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womens march
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Y si el mundo quedara sin mujeres…

A pesar de las luchas que las mujeres hemos llevado adelante siglo tras siglo, a pesar de las conquistas legales que, en algunos países más que en otros, hemos logrado; la realidad internacional indica que todavía estamos lejos de una igualdad verdadera entre los sexos. Todavía no existe ese respeto entre seres humanos que todos merecemos independientemente de nuestras diferencias.

La violencia de género, las amenazas hacia el control de nuestros cuerpos, la iniquidad laboral, solo para nombrar algunos, son problemas tan vigentes hoy como lo fueron en el siglo pasado. Más todavía porque en este nuevo siglo estamos asistiendo al renacimiento de movimientos nacionalistas, populistas y por ende machistas que ponen en riesgo lo que hasta ahora se daba por conquistado, cuando menos en el mundo occidental.

Si por un momento la posibilidad de tener a una mujer en la Presidencia de un país tan importante como Estados Unidos nos hizo esperar en un gran paso adelante en lo que se refiere a la igualdad de géneros, su derrota y el ascenso de un Presidente como Trump, al igual que el avance en Francia de Le Pen –quien a pesar de ser mujer es líder de un movimiento nacionalista y machista- y de otros candidatos con iguales ideales en otras partes de Europa y del mundo, muestran claramente que el camino que tenemos que recorrer es todavía largo y muy cuesta arriba. El machismo, así como los sentimientos más racistas y xenófobos están emergiendo cada día con mayor desparpajo. Basta ver las declaraciones que, con una sonrisa complacida, ha dado en el Parlamento Europeo el eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke quien afirmó: “Es justo que las mujeres ganen menos porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes”.

Sin embargo las mujeres llevamos en nuestro DNA la capacidad de lucha y de resiliencia y no solamente porque desde siempre hemos tenido que pelear nuestro lugar en la sociedad, sino porque estamos acostumbradas a hacerlo con igual pasión por otros problemas que nos involucran a todos. Las minorías, desde la comunidad LGBTQIA hasta los inmigrantes, los ancianos, los discapacitados, pueden contar con el apoyo de las mujeres. Todas queremos un mundo de paz, sin armas y en el cual se respete el ambiente. Las mujeres están en primera fila en la lucha para la defensa del hábitat. Basta con recordar a verdaderas heroínas como las hondureñas Berta Cáceres y Lesbia Yaneth Urquía Urquía quienes dieron su vida por defender la tierra de sus ancestros.

El próximo 8 de marzo no será una celebración cualquiera, las amenazas contra nuestros derechos son reales y graves. Las mujeres son víctimas de abusos, maltratos y homicidios en todas partes del mundo. En América Latina como un eco repercutió la consigna #Niunamenos, que lanzaron las mujeres de Argentina tras el enésimo homicidio de una joven a manos de un familiar, novio o amigo. Chiara Páez de 14 años, embarazada, fue asesinada por su novio quien la enterró en el patio de la casa de los abuelos.

El aborto sigue siendo tabú en muchos países, sobre todo en América Latina, y es un derecho que corre peligro también en los lugares en los cuales lo habíamos conquistado. Una de las primeras medidas del Presidente Trump ha sido quitar los fondos a las organizaciones que ayudan a las mujeres a realizar un aborto seguro en los países más pobres, condenándolas a morir a manos de las comadronas. Un primer paso que ha desencadenado muchas campanitas de alarma.

Y siguen las desigualdades también en el mundo del trabajo. A paridad de obligaciones muchas veces las mujeres tienen salarios más bajos. Sin contar el gran número de jóvenes quienes no tienen derecho a la educación, son obligadas a matrimonios siendo todavía unas niñas, y están destinadas a una vida de esclavas.

El mundo es imperfecto, para todos, pero para las mujeres es gravemente imperfecto y puede empeorar aún más.

Frente a esta situación las mujeres de todo el mundo han vuelto a encontrarse, a recuperar su capacidad de diálogo y de comunicación. Un tam tam que ha llegado a 40 países diversos. Todas juntas han decretado una huelga general para el próximo 8 de marzo gracias también al gran trabajo que realizan viejos y nuevos colectivos feministas. Esos que en una ocasión Milo Yannopulos, estrella de Breitbart, el medio de extrema derecha que dirigía Steve Bannon, definió un “cáncer”.

Durante un día el mundo se quedará sin la fuerza, la creatividad, la capacidad profesional de las mujeres. Y quizás, hasta hombres como Yannopulos, Bannon y otros muchos como ellos, o mujeres como Le Pen, encontrarán un momento para reflexionar.

En Nueva York el lugar de encuentro será Washington Square a partir de las 4:00pm.


🇺🇸 Ahora puedes leer los Editoriales también en inglés: http://bit.ly/2lIM1ON

Photo Credits: ResistFromDay1

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