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jose bernardo gomez

La rebelión septembrina

Esta semana culmina agosto y nos metemos de lleno en el último cuatrimestre del año. El fin de un mes y el principio del otro coincide sincrónicamente con el fin de un ciclo lunar y el comienzo de otro. En efecto, el jueves primero de septiembre no sólo comienza un nuevo mes civil, sino también el noveno mes lunar.

Aparte de ser la única vez que ello ocurre en este ciclo anual, el Novilunio de Virgo tiene un carácter especial, ya que coincide también con un Eclipse Anular de Sol, fenómeno que refuerza la idea de cambio y renovación.

El Eclipse es un alineamiento entre el Sol, en un extremo, la Luna en el medio y la Tierra en el otro extremo. En esta oportunidad, la distancia entre Tierra y Luna es tan amplia que la Luna tan sólo cubrirá la zona central del disco solar, quedando al descubierto una especie de anillo brillante a su alrededor, de donde deriva la denominación de anular.

El Eclipse Anular de nuestro Sol se conecta también con un cuarto planeta, ubicado en el punto opuesto (signo de Piscis), provocando el alineamiento de cuatro astros. Se trata del pequeño, alejado y gaseoso Neptuno, el que se identifica con el dios de los mares y océanos, otorgándole  a este fenómeno astrofísico una connotación particular, asociada con la evasión, la fantasía, la ilusión, el engaño y la confusión; así como también al Inconsciente Colectivo.

A las condiciones inusuales de este eclipse inaugural septembrino se le suma un quinto planeta, que ubicado en el punto intermedio de la alineación eclipsal, forma sendos ángulos de 90º, desde Sagitario, con los dos extremos de la fila planetaria. Sol y Luna de un lado, en Virgo; y Tierra y Neptuno, del otro, en Piscis. Se habrá formado así, una configuración triangular astral muy potente, conocida como Cuadratura en T, con Saturno, en el ápice.

Saturno, el planeta que rige la ambición de Poder, el Señor del Tiempo y del Karma, el anciano castrador, absorbe toda la carga energética del alineamiento eclipsal y se ocupa de darle, a los dos primeros días del noveno mes, un carácter conflictivo, temeroso, difícil, severo y autoritario. Ese es el ambiente que anima esta semana de fines y de inicios del ciclo mensual.

Como si fuera poco, a esa fuerza confusa y engañosa, representada por Neptuno, de un lado; pesada y contenedora, de Saturno, del otro: y de fuerza emergente y transformadora, por su condición de Eclipse Solar, se le suma lo complejo y contradictorio que emana de la dificultad comunicacional de estos días, representado por el comienzo de su tercera ronda retrógrada, del pequeño y travieso Mercurio.

El martes 30 de agosto, Mercurio detiene su marcha hacia adelante, e inicia su recorrido a la inversa, desde el último grado de Virgo, y en conjunción con Venus. Este último pasa al equilibrado signo de la Balanza, y Mercurio vuelve a toparse con Júpiter, del que no había logrado alejarse demasiado.

El camino invertido, en doble conjunción, de Mercurio Retrógrado, constituye la sal y pimienta que faltaba a esta extraña mezcolanza de astros en rebelión. La dificultad para el entendimiento y para la comunicación que entraña la dirección en contravía del planeta charlatán, le da un toque conspirativo, mal intencionado, irreverente y compulsivo a los días y horas que se aproximan, en esta suerte de tránsito enrevesado entre meses, que los astros y los dioses han acordado para despertar el ánimo y la conciencia de los habitantes del orbe. Así está el cielo de esta semanita, que se las trae. Que cada quien saque sus propias conclusiones.

astrologuia.wordpress.com


Photo Credits:Modesto del Río

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