Vivir en la Luna

En esta última semana de noviembre se combinan en el cielo una serie de circunstancias poco comunes, que le otorga una característica muy especial: una gran nube nos impide ver la realidad tal cual es. Simultáneamente, la Luna ocupa mayor espacio y tiempo de exposición nocturno y el planeta Neptuno adquiere notoriedad, al recibir los más severos impactos por parte de Mercurio, la propia Luna, Saturno y el Sol, sucesivamente.

Desde la pasada semana el planeta Neptuno terminó su período anual de retrogradación de 5 meses (del 12 de junio al 18 de noviembre), ahora se halla instalado –casi sin moverse- en el séptimo grado de su propio signo, Piscis. Es uno de los planetas más gaseosos y alejados del sistema solar, descubierto cuando acababa la primera mitad del siglo XIX, en época de idealismos revolucionarios.

Como deidad, Neptuno es conocido como el “Señor de los mares”, que gobierna con su tridente las profundidades del mundo oceánico y representa simbólicamente el universo inconsciente, internado en los desconocidos paisajes de la psique. En astrología se le asocia con los sueños, ideales, ilusiones, fantasías, engaños, evasiones, la música, el arte, la droga, el alcohol, la locura, la religión y el misticismo; en fin, con la búsqueda espiritual y la pérdida o huída de la realidad material.

Esta semana Neptuno tendrá mucho trabajo, pues el paso de Mercurio, Saturno y el Sol por los 7° de Sagitario y de la Luna por los mismos grados, pero de Géminis, los coloca a 90° de él. Ese ángulo formado entre la posición de Neptuno y los otros cuatro astros es indicación de los conflictos que se presentarán entre dimensiones tan disímiles. La fantasía enfrentada con la racionalidad de Mercurio, la estructura rígida de Saturno, las emociones de la Luna y la claridad del Sol sagitariano.

La Luna no se queda atrás, esta semana recuperará protagonismo: durante todo el período estará iluminando las noches; el lunes llegará a su mayor cercanía a la Tierra (Perigeo); la noche del miércoles será el Plenilunio, cuando se oponga al Sol, desde Géminis. Esa misma noche creará un triángulo superior de tensión con Sol, Saturno y Mercurio en Sagitario y con Neptuno, absorbiendo y repotenciando toda esa energía, en Piscis.

El fin de semana, cuando la Luna atraviese su signo (Cáncer), formará una muy compleja y difícil Cruz Cósmica con otros tres planetas de fuerzas muy destructivas: Marte, en Libra; Plutón, en Capricornio; y Urano, en Aries. Cuatro astros en los cuatro ángulos del cielo, generando un Gran Cuadrado de vibraciones, que se repelen y que representan situaciones de mucha confrontación.

Terminará la semana cuando el Sol desde Sagitario y Neptuno, desde Piscis, propicien un ambiente polémico y contradictorio. El poder expansivo y globalizador del Sol deberá chocar con las propuestas idealistas y soñadoras de Neptuno. No es casual que el día siguiente se inicie, en la atribulada Paris, la Conferencia Mundial sobre el Clima, en donde con seguridad Neptuno impedirá acuerdos realistas en relación con esa temática, tan fundamental para la vida del planeta y sus habitantes.

Las posiciones destacadas de Neptuno y la Luna, en estos últimos días de noviembre, nos alertan acerca de un ambiente en donde no es fácil reconocer la realidad fáctica en su adecuada dimensión, y por el contrario, un clima confuso, idealista, romántico e ilusorio puede provocar no pocos descalabros. Cuando no se pisa sobre terreno firme o se vive de ilusión en ilusión, cuando se confunden deseo y realidad, la Luna pasa a ser un hogar confortable, como lo sería también si la vida terrenal perdiera posibilidad.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (23 al 29 noviembre, 2015)

Horario Costa Este América (- 05:00 GMT). astrologuia.wordpress.com