Quítese el corcho añejo;
Saldrán todos los perfumes ocultos.
Rompa puertas y ventanas;
Ventile el alma y los poros a placer.
Despida a los vigilantes perpetuos;
asesine a los dragones,
seque el foso para que huyan los caimanes
y sobre él
extienda
tierra fértil.
Tienda el puente levadizo de oro y plata
Y prepárese para el asalto.
Recomendamos se encomiende
a algún Dios,
preferiblemente,
desconocido.