Este año el Sol se paseará por Sagitario desde casi la medianoche del martes 21 de noviembre hasta el mediodía del jueves 21 de diciembre, momento del Solsticio de Invierno, en el hemisferio norte. Durante este período, las características de personalidad que se atribuyen a los que nacieron bajo la tutela de este signo son más visibles, pues son días en que se mezclan las condiciones climáticas propias de dos estaciones (otoño-invierno, en el norte; y, primavera-verano, en el sur), creando una atmósfera dual, de ambigüedad e imprecisión.
El signo de Sagitario se relaciona con el elemento fuego, que representa el carácter impulsivo, activo y extrovertido, la fuerza para tomar decisiones y la inclinación a entusiasmarse por descubrir lo novedoso y desconocido. Su cualidad mutable lo lleva a cambiar de opinión con frecuencia y a adaptarse fácilmente a condiciones de vida diferentes; así como interesarse en temas muy variados.
A Sagitario lo rige el planeta Júpiter, el más grande del sistema solar, que representa la abundancia, la exageración, la generosidad y la impaciencia. Este enorme astro también se asocia con la idea de la Justicia y la Verdad, el interés por el conocimiento integral, por los viajes y la aventura, proporcionando una actitud positiva y optimista ante la vida.
Como Júpiter seguirá internado en Escorpio, el signo que antecede a Sagitario, en el transcurso de los próximos once meses, todo este período será preparatorio para las condiciones de expansión y desarrollo que se presentarán a lo largo del año (2019), cuando el planeta regente le otorgue toda su magnanimidad al signo zodiacal bajo su custodia.
Quienes nacieron bajo la imagen del Centauro suelen ser buscadores activos de experiencias enriquecedoras para el cuerpo y el espíritu. Su naturaleza dual, como la figura mítica que los representa: una parte superior humana y otra inferior en forma de caballo, combina su fuerza instintiva con su interés por la plenitud espiritual.
El personaje mítico del Centauro que se comporta como un diestro arquero, se caracteriza por su disposición y puntería para lanzar la flecha hasta los territorios más lejanos para cazar o herir a su presa. Así, se le vincula con el impulso vital a recorrer libremente por paisajes muy diversos, tras la búsqueda del conocimiento verdadero, que ofrezca una explicación completa e integral a las grandes interrogantes que siempre le han inquietado.
Los hijos e hijas de Sagitario poseen cualidades que les permiten ejercer profesiones y oficios en los que logran satisfacer su espíritu curioso y emprendedor, en actividades tan diversas como turismo, pilotos, exploradores, filósofos, misioneros, investigadores, profesores universitarios, jueces, diplomáticos y funcionarios de organismos internacionales.
En el área sentimental los sagitarianos se entusiasman con personas distintas a ellas, de los que pueden aprender mucho, aunque no sean muy constantes, pues les atrae la variedad. Les gusta mantener relaciones con personas extranjeras o que vivan fuera de su ambiente, ya que siempre andan a la caza del amor verdadero.
Los sagitarianos son generosos, amables y muy sociables, se dejan llevar por sus impulsos e intuición. Su mayor debilidad es la inestabilidad y la facilidad con que pueden cambiar de opinión, pero al mismo tiempo son decididos y no temen decir la verdad, tal como la sienten. Se distinguen por su actitud optimista y por su inconformismo, que los lleva a seguir aprendiendo y creciendo, sin limitaciones.
Durante los días en que el Sol esté transitando por Sagitario, se alterarán las condiciones que han prevalecido en los últimos meses. El planeta Mercurio, asociado con los procesos de comunicación, entrará en la última etapa de retrogradación anual. Eso ocurrirá entre el 3 y el 23 de diciembre, lapso en que se dificultan los encuentros y los acuerdos; en los que conviene más dedicarse a reflexionar, antes que participar en algún nuevo proyecto.
El pequeño astro de las comunicaciones se unirá, bajo su limitado tránsito retrógrado, con Saturno (6 dic), el Sol (12 dic) y Venus (15 dic), creando situaciones que ameritan poner atención a los asuntos profesionales, personales y sentimentales, que requieran ser modificados.
La Luna Llena de este lapso coincidirá con el inicio de la retrogradación de Mercurio, el mismo 3 de diciembre. Se trata de un Luna bajo condición especial, ya que se mostrará más grande que de costumbre, al pasar más cerca de la Tierra, que en el resto del año.
En ese Plenilunio se presentará una configuración singular, ya que en su alineamiento con el Sol y nuestro planeta se establecerá un ángulo recto con Neptuno, el planeta que representa los sueños, fantasías, ilusiones y engaños. La mezcla de esta inmensa Luna Llena neptuniana y la retrogradación de Mercurio puede provocar la pérdida del sentido de realidad, principalmente en el campo emocional.
Hacia el final de la estancia del Sol por Sagitario ocurrirá la Luna Nueva del signo, en la madrugada del 18 de diciembre. Eso coincide con las últimas horas de Saturno en ese mismo signo, como antesala a la llegada del Espíritu de la Navidad. Lo que será la última Luna Nueva de 2017 nos invita a romper con los estereotipos y a explorar e innovar en el cumplimiento de nuestras obligaciones, con mayor madurez, sensatez y seriedad.
Se avecinan tiempos en que se debilitan y desmoronan las estructuras caducas, eso nos exige crear y adaptarnos a nuevas formas de organización con los demás. Los compromisos y las responsabilidades adquirirán mayor significado y comenzará un nuevo estilo de asumir la vida profesional y las relaciones con la colectividad.
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Traducido por Jorge Pardo Febres-Cordero, Traductor Público Certificado (Español-Inglés-Español) – [email protected]
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