Responsabilidad y autoritarismo

El Sol pasa su última semana en los predios del León. Desde el venidero domingo 23, el Astro Rey desocupa el territorio de Leo y se interna en el signo de Virgo. Cambiará la energía, comenzará la transición hacia el otoño. Pero, antes de que abandone su zona de poder, el Sol se enfrentará al poderoso Saturno, en una competencia de pulso, a ver quién logra dominar no sólo al adversario, sino imponer su Ley, por encima de cualquier otra.

Comienza la semana con una Luna semi-escondida. Apenas aparece por poco tiempo, al anochecer, por el sector occidental del cielo, aunque a medida que pasan los días se hará más visible y emitirá mayor cantidad de luz. Ella estará transitando tres signos zodiacales: Libra, Escorpio y Sagitario. El próximo sábado, cuando vaya saliendo de Escorpio, se inmiscuirá en el pleito entre Sol y Saturno, intentando mediar entre ellos.

Estos días están impregnados de mucha fuerza saturnina. El sentido de la Autoridad, responsabilidad, temor, limitación, control y represión se asocia con el sexto planeta que circunda al Sol. Es una energía necesaria para el establecimiento del orden y de la estructura, pero al mismo tiempo representa la noción de castración y dominio. Bajo su influencia se crea una atmósfera de imposición y exigencia que impiden el libre albedrío.

Cuando el Sol llegue a su última jornada en lomos del León, formará un ángulo de noventa grados con Saturno, que también estará en sus últimos días escorpianos, creando entre ambos una corriente energética de conflictividad y confrontación entre el refulgente movimiento solar y la plomífera rigidez y autoritarismo del Dios del Tiempo o Señor del Karma, como también se le conoce al planeta rodeado de anillos.

En momentos en que se lleva a cabo la competencia entre la radiante y extrovertida fuerza del Sol y el poder impositivo y controlador de Saturno, se cuela en medio de ambos la fascinante y enigmática figura lunar. Comienza en ese momento la fase del Cuarto Creciente de nuestro satélite noctámbulo. Se desparrama en el cielo un haz de ondas vinculadas con la profusión de emociones contradictorias: la fuerza exultante de la vida, el poder restrictivo del miedo y la gozosa fecundidad de la feminidad.

La supremacía transitoria de Saturno emigrando de Escorpio, seducido por el misterio de la media cara luminosa de la Luna, y su enfrentamiento con la diáfana presencia solar, le permiten exhibir sus dos manifestaciones más reconocidas: la responsabilidad y el autoritarismo. La primera se basa en su confianza en sí mismo, en su ambición, autocontrol, persistencia y voluntad para cumplir con sus deberes y asumir sus obligaciones, con eficacia y firmeza. La segunda se sustenta en el miedo, temor a ser desafiado, a perder poder, a que se le contradiga o a que se le ignore. 

Esos son los dos rostros del Poder. Como todo en la vida, tiene su lado brillante, favorable y beneficioso, y posee su zona sombría, maléfica y tiránica. El planeta Saturno representa la sabiduría transmitida por los años vividos, la fuerza de voluntad, la severidad para consigo mismo y para con los otros, la exigencia, la necesidad de reconocimiento y de sacrificio; pero, también la imposición, la prepotencia, la soberbia y el orgullo, que impiden el crecimiento autónomo y natural de quienes le rodean.

La confluencia de Saturno en cuadratura con el Sol, por una parte, y su conjunción con la Luna Creciente, por la otra, nos brinda la oportunidad de apreciar esa doble cara del Poder: la disciplina y voluntad para alcanzar las metas propuestas, junto al ejercicio arbitrario de la Autoridad.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (17 al 23 agosto 2015)

Horario Costa Este América (- 04:00 GMT). astrologuia.wordpress.com