El pasado jueves 28 se produjo la tercera y última oposición entre el planeta Júpiter, asociado con los procesos liberadores, y Urano, el astro de los cambios abruptos. El enfrentamiento entre los dos astros se había producido en dos ocasiones anteriores (26 de diciembre y 3 de marzo), aunque forma parte de un solo proceso, que ocurre cada trece años; los dos primeros preparan el terreno, y el tercero provoca el desenlace del conflicto entre fuerzas antagónicas.
Esta aspectación planetaria representa el momento álgido de un ciclo de trece años, que se inició el 4 de enero de 2011, con la conjunción entre los dos planetas, y concluirá el 21 de abril de 2024, cuando vuelvan a encontrarse. Ahora se alcanza el clímax del ciclo Júpiter-Urano, determinando las condiciones óptimas para que se provoque un salto cualitativo en los procesos de cambio social, que se han venido gestando en los últimos siete años.
Ha coincidido esta última oposición entre Júpiter (liberación) y Urano (rebeldía) con el controvertido referéndum, en el que el pueblo catalán se ha pronunciado este domingo sobre su separación e independencia de España. La confluencia de ambos sucesos en un mismo tiempo, constituye una clara expresión de la sincronía existente entre los movimientos astrales y los acontecimientos humanos.
El anterior proceso de oposición entre Júpiter y Urano en el eje Libra/Aries, había ocurrido el 11 de octubre de 1934, cuando ambos astros se enfrentaron –igual que ahora- en el último grado de los dos signos, a sólo 2° del punto actual. 5 días antes de que se produjera ese significativo aspecto planetario, el 6 de octubre de 1934, fue proclamada la independencia de Catalunya, como un Estado autónomo dentro de la República Federal Española.
Se requirió de una vuelta completa de Urano y 7 circunvalaciones de Júpiter para que se volviera a presentar una idéntica relación entre esos dos planetas, que combinados representan la noción de cambio, independencia, rebeldía, originalidad y lucha, con respecto a las tendencias conservadoras del status quo.
Durante la presente semana, la confrontación entre estos dos planetas se va a acentuar con otras dos relaciones interastrales, que reflejan la misma cualidad energética: la lucha de los opuestos. Se trata de dos configuraciones planetarios distintas, pero que conllevan manifestaciones similares. Se trata del antagonismo entre los símbolos que representan a las fuerzas activas, impulsivas, masculinas; y a las tendencias pasivas, receptivas, femeninas. Las energías opuestas y complementarias del yin y del yang.
El jueves 5 se producen simultáneamente en el cielo la oposición entre el Sol y la Luna, por una parte; y la conjunción entre Venus y Marte, por la otra. Nuestro Astro Rey transitará por Libra y nuestro Lucero Nocturno lo hará por Aries. El resultado visible será la presencia del esplendor de la Luna Llena. La Luna emergiendo por el este y reflejando la luz solar, cuando el Sol haya desaparecido de escena, por el oeste. Del enfrentamiento entre estas dos luminarias surge la complementación entre ellas, cada una cumpliendo con su propia función.
Las otras dos entidades planetarias que simbolizan lo masculino y lo femenino también tendrán la oportunidad de integrarse en sus diferencias, cuando se encuentren en el mismo punto zodiacal. El mismo día del Plenilunio se produce la conjunción entre Venus y Marte. Los dos astros se fusionan en su paso por Virgo. El encuentro entre los dos vecinos de la Tierra, representa la necesaria integración de lo masculino y lo femenino en cada ser humano, y ofrece la oportunidad para mejor conectarnos y complementarnos con quien represente para nosotros la energía del sexo opuesto.
Comienza el mes de octubre con una múltiple manifestación de corrientes opuestas que se concentran en el poder del Sol al transitar por Libra. Es la época del año que demanda mayor equilibrio para obtener un punto de encuentro entre los extremos. Equivale al momento del amanecer o del crepúsculo, en que los matices y las sombras superan a la incandescencia y a la oscuridad.
Las oposiciones de Júpiter con Urano y del Sol con la Luna, mientras recorren los signos del Otoño y la Primavera (Libra y Aries) junto a la unión de Venus y Marte, en Virgo, signo de la transición, nos proponen la tarea de buscar la integración, estimular la complementación y desarrollar la visión comprehensiva de las aparentes contradicciones de la existencia en común. En días recientes, la naturaleza nos ha dado la gran lección de lo que son capaces las fuerzas extremas cuando intentan restablecer el equilibrio perdido.
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Traducido por Jorge Pardo Febres-Cordero, Traductor Público Certificado (Español-Inglés-Español) – [email protected]
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