena de olvidos insalvables. De este modo, ambos transitan al borde de contrariedades similares, las cuales se acentúan en este caso particular merced a los complejos problemas políticos, sociales y económicos del país de origen que los ocupa: Venezuela. En este sentido las propuestas se conectan con temas como la lejanía del terruño, el confinamiento persistente al que obliga el extravío y la violencia, las preocupaciones por un contexto que se descalabra junto a los trazos que reconstruyen ese olvido o los traslados que trastornan la propia memoria familiar: una sensación tan consistente como volátil de que aquí o allá, estando dentro o mirando desde fuera, en el hogar o en el exilio; todo lo que antes los sostenía, todo lo que era y que los hizo ser lo que son, ahora se desvanece de forma contundente.

Para Toña Vegas, ha sido el traslado entre distintas ciudades (CCS/NY) la pulsión deconstructiva que emana en cada una de sus propuestas, focalizando las estructuras visuales que captura a través de la fotografía en un cruce de miradas que desvanecen la experiencia directa hacia un contacto intersticial entre la realidad y la ficción. Así, ha completado la serie Transmigración, un conjunto de veinticuatro giglèes donde el cruce de territorios visuales devela ángulos insospechados, reflejos ocultos, similitudes cromáticas y distancias temporales que se enlazan para abrir el paso a una reverberación inédita. En estos rastros de luz y de sombra, de experiencia fáctica e ideal, las formas se vuelven espacio y tiempo: citas oblicuas a imágenes realizadas por otros, recorridos tan apócrifos como reales que parten de la experiencia de la propia artista y que luego van a fluir para ser trasladados mediante el gesto pictórico hacia nuevas consecuencias formales. Surge así la serie Ser dignos del olor del pan, donde doce pinturas al óleo reconstruyen una aproximación al pulso de la difícil vida cotidiana en la ciudad de Caracas. La densidad de la pintura se levanta en este caso para develar vacíos primordiales del contexto social de su país de origen, viejas rencillas y nuevas ausencias que han venido a interceptar el sereno cauce de la mirada.

En la obra de Tony Vázquez-Figueroa, quien hace vida en los Estados Unidos desde hace seis años, estos mismos desiertos toman una nueva dimensión pero hacia desprendimientos tridimensionales donde la huella objetual se torna objeto fosilizado, tótem escultórico que parece vaciarse de contenido para no solo escarbar en la reconstrucción de un testimonio crítico frente al desequilibrio del propio territorio, sino también para reproducir con la cohesión de los materiales que el artista usa, la pulsión de un pasado añorado que se alza frente al temblor de lo que pudo haber sido. Partiendo de una serie de trabajos anteriores realizados con el petróleo como elemento visual, las metáforas y los peligros de este poderoso aparato económico reaparecen en varias de sus series actuales. La primera de ellas titulada Des-abasto, está conformada por más de cien objetos hechos de resinas que asoman un recorrido por los alimentos y productos medicinales que mayormente escasean en la confusa realidad venezolana. Sellados por la impronta química estas pequeñas esculturas de la memoria desaparecerán con la acción del tiempo dentro del espacio expositivo. En paralelo, exhibe un conjunto de doce fotografías que han registrado la acción performática de los componentes como metáfora viva de lo real. En sus otras series la apuesta se extiende hacia la permanencia de estos mismos objetos, encapsulándolos en museográficas cajas de acrílico o consolidándolos a través del trabajo en concreto, gesto escultórico donde ese archivo vital salta de su categoría de deseado objeto de uso a petrificado objeto museable.

En conjunto, ambos proyectos brindan al espectador las márgenes y vertientes de un paradigma local que también peregrina en nuestra actualidad global, alarmas ya anunciadas por las fuentes de un pasado que aún no han podido encontrar respuestas frente a los vibrantes vacíos de un presente recóndito y que en el caso venezolano, se convierten en miles de vericuetos azuzados por la oscura veta de los últimos acontecimientos vividos en la insondable crisis política, económica, social y humana de la Venezuela reciente: un inventario de cercanías y distancias, tachaduras y reveses, encuentros y desencuentros, olvidos y apariciones que surgen desde un arte que comienza a reelaborar interrogantes frente a un interconectado nuevo siglo lleno de profundas contradicciones.

Tony Vázquez Figueroa ha cursado un BFA en el Emerson College de Massachusetts y ha terminado su preparación en Londres bajo la guía de Jenny Saville. Ha recibido numerosos premios y ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas.

Toña Vegas, artista multidisciplinaria, está actualmente desarrollando un trabajo tridimensional para espacios privados y públicos de Caracas y muchas veces cuenta con la colaboración de arquitectos e ingenieros.

Ha realizado trabajos fotográficos, collages, pinturas y acuarelas.

Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en espacios prestigiosos tanto de Venezuela como de otros países europeos y norteamericanos.

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