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jose bernardo gomez

Tiempo equinoccial

Esta semana se lleva a cabo un cambio significativo en las condiciones del cielo. El Sol regresa de su periplo anual por el norte y cruza el ecuador terrestre hacia el sur. El jueves 22, se produce el Equinoccio, fenómeno geo-astronómico mediante el cual la cantidad de luz y calor que se expande en los territorios situados por encima y por debajo de la ilusoria línea ecuatorial son semejantes.

La inclinación de 23° que exhibe nuestro planeta Tierra posibilita esa constante variación de la incidencia de los rayos solares sobre la superficie del orbe, provocando el fenómeno equinoccial dos veces al año. Una, cuando atraviesa el ecuador, aumentando luminosidad y calor en el norte; y la otra, cuando descienden luz y calidez en la misma región, en estos días septembrinos.

El ascenso solar hacia el norte determina el inicio de la estación climática de la primavera, y en su paso hacia el sur fija el comienzo del otoño en esa misma región septentrional. En paralelo, desde nuestro planeta observamos al Sol ingresando en el sector sideral de Aries, cuando pasa hacia el norte, en marzo, y lo percibimos introduciéndose en el de Libra, cuando viene de regreso hacia el sur.

El equinoccio otoñal coincide con el período solar Libra. Razón por la cual, los antiguos estudiosos de los fenómenos celestes le otorgaron a ese signo zodiacal el nombre de ese instrumento que sirve para determinar el peso de los cuerpos. Cuando en cada plato de la balanza se colocan objetos de similar peso, se obtiene una posición semejante en ambos lados de ella.

El recorrido del Sol por el signo de Libra representa simbólicamente un lapso en que se propicia el equilibrio, la equidad, la justicia, la ponderación y la armonía. Quienes nacen en esta época del año suelen valorar esas cualidades y manifestarlas en su comportamiento. También se caracterizan por su alta disposición hacia la vida en pareja, buscando en ella un contrapeso o complemento a sus propias inclinaciones e intereses.

El mismo día en que el Sol llega a Libra, el planeta Mercurio queda inmóvil, ya que deja de retrogradar y se dispone a retomar su marcha hacia adelante, desde la zona media del signo de Virgo. Tal cualidad lo devuelve a su estado natural, en el que se revela como guía de los procesos comunicacionales.

El viernes 23, al día siguiente del Equinoccio y del enderezamiento de Mercurio, se inicia la fase Menguante de la Luna, desde los cero grados de Cáncer, precisamente el punto más septentrional del recorrido solar. Una semana de decrecimiento, favorable para ir culminando tareas y funciones. Simultáneamente, Venus, el planeta del Amor y la Belleza, regente de Libra, sale de su signo, para ingresar en Escorpio y darle a los asuntos del corazón y la estética un toque de profundidad y apasionamiento superior.

Estas cuatro modificaciones sustantivas que nos trae la semana, sugiere que las ondas siderales van creando un ambiente más proclive al discernimiento y la ponderación, a la comprensión y el avenimiento, incidiendo en la confluencia de acciones humanas tendientes al acuerdo y a la paz.

Ahora que Mercurio endereza su dirección y el Sol se impregna de energía equilibradora, las actividades de transacción, entendimiento y convenimiento tienen más repercusión. La búsqueda de ecuanimidad, imparcialidad y paz tienen en el cosmos un fuerte asidero. El proceso plebiscitario que se vive en Colombia en estos días, así como el próximo inicio de sesiones plenarias de la Asamblea General de la Naciones Unidas, es clara muestra de ello.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Bryan Debus

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