Recuerdos sobre el cineasta Antonio Drove Segunda parte: proyectos soñados Nunca llegó a convencerme del todo aquel guión de... Sigue leyendo

Floreal Peleato Sellas
Con diez años soñaba viendo westerns, con quince la música rock lo alejó por un período largo de la llamada música clásica a la que siempre volvería, con veinte aspiraba a viajar lo más lejos posible. Después la vida se encargó de desviarle del curso previsto para aportarle sorpresas: viajó más hacia las Américas que hacia Oriente, se dedicó a la docencia y formación sobre cine, cosa que nunca habría imaginado, y entre los placeres que se puedan confesar descubrió el vino.
La literatura y el cine siempre fueron sus compañeros. Primero hubo un tiempo dedicado a leer y ver. Luego llegó un tiempo escribir y dirigir resultaron prioritarios. Ahí están El círculo de los vientos, una novela ambientada entre los indios cheyennes que vivían en las Grandes Llanuras des los Estados Unidos a finales de siglos XVIII, dos libros de relatos (Siete voces, Sentinelas) y dos películas documentales dedicadas la primera a un pintor (La mano azul) y la segunda a un escritor (Elegía del trópico).
Recuerdos sobre el cineasta Antonio Drove Primera Parte: Bajo el signo de la cinefilia No fui alumno suyo, discípulo... Sigue leyendo