La noche más oscura del año

La semana previa a la Navidad viene cargada de sucesos siderales que marcan la tónica de los acontecimientos terrenales. Comienza con la fuerte tensión entre Urano y Plutón, y concluye con el Solsticio invernal y la Luna Nueva. El Sol recorre los últimos grados de Sagitario y la Luna cada noche va perdiendo luz y presencia. Las dos luminarias celestes se sincronizan para anunciar la llegada del espíritu navideño y el comienzo de un nuevo ciclo anual y mensual. Semana entretenida que nos exige conectarnos con las fuerzas cósmicas para vivir con mayor consciencia y con más consistencia.

Dos astros desconocidos en la antigüedad, que marcan una amplia trayectoria en su recorrido zodiacal, se conectan, al comenzar esta semana, a través de un ángulo de 90°. Tal posición en el firmamento, revela un ambiente de gran tensión entre fuerzas poderosas: una relativa a hechos violentos y abruptos, que provocan desestabilización; y la otra, manifestándose como factor decapitador y aniquilador del orden establecido. Se trata de una corriente energética asociada a los planetas Urano y Plutón. Ambos compartieron el mismo punto hace 48 años, en Virgo; mientras que ahora, rivalizan desde posiciones antagónicas, en Aries y Capricornio, afectando el equilibrio mundial.

Nuestra Estrella Central, el Sol, recorre los últimos trechos del signo de Sagitario, cuando se va acercando al punto más austral de su recorrido anual (el Trópico de Capricornio, a 23.5° de Latitud Sur). Por esa razón, el domingo 21 se produce el fenómeno geoastronómico del Solsticio, de Invierno en el Norte y de Verano, en el Sur. En las regiones más septentrionales se vivirá la noche más larga y oscura del año, pues la luz solar será muy reducida durante el día, y la Luna se mantendrá escondida durante las interminables horas nocturnas.

Nos enfrentamos a una experiencia inédita, pues la ronda anual del Sol se sincroniza de forma única con el periplo mensual de la Luna. Coinciden en el umbral de Capricornio, el Sol y la Luna, provocando simultáneamente el Solsticio y la Luna Nueva. Por ese motivo, en mucho tiempo no se volverá a vivenciar una noche tan oscura como ésta, en el hemisferio norte. El acontecimiento del Solsticio ha creado en el campo cultural y espiritual de la región nórdica, lo que se conoce como la llegada del “Espíritu de la Navidad”, herencia de las fiestas saturnales celebradas en la antigüedad en honor al dios del Tiempo, como invocación al calor y luz tan necesarios para la vida, que en este período se ausentan.

La semana que precede a la Navidad tiene un carácter especial. Es el tiempo preparatorio para el Invierno, época anual de recogimiento, introspección y reflexión, que los seres humanos, hemos convertido en festividad, alegría, extroversión y reunión familiar, para compensar las adversas condiciones climáticas. Las motivaciones religiosas que fueron apropiándose de este período estacional han venido siendo desplazadas, a su vez, por los intereses comerciales y el afán de lucro que domina la cultura consumista del mundo contemporáneo. Si volvemos la mirada a los orígenes de las festividades decembrinas, nos encontraremos con que la relación de nuestro planeta con el contínuo y cíclico movimiento astral determina el verdadero sentido del Tiempo que nos corresponde vivir.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (15 al 21 de diciembre 2014)

                                                                Horario Costa Este USA (+ 05:00 GMT).