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jose bernardo gomez

Plenilunio en martes trece

En los próximos días, cuando el Sol, en su recorrido por el hemisferio sur, se aproxima a su máximo alejamiento del ecuador terrestre, poco antes del Solsticio, una Luna Llena en martes trece, seguida por la formación de una Cruz Cósmica de nuestro satélite con otros tres astros, movilizará energías poderosas.

El pasado sábado 10 de diciembre se presentó la conjunción exacta entre el Sol y Saturno, finalizando el segundo decanato de Sagitario. Aunque eso sucede cada doce meses y medio, no volverá a ocurrir tal encuentro astral en ese signo zodiacal hasta dentro de 28 años.

En estos días en que Sol y Saturno intercambian sus cualidades predomina un ambiente de dificultades y restricciones, de limitaciones y esfuerzos, donde el peso de las obligaciones y las penurias son más patentes, resaltando la necesidad del esfuerzo, el trabajo y la disciplina para consolidar lo desarrollado y obtener mayor sensación de seguridad.

El último plenilunio del año será el martes trece de diciembre, cuando el Sol recorra Sagitario, junto a Saturno, y la Luna lo haga por el punto opuesto, en Géminis.  De esa forma se producirá una doble confrontación: entre la emocional Luna, de un lado, y la severa rigidez de Saturno, reforzado por el brillo solar, del otro.

El martes trece, será un día de alineamiento astral. Saturno, Sol, Tierra y Luna formando una línea de poderoso fluido energético en el eje Sagitario-Géminis. Nuestro planeta, en el centro, vibrará con la fuerza de dos corrientes de energía que halan hacia extremos opuestos, provocando más sensibilidad emocional y alterando el equilibrio terrenal.

Un par de días después del Plenilunio, cuando nuestro plateado satélite transite por Cáncer, formará una configuración especial de alta tensión, denominada Cruz Cósmica. Tal figura consiste en el cruce de dos alineamientos planetarios, con la Tierra en el centro, generando un excedente de energía que se manifiesta en el comportamiento de la naturaleza y de quienes hacemos vida en el planeta.

La Cruz Cósmica se dibuja desde los cuatro signos cardinales, aquellos que marcan el inicio de las estaciones climáticas: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, lo que incide en el carácter impetuoso y provocador que esta configuración propaga.

La Luna desde Cáncer, actúa como agente generador de esta formación astral, al conectarse con otros tres astros lentos: Plutón, en Capricornio; Urano, en Aries; y Júpiter, en Libra. El tono cardinal de la Cruz, junto a la naturaleza indómita de los astros involucrados, repercute en el inconsciente bajo la forma de estados emocionales alterados.

Las complejas condiciones planetarias de estos días que anteceden a la Navidad proveen oportunidades para la introspección y para la asimilación de experiencias, con un elevado potencial para la toma de consciencia, personal y colectiva.

Todo impedimento es un aliciente para la superación, el crecimiento interior y el fortalecimiento del espíritu. Todo lo que nos viene de arriba siempre nos ofrece una lección de vida en la Tierra, nos prepara para desafíos ulteriores. Por eso, nunca hay que temer a los tránsitos planetarios, ni a las configuraciones que ellos integran; tampoco a las fechas que cargan marcas maléficas o están sometidas a supersticiosas creencias. Todos ellos no son sino meras señales de las vivencias internas y de las tareas que debemos cumplir, en nuestro camino hacia la plena realización.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Wakanmuri

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