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Laura Gomez
Photo by: Flavia Romani ©

Central Park West con la actriz, directora y escritora Laura Gómez

Ombligo del mundo, rascacielos, hoyo profundo, 9/11, caleidoscopio, aeropuerto, de kilómetros a millas, desgarre, esperanzas que aterrizan, nostalgias que se enraízan, espacio físico que se encoge, subterráneo, subir escaleras, bajar escaleras, ratas insolentes, ratas resueltas, ratas urbanas, olores que ofenden, grúas, alcantarillas que fuman, ruido, ambulancias, bomberos, policías, pobreza desesperada, riqueza infinita, tribus tatuadas, trabajo, ojeras, sueño, sueño que agota, sueño que despierta, morir de visa, garras,casas compartidas, anhelos compartidos, camas compartidas, encuentros fugaces, amores que nacen, amores que se apagan, culturas, vibraciones, música, vivir sin límites, prejuicios que se desmoronan, libertad a ras de piel, arte que nutre, innovación, movimiento, tesoros escondidos, bares, soledad, amistades, raíces arrancadas y vueltas a reanudar.

Nueva York es eso y mucho más…

 

ADIÓS A BLANCA FLORES DE ORANGE IS THE NEW BLACK

 

Laura Gomez
Photos by: Flavia Romani ©

 

La cita es en el café Amrita en la calle 110 de Manhattan muy cerca de Central Park West. En este vecindario que compendia diferentes aspectos de Nueva York, con sus edificios nuevos y viejos, avenidas amplias y calles pequeñas llenas de árboles, Laura Gómez nos espera sentada en una mesita rodeada de libros y cuadernos. Está escribiendo y pareciera aislada del resto del mundo. Ni el alboroto de las voces ni los ruidos de la ciudad logran distraerla. Imposible mirarla sin pensar en el personaje de Blanca Flores que protagonizó en la famosa serie de Netflix Orange Is the New Black que hace poco ha llegado a su último capítulo, dejando un vacío en todos quienes la seguimos desde sus comienzos. Es Blanca y no lo es. Su gran capacidad histriónica y un excelente trabajo corporal han logrado una transformación sorprendente a lo largo de las siete temporadas de la serie.

Laura es actriz en el alma, interioriza a los personajes, cambia de piel y se vuelve otro ser. Desde niña en su país República Dominicana soñaba con la actuación. En esos años, así como cuando decidió mudarse a Nueva York, pudo contar con el apoyo de sus padres, apoyo que siguió intacto hasta en los momentos más duros y oscuros que siempre puntean la vida de los artistas.

 

LAURA GOMEZ
Laura Gomez as Blanca Flores in Orange Is the New Black – Photograph: JoJo Whilden/Netflix

 

Orange Is the New Black es prácticamente la primera serie producida por Netflix después de House of Cards. Tener la posibilidad de ver, en cualquier momento, todos los capítulos de una temporada representaba una verdadera revolución. Cuando Laura audiciona para hacer el papel de Blanca no imagina el futuro que tendrá ese trabajo. Sabe solamente que es una serie de Jenji Leslie Kohan la creadora de Weeds.

Blanca es un personaje que lleva en su cuerpo, su rostro, su postura, las heridas acumuladas a lo largo de los años. Un verdadero reto para una actriz, más todavía tomando en cuenta que la información que le dan a Laura para filmar el piloto es muy escasa. “Lo único que sabía era que debía crear un personaje que era una loca que hablaba en un baño con el diablo. Uno de los escritores agregó únicamente y casi de soslayo: ‘quizás no esté tan loca como parece pero no sabemos’. La primera temporada pasó sin saber bien cuál iba a ser el desarrollo de cada personaje”. A medida que pasan las semanas Laura entra cada vez más en la piel de Blanca. “Recordaba a los muchos indigentes que encontraba en el metro, pensaba en todas esas personas quienes viven en un mundo paralelo y hablan con sus fantasmas. Sentí que Blanca era una mujer maltratada por la vida, llena de resentimiento y de dolor. Todo eso lo llevaba colgado de sus hombros”.

 

Laura Gomez
Photos by: Flavia Romani ©

 

El mundo de las cárceles irrumpe en la vida de Laura Gómez a través de Blanca. A raíz de su trabajo actoral entra en contacto con algunas organizaciones de artistas que trabajan con presos. Colabora con las actividades que realizan para ayudar a mujeres que estuvieron encarceladas, dirige lecturas en las prisiones y conoce más y más la vida que se desarrolla detrás de rejas. “En cierta forma Orange me educó muchísimo en un tema que desconocía” reflexiona.

Nuestra conversación sigue entre el verde de Central Park West, lugar que Laura ama profundamente. “Me hace mucha falta la naturaleza y Central Park me ayuda a serenarme cuando siento que Nueva York me está sacando de quicio. Vivo muy cerca del parque y ese era uno de mis sueños. Aquí pienso, me tranquilizo, y también leo y escribo. Creo que esta es una de las zonas más bellas de la ciudad”.

 

Laura Gomez as Blanca Flores in Orange Is the New Black

 

Seguimos reflexionando sobre la serie Orange Is the New Black que, además de ser pionera en el concepto de filmar y luego lanzar todos juntos los capítulos de una temporada, es una serie muy sui generis y que ha tenido un éxito superior a las expectativas. “Creo que el éxito se debe al hecho que contaba historias diversas de un universo de personas que no tienen voz. Sin duda había y hay una audiencia hambrienta de historias reales contadas con humor. La serie estaba protagonizada casi totalmente por un elenco de mujeres que nada tienen que ver con el cliché estético holliwoodense y quizás por eso muchas personas pudieron sentirse reflejadas en los personajes, no tanto por su vida en la prisión, sino por lo que habían sido antes de llegar allí”.

