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jose bernardo gomez

Época de transición

Ha comenzado la última semana de la primera mitad del año. Este primer semestre comenzó propiamente cuando el Sol lanzaba sus rayos perpendicularmente sobre el paralelo 23º Sur, conocido como Trópico de Capricornio. Desde ese instante comenzó el movimiento ascendente del Sol con respecto a la Tierra, hasta que el venidero 20 de junio llegue al punto más septentrional del planeta, que corresponde al mismo paralelo, pero esta vez en el hemisferio Norte.

Así como el Sol va calentando e iluminando por más tiempo los territorios norteños, también la Luna pasará la semana aumentando su volumen iluminado y reflejando la luz solar durante más tiempo nocturno y sobre mayor extensión territorial, ya que experimenta su Fase Creciente.

Este año coincidirán Solsticio de Verano y Plenilunio, causando un fenómeno poco frecuente: la jornada solar más larga del año, en el norte, seguida por la noche más fulgurante del mes. Bajo las condiciones descritas, concluye la primera media vuelta de la Tierra alrededor del Sol, es decir, el primer semestre de este período anual.

La última semana del Sol en Géminis, acompañando a Venus, también será el estreno de Mercurio en ese signo, donde se encuentra muy cómodo, ya que se le asocia con la flexibilidad, el intercambio, la objetividad y la capacidad camaleónica de adaptación al medio ambiente. Es un tiempo propicio para los cambios.

Los denominados signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis), por donde estarán transitando esta semana hasta siete astros (sin contar la Luna) se identifican con la cualidad de la transición, pues el paso solar por esos sectores del cielo se presenta en las cuatro ocasiones en que finalizan las estaciones climáticas y se experimenta el cambio de luminosidad, temperatura y ambiente físico.

Termina Géminis y con él la primavera. Ya comienza a percibirse los efectos del verano, y la energía se va modificando sustancialmente. Ahora es más fácil diferenciar la primera parte del año de la que está por comenzar. Se manifiesta una especie de separación entre una mitad y la otra. Nos hallamos en la semana más transicional del año.

Esta antesala del Solsticio de Verano es el símbolo de la transición climática. La última semana de Géminis refuerza esa imagen de ambigüedad e indefinición que antecede a todo cambio profundo. Este paso de la primavera al verano es como el puente que separa y une, al mismo tiempo, dos riveras. Los fenómenos siderales también se conectan con la psique colectiva, que en tiempos como éstos, se identifica con la transición de un estilo de vida a otro. Transmite la certeza que está por ocurrir un cambio más profundo que el meramente estacional.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: axxonlive

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