Luna llena premonitoria

La semana comienza con Plenilunio en Virgo, y termina con la conjunción Sol – Neptuno, en el signo opuesto, Piscis. Ambos eventos astrales le otorgan a este período una cualidad peculiar: el estímulo de la sensibilidad y la conexión con el mundo no material, a través de la fantasía, la ilusión, la compasión, el sacrificio y los procesos inconscientes. Hemos comenzado a transitar por una etapa transicional, que concluye con el venidero Equinoccio del 20 de marzo, momento en que se iniciará el nuevo año astral.

Desde el pasado fin de semana el Sol recorre el último signo de la rueda zodiacal. Se trata del Signo de los Peces, representado por dos ejemplares que nadan en sentido contrario. Es un signo de agua, asociado con el flujo emocional e inconsciente que inunda la experiencia humana; y está regido por Neptuno, el gaseoso planeta de lo inasible.

En esa zona zodiacal están hospedados tres astros: Sol, Neptuno y Quirón. El primero, derrama la fuerza vital; el segundo, acentúa las condiciones del signo; y el tercero, representa la noción de sufrimiento, con potencia sanadora. En síntesis, la presencia del Sol, junto a los dos planetas mencionados, en esta área del firmamento, nos conecta en este lapso con una cualidad específica de la energía: lo emocional, lo inconsciente y lo espiritual.

En un par de semanas, las condiciones energéticas propias de Piscis se harán sentir con mayor intensidad. Desde allí se estará produciendo un alineamiento quíntuple. Hasta cinco astros formarán una línea recta en el eje Piscis-Virgo, con la Tierra en el punto central. Triple conjunción Sol-Luna-Quirón en un extremo y Júpiter en el otro. Ese Novilunio tendrá un carácter especial: será el único Eclipse Total en los próximos 18 meses.

La semana comienza, cuando nuestro satélite, la Luna, alcanza su máxima iluminación, transitando por Virgo, alineándose con la Tierra y el Sol. A partir de este momento, de enfrentamiento al Sol, la Luna comienza a perder luminosidad y se lanza a perseguirlo, hasta que logre alcanzarlo y ocultarlo el venidero 8 de marzo. Es decir, este plenilunio culminará, catorce días después, con un significativo y peculiar Eclipse Total de Sol pisciano.

Esta Luna Llena alcanza la noche del martes 23 una posición prominente al alinearse con el más voluminoso de los planetas, Júpiter (conjunción) de un lado; y con el más extraño de ellos, Quirón (oposición), del otro. Esta configuración planetaria representa la escena preparatoria del extraordinario Eclipse de marzo. Es en ese eje donde se presentará el fenómeno, y donde tres de los cinco astros involucrados efectúan el ensayo final.

Mientras el Sol transite por Piscis, Neptuno adquiere mayor relevancia, pues como es el regente de esa zona, sobresale su cualidad energética. Esta semana juega un papel preponderante, ya que se inicia cuando la Luna Llena se ubica en el punto opuesto, y culmina el domingo 28, cuando el Sol se le une, en los nueve grados de Piscis.

Esta última semana de febrero puede catalogarse como un lapso que transcurre bajo el Efecto Neptuno. Es un planeta asociado con la confusión, la ilusión y el engaño. Ofrece un potencial inmenso para la creatividad y el arte, para la compasión y el sacrifico, para la espiritualidad y el misticismo, para los sueños y la fantasía; pero también, para la evasión de la realidad, para la mentira, para lo etéreo y nebuloso, para las sensaciones de reclusión y disolución. En fin, un tiempo donde la racionalidad y el sentido de realidad brillan por su ausencia.

La Luna Llena de esta iluminada semana, bajo el confuso dominio de Neptuno, prepara el ambiente de cambios e inestabilidad que se avizora para las semanas por venir. Es la antesala del único Eclipse Total del año, en el que el Sol dejará de brillar y el brumoso paisaje neptuniano impedirá ver la realidad en su justa dimensión.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (22 al 28 febrero, 2016).

Horario Costa Este América (- 05:00 GMT).  astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Carl Milner