Desde la madrugada del lunes 23 de octubre, el Sol se encuentra bajo el signo de Escorpio, donde permanecerá casi un mes. Durante este período, a tono con la época del año en que -en el norte- disminuye la luz y la temperatura, provocando la caída y decoloración de las hojas de los árboles, se expresan con mayor fluidez las características atribuidas a este signo y a quienes nacieron en esta época del año.
En este lapso en que el Sol pasa por Escorpio, se perciben con más facilidad los cambios en el entorno natural, bien sea el florecer de los campos, en el sur; o la pérdida del verdor, en el norte. El planeta Júpiter, símbolo de crecimiento y expansión, también está comenzando su tránsito de trece meses por este signo zodiacal, reforzando su influencia.
Coincide el comienzo de este período escorpiano con la fase de Luna Nueva, que se inició el pasado jueves 19. Ello le otorga más protagonismo al signo, identificado con el elemento agua, que representa el carácter emocional e introspectivo, la sensibilidad extrema y la tendencia a vivirlo todo con intensidad.
Escorpio es uno de los cuatro signos fijos. Ellos reciben la energía solar en el mes central de cada una de las estaciones, y por ello, son los que mejor revelan el carácter de su respectiva cualidad climática. Tauro, en la primavera; Leo, en el verano; Escorpio, en el otoño; y Acuario, en el invierno. Todos ellos transmiten la noción de seguridad, firmeza y constancia en pensamientos, acciones y sentimientos.
Los nacidos bajo la imagen del Escorpión son apasionados y posesivos. Tienden a ser misteriosos, poco expresivos, exploradores de su mundo interno y suelen asumir posturas radicales. Dan y exigen entrega incondicional, que se expresa también en la forma de conectarse con las fuerzas más íntimas de la relación alma-cuerpo, a través de la sexualidad, que juega un papel importante, como forma de renovación vital
Los nativos de Escorpio se guían por sus más íntimos deseos, buscan la verdad profunda, hasta debajo de las piedras, tratando de llegar hasta las últimas consecuencias, en todas las áreas de la vida. Son intuitivos, conectados con fuerzas extrasensoriales, que les provee de poderes ocultos y habilidad para la manipulación.
El signo del Alacrán está gobernado por Plutón, el más alejado planeta que rodea al Sol, simboliza el poder del inframundo y la disposición para llegar hasta el final en todas sus acciones. Este pequeño astro representa también la idea de la muerte, la sexualidad, la transformación profunda, el interés por lo desconocido y el más allá. Es símbolo del reciclaje en la naturaleza.
Los escorpianos no toleran posiciones ambiguas, ni posturas intermedias, sino que se debaten entre la opción de todo o nada. Tienen capacidad para renacer de sus cenizas, cual Ave Fénix; cada vez que pasan por experiencias de finalización, ruptura o muerte, de las que salen fortalecidos, asumiéndolas como el paso necesario para su propia regeneración. Requieren seguridad, conexión con lo material, serenidad, equilibrio, independencia y sociabilidad.
Los nacidos bajo Escorpio se inclinan por profesiones y oficios en los que el interés por lo desconocido se hace manifiesto, tales como investigadores, detectives, médicos forenses y patólogos, sexólogos, psiquiatras, actividades funerarias, psíquicos, videntes, inversionistas de bolsa, banqueros y asesores políticos o financieros, entre otros.
Los escorpianos no son muy comunicativos, se relacionan mejor a través de la emoción que de la palabra. Su mayor debilidad es su comportamiento enigmático, pero al mismo tiempo se expresan con franqueza y sinceridad, sin temor a herir a los otros. Se distinguen por su autenticidad y la firmeza de sus principios, ideas y creencias.
La gente de Escorpio se compromete a través de relaciones profundas, apasionadas y de mucha intensidad sexual; aunque también pueden llevar, sin mayores conflictos, relaciones clandestinas u ocultas. Les atrae la sensibilidad, adaptabilidad y protección que les brindan los de Cáncer; la imaginación y entrega desinteresada de los Piscis; así como, la sensualidad y perseverancia, propias de los Tauro.
El próximo jueves 26, el Sol se juntará con Júpiter, en los primeros grados del signo. Eso marca el inicio del ciclo escorpiano de ese planeta, hasta el 26 de noviembre de 2018, alcanzando su máximo desarrollo el venidero 8 de mayo, cuando ambos astros vuelvan a alinearse con la Tierra. En este período aumenta el interés por lo oculto, la necesidad de acabar con hábitos y relaciones insatisfactorias y viajar a regiones desconocidas (del mundo interno o externo), procurando expansión personal e indagando por la razón de la existencia.
La Luna Llena de este mes zodiacal se mostrará durante la noche del 4 de noviembre, momento mágico de extrema sensibilidad, que estimulará las pasiones y avivará el interés por lo oculto. Bajo su influencia, las relaciones humanas se verán afectadas por experiencias insólitas que cambiarán el ritmo de la cotidianidad. Será una oportunidad para el desarrollo de la intuición y el descubrimiento de realidades que ignorábamos.
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Traducido por Jorge Pardo Febres-Cordero, Traductor Público Certificado (Español-Inglés-Español) – [email protected]
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