El personaje de Blanca va tomando más y más protagonismo a lo largo de la serie. “No sé si los escritores sabían cuál sería el desarrollo de cada personaje. Al llegar a la cuarta temporada Blanca Flores empezó a asumir más el papel de una persona capaz de desafiar a la autoridad. Paralelamente han comenzado los ataques del presidente a los inmigrantes y en particular a los latinoamericanos. Una triste coincidencia que los autores decidieron reflejar a través del personaje de Blanca. Lo hicimos conscientes de la gran responsabilidad que eso significaba. Yo la asumí con gran seriedad no solamente porque yo misma soy una inmigrante sino porque estoy rodeada de inmigrantes. Son parte de mi vida y muchos de ellos están muy preocupados por su futuro. Es triste ver como ahora se volvió un privilegio ser un latino ciudadano. Antes era solamente una circunstancia. Todo eso elevó el personaje de Blanca hasta el lugar en el cual llegó en la temporada siete”.

 

Laura Gomez
Photos by: Flavia Romani ©

 

A los inmigrantes, a sus logros, Laura dedica un proyecto personal que desarrolla en Instagram. Se llama Inmigrant Stories by Laura Gómez. “Cada jueves presento el perfil de un inmigrante, cuento brevemente su historia y hablo del impacto positivo que ha tenido en la sociedad norteamericana. Es mi manera de lidiar con la campaña denigratoria contra los inmigrantes”.

Cuando preguntamos a Laura Gómez si, tras su experiencia actoral muy rica y variada, prefiere actuar para cine, para teatro o para series, responde casi de inmediato: “Lo importante es el personaje, mucho más que el medio. Cuanto más me reta más me atrae. Eso sí, a veces extraño el teatro, lo necesito y creo que el actor tiene que volver siempre al escenario porque es donde trabaja de verdad el músculo actoral. Al mismo tiempo me fascina el sentido de permanencia que te da el cine, un medio que conjuga muchas artes al mismo tiempo”.

La conclusión de un trabajo tan intenso como fue el de Orange Is the New Black, deja inevitablemente un vacío muy grande. Para los actores significa enterrar a un personaje que ha ocupado su cuerpo y su mente durante años. Es un duelo doloroso como todos los duelos y queda una fuerte sensación de pérdida. “Cuando termina una serie que durante siete años te ha dado estabilidad, estructura, cuando llega el momento de abandonar a tu personaje, pasas por muchos altibajos. Yo estoy lidiando con un insomnio crónico. Sin embargo también estoy audicionando mucho para ver cuál será mi próximo proyecto y me estoy dedicando de lleno a la escritura con vistas a dirigir. Estoy desarrollando dos guiones para cine y una obra de teatro”.

 

Laura Gomez
Laura Gomez as Blanca Flores in Orange Is the New Black

 

Laura ya ha dirigido tres cortos y el próximo lo realizará en Santo Domingo, ciudad en la cual ha recientemente actuado en la película de un director joven y muy talentoso. Es miembro del Women Artists Writing un grupo de mujeres escritoras apoyado por un teatro de Vermont, el Dorset, que la ha ayudado mucho: “Es un grupo maravilloso que me ha dado mucha estructura en mi proceso de escritura y que amplifica voces femeninas en el teatro”.   

Actriz, escritora, directora. ¿Cuál de esas facetas prefiere la Laura Gómez de hoy? “Siempre digo que antes que nada soy actriz pero tengo que admitir que todos los otros músculos que se han ido desarrollando a partir de la actuación también han ido creciendo y se informan unos con otros. Ser actriz me permite evolucionar como directora y la escritura me ayuda a la hora de leer textos de otros”.

 

Laura Gomez
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Las temáticas que toca Laura Gómez en los trabajos que ella misma produce responden siempre a su profunda sensibilidad social. “Me volqué en la escritura cuando era una actriz frustrada y sin trabajo. Desarrollaba los roles que no me daban. En este país una actriz latina tiene que pasar por todos los filtros de los clichés. Yo amo escribir sobre circunstancias de la vida que pueden pasarle a cualquier persona, sin importar su proveniencia, color de piel, preferencia sexual o posición social. Por ejemplo el guión del largo es la adaptación de una obra de teatro que narra la historia de una pareja que a lo largo de siete años de matrimonio pasa del amor a la separación, al dolor y a la sanación. El problema que enfrentan es que ella no quiere hijos y él sí los desea. Y el corto que voy a dirigir en Santo Domingo habla de dos mujeres gay y evangélicas. Sé que me estoy metiendo en aguas profundas – comenta con una sonrisa traviesa, en la cual asoma toda la rebelión de Blanca.

Al hablarnos de su relación con Nueva York comenta: “He madurado mucho en Nueva York. Comencé muy enamorada, luego me sentí abusada por la ciudad y llegué a la conclusión de que Nueva York y yo debemos tener una relación abierta: ella puede ver a muchas personas y yo muchos países. Creo que para seguir amándola tengo que alejarme y luego volver. Ahora mismo estamos viviendo una etapa de conflicto y estoy a punto de dejarla por un tiempo. Lo mismo me pasa con República Dominicana. Me alejo para seguir amándola”.

– Y si tuvieras que dejar definitivamente Nueva York, ¿qué te llevarías?

– El amor que le tengo a la diversidad. El concepto utópico de un mundo sin barreras que permite Nueva York, una ciudad en la cual hasta las personas cuyos países están en guerra y se odian, conviven pacíficamente. Esa enseñanza es lo que cargo siempre conmigo.

 

Laura Gomez
Photos by: Flavia Romani ©

 

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