NUEVA YORK: Deshora interesante opera prima de la directora argentina Bárbara Sarasola-Day será la primera película que presentará el Consulado General de Argentina en el marco de sus “Jueves de Cine”.
Deshora narra la historia de Ernesto y Helena quienes llevan muchos años casados y viven en una finca aislada entre campos de tabaco y la selva de alta montaña en el noroeste argentino. Un día, reciben a Joaquín, el primo casi desconocido de ella recién salido de un centro de rehabilitación, que ha sido enviado por su familia, y en contra de su voluntad, a pasar un tiempo allí.
El matrimonio está atravesando una frágil situación, la dificultad para concebir un hijo los ha sumido en una obsesión y en la pérdida de deseo. La nueva presencia es para Helena la oportunidad de reinventarse y, para Ernesto, oxígeno.
La convivencia desestabilizará a la pareja y un triángulo amoroso comenzará a tomar forma entre la cacería, la riña de gallos y la vida en la finca.
El deseo también puede tomar la forma de una profunda violencia.
Sobre la directora: Nacida en Argentina en 1976, creció entre Salta y Buenos Aires. Estudió comunicación en la UBA y tomó cursos especializados de cine en Londres, Barcelona y Buenos Aires. Tras el cortometraje El canal (BAFICI 2005), Deshora es su primer largometraje como directora y guionista.
Esta ópera prima dirigida por una mujer -una saludable tendencia a la que nos tiene acostumbrados el Nuevo Cine Argentino- llega al BAFICI luego de su estreno en la sección Panorama del Festival de Berlín y su paso por la Competencia Iberoamericana del de Cartagena.
Sarasola-Day describe cómo el arribo de Joaquín (Alejandro Buitrago), un joven colombiano que trata de combatir su dependencia a las drogas duras, a la casa de su prima Elena (María Ucedo) cambia por completo la existencia de ella y de su marido Ernesto (Luís Ziembrowski), quienes conforman un matrimonio de larga data que lucha contra el desgaste de toda pareja, la dificultad de explotar una hacienda tabacalera en Salta y la frustración de no poder tener hijos.
El recién llegado -con su desenfado y su libertad sexual- conmueve a ambos protagonistas, generando tensiones y tentaciones varias. Con algo de déja vu (la referencia al cine, también salteño, de Lucrecia Martel es inevitable), Deshora -narrada con precisión y elegancia- resulta una más que interesante propuesta, realzada por el trabajo del talentoso director de fotografía Lucio Bonelli.