Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Jose bernardo gomez

Cruz cósmica plenilunar

Dícese que en los primeros brotes de la planta germinada está contenida la cualidad de sus ulteriores frutos. Esta semana asistimos al proceso de agrandamiento lunar; desde el pasado jueves 5, hasta el próximo jueves 12, la Luna estará creciendo constantemente. Al llegar a ese punto, se manifestará el primer Plenilunio del nuevo año 2017. Todo un caudal de emociones expresándose desde el signo de Cáncer, donde nuestro satélite se halla en total confort, ya que el carácter sensible, protector y nutritivo que se atribuye a la Luna, se amolda muy bien a la cualidad maternal y receptiva de ese signo zodiacal.

La Luna realiza estos días la primera de las doce vueltas que dará este año al circuito sideral. Cuando pase por Géminis, el martes 10, alcanzará su máxima velocidad y mayor acercamiento a la Tierra (perigeo), ejerciendo ese día mayor poder e influencia sobre nuestro planeta y sus habitantes, estando a punto de llenarse.

El reciente ingreso de Venus a Piscis, y la alta concentración de astros en ese oceánico signo zodiacal, crea una atmósfera de disolución y confusión mayor, que llegará a un punto de desconcierto en la dimensión afectivo-sentimental, cuando se junte con su regente Neptuno.

Acaba de terminar el primero de los cuatro períodos de retrogradación de Mercurio en 2017. Aunque se alivia el ambiente alterado de las comunicaciones y los intercambios, todavía persiste un halo de turbación por su marcha lenta, en la zona limítrofe entre Sagitario y Capricornio.

El Sol adquiere protagonismo al integrarse a la difícil configuración planetaria que se ha formado en el eje Aries/Libra con la oposición de los planetas Urano y Júpiter, y ambos a su vez, enfrentados en un ángulo recto con la conjunción del Sol y Plutón.

Plutón se potencia con la cercanía solar y con la doble corriente energética, creada por dos astros en oposición (Urano y Júpiter). El Sol formará sendas cuadraturas (90°) exactas con ese par de planetas, los días 10 y 12 de enero, precisamente cuando la Luna esté más cerca de nosotros y en su plenitud.

El paso solar por esa región tan excitada, en donde confluyen las tres ondas impetuosas de los planetas en tensión, presagia un ambiente de mucha crispación y conflictividad. Plutón representa la muerte; Urano, la explosiva excentricidad, generadora de eventos inesperados; y Júpiter, el justiciero, estimula el descontrol y la desmesura.

El jueves 12, cuando se produzca el alineamiento de Sol y Luna con la Tierra, el Pleniluno, se habrá formado también un Gran Cuadrado en el cielo. Es lo que se conoce como una Cruz Cósmica, cuatro astros en los cuatro puntos cardinales, que forman a su vez dos líneas que se cruzan, con la Tierra en el centro.

Los habitantes del orbe estaremos sujetos a esa interacción de astros tan poderosa y destructiva el día del PLENILUNIO, por lo que se recomienda cautela, serenidad, paciencia y ecuanimidad, para no dejarse arrastrar por la energía devastadora que se expresará de diversas formas, en distintos ámbitos y en los más variados lugares del planeta.

La conjunción Venus-Neptuno que acompaña al Plenilunio de la Cruz Cósmica, constituye una señal de dificultades que pueden presentarse para asumir los acontecimientos con claridad y determinación. La confusión emocional, la pérdida del sentido de realidad en el manejo de los sentimientos, y la pérdida del sentido común, impiden una respuesta clara y asertiva, que pueden provocar una cierta sensación de impotencia.

Todo lo que ocurre tiene un por qué y un sentido. La experiencia de la vida genera un aprendizaje que es de gran utilidad en los procesos de maduración y evolución del alma humana, tanto en su dimensión individual como colectiva.

Debemos estar preparados para enfrentar cualquier circunstancia, por difícil que parezca, a fin de tomar consciencia de nuestro propio rol en el mundo. No debemos temer a la incertidumbre de los acontecimientos por venir, ni atribuirles a los mismos un carácter catastrófico; sino, por el contrario, asumirlos como parte de la aventura de vivir, existir y ser.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Robert Couse-Baker

Hey you,
¿nos brindas un café?