El año del Mono

Los días precedentes recibimos de las fuerzas cósmicas las vibraciones de disminución y acabamiento. La Luna terminaba su recorrido mensual sinódico de 29.5 días, para volver a juntarse con el Sol, mientras se unía en Capricornio, con Plutón, Venus y Mercurio. En su propio día (lunes), nuestro satélite vuelve a compartir con el Astro Rey la misma posición zodiacal en pleno invierno. La milenaria sabiduría de los chinos estableció ese acontecimiento como indicador adecuado para dar inicio formal a un nuevo ciclo anual.

A diferencia de Occidente, que rige su calendario civil en función de la relación de nuestro planeta con el Sol, al considerar el período anual como el equivalente al movimiento de traslación planetaria de 365.25 días alrededor del Sol; la civilización china y el mundo oriental, le otorgan mayor significación al movimiento lunar en relación con la Tierra y el Sol.

El momento en que la Luna pasa en medio de la línea formada entre Tierra y Sol, cuando ella se torna invisible a nuestros ojos, marca el punto de fin e inicio de su ciclo sinódico. Bajo ese fenómeno selénico se presenta el momento adecuado para los comienzos.

El tiempo de máximo frío y oscuridad en el norte es en realidad en medio del invierno. Por eso, se ha considerado esta segunda lunación post-solsticio (equivalente a la Luna Nueva de Acuario, en Occidente) el comienzo formal del año chino. El calendario occidental cristiano otorga al año una duración de 365 días (y un día adicional cada 4 años).

En el calendario chino, el año tiene una duración variable en días, pues se ajusta al período de trece lunaciones. Por eso, se habla de su carácter lunar. Menos exacto, lógico y formal que el de occidente, pero más dinámico, simbólico, subjetivo y real. En China, la noción de ciclo está más ajustada a la vida misma y menos atada a los parámetros mentales.

La astrología lunar china define el carácter del año de acuerdo con su percepción del comportamiento natural e instintivo, no racional, de doce animales. Por eso, su condición e influencia abarca el año completo y se repite cada doce años, con cinco variantes que corresponden a los cinco elementos naturales (fuego, metal, madera, tierra y agua), repitiéndose el mismo animal y elemento cada 60 años (un gran ciclo).

El lunes 8 de febrero se inicia el Año Nuevo en China. Esta vez dedicado, y bajo el influjo, del Mono de fuego. No se presentaba esa doble condición desde 1956. Las cualidades de este animal y elemento permean las condiciones que se pudieran presentar durante el período de su vigencia. 

El mono es un animal lúcido, ágil, versátil, astuto, divertido, superficial, juguetón, ambicioso, inestable, curioso, adaptable, entretenido, simpático y de fácil relación. El elemento fuego se asocia con la impulsividad, la acción, la agresividad, el entusiasmo, el emprendimiento y la vitalidad.

Bajo el símbolo del Mono de Fuego, este nuevo año representa un período de mucha inestabilidad y cambios, donde la rutina y la pasividad no tienen cabida. Una oportunidad para la lucha y la conquista de nuevos objetivos. Es un tiempo donde triunfará quien mejor pueda adaptarse a las nuevas condiciones sociales, económicas y políticas que habrán de presentarse.

El nuevo ciclo que comienza, con el alineamiento Tierra-Luna-Sol coincide con la formación de ángulo crítico con Marte, planeta que durante este año del Mono, llegará a su máximo acercamiento a la Tierra, dándole un toque de agresividad y violencia mayor a las travesuras del Mono, concordando también con la impulsividad y arrojo del poder ígneo.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (08 al 14 febrero, 2016).

Horario Costa Este América (- 05:00 GMT).  astrologuia.wordpress.com

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