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Jose bernardo gomez
Jose bernardo gomez

Solsticio mercuriano depurador

En la madrugada del miércoles 21, el Sol termina su ascenso hasta el paralelo 23.4° del hemisferio norte, emitiendo sus rayos perpendiculares sobre esa zona del globo terráqueo. Se produce así el fenómeno del Solsticio. Nuestro planeta habrá alcanzado la mitad de su trayecto anual; es decir, se habrá cumplido media vuelta de su circuito de traslación alrededor de nuestra Estrella Central.

El miércoles, día consagrado al dios Mercurio, será la jornada más extensa con luz solar, en todo el hemisferio norte. Se le conoce como Solsticio de Verano porque en ese hemisferio inicia la estación climática del mismo nombre. Mientras que en el sur ocurre lo contrario, será la noche más larga y fría, que marca el comienzo del invierno.

La razón de esta antagónica percepción climática en ambos lados de nuestra esfera planetaria es la inclinación en que se halla su eje, causante de que el Sol pase todos los años un semestre en el norte y otro en el sur, atravesando un par de veces la línea ecuatorial; a finales de marzo, de ida, y a fines de septiembre, de regreso, en lo que se conoce como los equinoccios. Cada uno de esos cuatro momentos determina el inicio de cada estación que se manifiesta de forma opuesta por encima o por debajo de la zona intertropical, cual imagen especular.

La línea imaginaria de los paralelos 23.4° recibe por nombre trópicos de Cáncer y de Capricornio, que corresponden respectivamente a los hemisferios del Norte y Sur. Tal denominación proviene de las constelaciones estelares por donde se visualiza la estrella solar en esos momentos, determinando el espacio sideral de los signos zodiacales identificados con los nombres de esas ficticias figuras de animales de la antigua mitología.

El instante en que se produce este Solsticio e inicio del período del Sol en Cáncer, coincide con el paso del planeta Mercurio por el mismo punto zodiacal y su ingreso al signo del Cangrejo. Esa conjunción astral también representa el momento central y de máximo desarrollo de su ciclo de 128 días, iniciado el pasado 20 de abril y que terminará el venidero 26 de agosto.

El momento culminante de este Ciclo de Mercurio (21 de junio) indica su eclipsamiento y cambio de posición ante la vista humana. Hasta ahora el pequeño planeta de las comunicaciones podía ser divisado poco antes de la aurora, por el horizonte oriental; permanecerá estos días escondido bajo el fulgor solar, y a finales de semana podrá ser visto nuevamente, durante los siguientes 60 días, pero, sólo después del ocaso, como una estrella vespertina, por el sector oeste del cielo.

La simbología de la conjunción de Mercurio con el Sol, y los cambios en su posición y horario, permiten deducir que asuntos de intercambios y negociaciones pueden adquirir gran relevancia en los días por venir, en los que se podrán producir polémicas decisiones, acuerdos o sentencias, por parte de organizaciones o grupos con posiciones divergentes en su seno, luego de no pocas controversias y largas discusiones.

El pasado sábado 17, la Medialuna comenzó a perder luz y visibilidad desde Piscis, en conjunción con Quirón. Entre las noches del martes 20 y el viernes 23, entrará en condición Balsámica. Bajo ese modo lunar, de los últimos 3.5 días de su ciclo, se produce el Solsticio mercuriano en el portal de su propio signo zodiacal (Cáncer), clara indicación de que este segundo semestre del año será un período muy emocional, de purga, revisión, sufrimiento, limpieza, desintoxicación, purificación y sanación.

Está por comenzar el segundo semestre del año, corresponde al recorrido solar por la zona intertropical, del extremo norte, el 21 de junio, en Trópico de Cáncer, al extremo sur, el 21 de diciembre, en Trópico de Capricornio. Por los factores ya mencionados que acompañan a este Solsticio mercuriano de Luna Balsámica, podemos concluir que será un período intenso de depuración y catarsis.

El próximo Solsticio decembrino representa la otra cara de la moneda. No sólo porque será de invierno y en el sur, sino porque el Sol ingresará al portal de Capricornio acompañado excepcionalmente por su regente Saturno (*), en lugar de Mercurio en su punto culminante, diminuto astro que para ese momento estará retrogradando; con Luna Nueva saturnina, en vez de una luna quironiana y balsámica, como ahora. Oportunidad de oro para el inicio de una nueva era, en que lo resaltante será el impulso para la renovación, restructuración, regeneración y transformación del status quo, después de haber superado este catártico semestre.

(*) No había ocurrido en los últimos tres siglos.


🇺🇸 Ahora puedes leer el Código Estelar en inglés: http://bit.ly/2rtS3pz

Traducido por Jorge Pardo Febres-CorderoTraductor Público Certificado (Español-Inglés-Español) – [email protected]


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Stephen Rahn

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