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Photo by: The White House ©

Metamorfosis populistas

El discurso del Presidente Trump al Congreso norteamericano debería ser estudiado como ejemplo magistral de manipulación populista pre-electoral. Como si fuera Madre Teresa de Calcutta, ha mostrado bondad y preocupación hacia los menos afortunados y hacia todas las minorías, desde las mujeres hasta los latinos, desde los afroamericanos hasta los enfermos que no pueden pagar los altos costos del sistema de salud en Estados Unidos. Son ellos quienes definirán el triunfo del próximo Jefe de Estado y Donald Trump lo sabe muy bien. Fortalecido por el respaldo de su partido que ha bloqueado, como se esperaba, el proceso de impeachment, dio comienzo al show electoral.

Habrá quien creerá en sus palabras. Muchos otros no olvidarán los atropellos verbales y las políticas xenófobas y machistas promovidas por el actual gobierno. Basta con pensar en la reciente votación del Tribunal Supremo que, tras una específica petición de la administración Trump, dio luz verde a una serie de normas vueltas a prohibir a los inmigrantes legales, quienes están recibiendo ayudas sociales, la posibilidad de optar a la Green Card. O también la reciente anexión de otros seis países en la lista de las naciones cuyos ciudadanos tienen prohibida la entrada en Estados Unidos. Ni hablar de los dreamers quienes siguen en el limbo de la incertidumbre y de la espera.

Y finalmente su gran logro, el que le genera la mayor satisfacción: el Muro que creó y está pagando el gobierno de México.

Pecunia non olet, decía el emperador romano Vespasiano. Y tenía razón. Desde siempre la economía determina la política de los diferentes gobiernos, sean del signo que sean.

En México el gobierno de López Obrador aceptó crear el Muro que ha poblado los sueños del presidente Trump desde su primera campaña electoral. Lo hizo en su frontera con Guatemala. Es un muro humano armado y violento constituido por la Guardia Nacional mexicana que bloquea la entrada a los centroamericanos para así evitarles llegar a territorio estadounidense. La amenaza, fue suficiente la amenaza de aranceles a los productos mexicanos para que Trump obtuviera lo que quería: que México pagara el Muro. En los últimos meses miles y miles de emigrantes han intentado superar la frontera de ese país sin lograrlo. Miles y miles quedan atrapados en los campos de detención en los cuales son víctimas de todo tipo de maltrato y vejación antes de ser deportados.

Los años de la administración Trump se han caracterizado por su política ferozmente anti inmigratoria que ha golpeado con particular fuerza a los latinoamericanos. Lo positivo es que igualmente fuerte ha sido el rechazo generado por esa actitud en muchos sectores de la sociedad norteamericana.

La comunidad latina se ha fortalecido y organizado. Lo ha demostrado recientemente con su protesta contra la publicación del libro American Dirt de Jeanine Cummins, lleno de lugares comunes y con una visión novelada de los narcos que se transforma en un verdadero irrespeto hacia el dolor de todas las familias que sufren las consecuencias del narcotráfico.    

Será gracias a esa consciencia y esa fuerza que, por más maquillajes electorales que quiera inventar el showman Donald Trump, muchos recordarán lo vivido hasta ahora cuando les llegará el momento de votar.


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