Luna balsámica

Se inicia la semana con la presentación de la Media Luna recorriendo el último sector de la rueda zodiacal. En los días sucesivos, nuestro satélite seguirá disminuyendo en tamaño y presencia, pero comenzando un nuevo circuito por los signos zodiacales y alcanzando su mayor cercanía a nuestro planeta, como preámbulo a su próximo alineamiento con Tierra y Sol. Estamos, por tanto, viviendo la noción de acabamiento. Su habitual ciclo de 29.3 días llegará a su final el domingo 17 a la medianoche, sin posibilidad de que nuestro reflector nocturno pueda transmitir luz, pues estará resguardada en horas de la noche. Estos días ofrecen la oportunidad para la introspección, la evaluación de lo vivido y la preparación de una nueva fase de desarrollo.

Ésta será una semana completa de Luna Menguante. Cada fase lunar da pie a una fórmula de medición del tiempo. Así como el movimiento de traslación de la Tierra es cuantificado como año, el ciclo lunar completo como mes, y el movimiento de rotación terrestre como día, la semana de siete días corresponde a una cuarta parte del ciclo sinódico de la Luna, en el que ésta se expresa como una de las cuatro fases de su desarrollo, como ocurre con el ciclo de la vida y de las civilizaciones: nacimiento, crecimiento, plenitud y decadencia, que culmina con la muerte, que a su vez representa un nuevo nacimiento. Nos corresponde, por tanto, a los habitantes del Orbe, vivenciar durante esta segunda semana de mayo, la condición de disminución, decrecimiento, balance de lo realizado y gestación de lo que está por ocurrir.

Cada una de las cuatro fases de la Luna (nueva, creciente, llena y menguante) puede ser dividida a su vez en dos mitades, una más identificada (por su cercanía) con la fase precedente, y la otra con la fase siguiente, lo que le otorga un perfil propio a cada media semana. Son pues, ocho las subfases que nos da nuestro satélite. Así, desde el jueves 14 en la tarde y hasta el domingo 17 a la medianoche, (casi 3.5 días) viviremos la última subfase del ciclo lunar, mejor conocida como Luna Balsámica. Como lo indica su nombre, es un período propicio para colocar bálsamo en las heridas, esto es, para procesar, asimilar, purgar, purificar y sanar todo aquello que nos haya venido ocurriendo en los primeros 25 días del ciclo. Esta próxima Luna Balsámica nos otorga el don de la serena conclusión.

El recorrido mensual de la Luna alrededor de la Tierra no es circular, sino elíptico, motivo por el cual, en su tránsito mensual o ciclo sideral (27.4 días) hay un momento de máximo alejamiento del planeta (unos 405.000 kms), conocido como apogeo y otro de mayor acercamiento (unos 360.000 kms), denominado perigeo. Así, el influjo electro-magnético del satélite puede ser mayor o menor, según sea su distancia de la superficie terrestre, al igual que su influencia simbólica. El próximo jueves 14, en horas de la noche, se producirá el Perigeo Lunar, cuando la Luna se ubique a 366.024 kms. del planeta Tierra; por tanto, a mitad de semana tendremos la coincidencia del inicio de Luna Balsámica con el Perigeo Lunar. La sensibilidad y emocionalidad propias de la Luna, comenzando un nuevo periplo zodiacal, desde el impulsivo Aries, bálsamo para el alma adolorida.

Al desarrollo de esta última etapa del ciclo lunar, se le agrega el cambio de la energía marciana. En la noche del mismo lunes 11, Marte termina su recorrido por Tauro y cruza el umbral de Géminis. La fuerza audaz, independiente y luchadora de ese astro se combina con la habilidad mental y la facilidad comunicativa geminianas, para transmitir un mensaje más directo, agresivo y retador. Durante mes y medio estará Marte en Géminis, trazando nuevas estrategias guerreras y desarrollando formas más sutiles de agresión. Durante este período, la impulsividad guiará el uso de la mente y la palabra.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (11 al 17 de mayo 2015)

Horario Costa Este América (- 04:00 GMT).  astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Hernán Piñera