La editorial Pro Latina Press (1), de Nueva York, acaba de inaugurar su colección Gala de Poesía, dedicada a difundir en nuestra lengua la obra de los más destacados poetas latinoamericanos, con la edición de La vida entera. Una antología (2), del poeta argentino Luis Benítez (3). El autor nacido en Buenos Aires en 1956, una de las voces de la poesía argentina actual de mayor reconocimiento internacional, brinda precisiones al respecto.
Pro Latina Press, la casa editorial neoyorquina fundada y dirigida por la profesora, poeta y traductora María Amelia Martin, distribuyó en febrero último en librerías estadounidenses, tiendas virtuales y por Amazon su antología poética publicada en español. ¿Qué le ha impulsado a hacerlo en un país donde la lengua mayoritaria es el inglés?
Pues hay varias razones, y muy valederas. Nuestro idioma ha alcanzado una difusión en los EE.UU., y en otros países, mucho mayor que en décadas ya pasadas. De hecho, el castellano es la segunda lengua más hablada en los Estados Unidos y existe probadamente un mercado editorial consistente para obras literarias editadas en su idioma original, el nuestro. La inteligente decisión de Pro Latina Press no solamente reivindica la presencia de la lengua de Cervantes, Rubén Darío y Pablo Neruda en la vida diaria de millones de estadounidenses, sino que además valoriza y toma en cuenta a los lectores hispanoparlantes y bilingües de América del Norte, que prefieren leer nuestras creaciones en el idioma natal de los autores. En ese sentido, cabe advertir que la enorme infraestructura académica de los EE.UU., con sus cientos de universidades, tanto públicas como privadas, presentes en los cincuenta estados de la Unión, cuenta con sendas bibliotecas y departamentos de Español y Portugués, donde se albergan obras de consulta y se difunde activamente el bilingüismo. Pero no creamos que la dinámica difusión de nuestro idioma se reduce exclusivamente a esa área de Norteamérica; también en otros países tan distantes como el Reino Unido y China, solo por citar dos ejemplos en el marco internacional, la difusión de nuestras letras latinoamericanas en su versión original tiene sus puntos de referencia. En octubre próximo se celebrará la quinta edición de la London Spanish Book & Zine Fair, una feria del libro en español que ya cuenta con auspiciantes, amplia exhibición de obras, recitales, charlas y conferencias acerca de las letras latinoamericanas, amén de un nutrido público local y visitante que no hace más que crecer año tras año. En China, con sus cientos de millones de lectores potenciales, también crece más y más el interés por nuestro idioma, gracias a los cursos de español que brindan sus universidades y el trabajo sostenido del Instituto Cervantes. Un dato no solo de color, sino de peso muy específico, es que en el gran país asiático existe, desde 2012, Mil Gotas, una librería, agencia literaria y editorial dedicada exclusivamente a la difusión de obras en castellano, predominantemente de origen latinoamericano, con sedes en Beijing, Shanghái y Chongqing, que surte de material de lectura a los locales que ya hablan o están estudiando nuestra lengua. Estas pocas referencias concretas que señalo hablan a las claras de cómo el castellano y, por ende, nuestras letras están circulando por el mundo, y cabe deducir que el fenómeno no hará otra cosa más que seguir extendiéndose. Ello confirma el acierto de Pro Latina Press en cuanto a publicar en castellano desde los Estados Unidos para el mundo, ya que, como bien señalaron antes ustedes, no solo distribuye en la Unión, sino a través de las numerosas tiendas virtuales y Amazon, que son vidrieras internacionales.
En contraposición, un estudio realizado por una institución de su país, la Argentina, me refiero a la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TyPA) (4), señala en un párrafo de su página 24, textualmente, que, “en líneas generales, el porcentaje de libros traducidos desde cualquier otra lengua al inglés en Gran Bretaña y los Estados Unidos apenas roza el 3% de la producción total”. Cabe preguntarse cuánto de ese exiguo porcentaje corresponde a libros de poesía, que, como bien sabemos, es el género que menor cantidad de títulos acumula en los catálogos de los grandes grupos editoriales internacionales.
Sin restarle importancia a lo citado, señalo que ese estudio fue publicado hace casi ya una década y que, por otra parte, examina la realidad editorial del período comprendido entre 2008-2012. Ignoro si ese porcentaje, referido a la traducción a la lengua inglesa de obras extranjeras –incluyendo entre todas ellas las escritas en nuestro idioma–, ha variado desde entonces, mermando o incrementándose. Coincido con ustedes en que la poesía, además, tiene un reducido espacio en los catálogos editoriales de los grandes grupos internacionales, pero subrayo que esa falencia viene a suplirla la presencia simultánea en el mercado de cientos de sellos independientes –esto, en cada país, y es bien notorio– que distribuyen, ellos sí, los títulos que los grandes consocios editoriales dejan de lado, en cuanto a narrativa, ensayo y también poesía, tanto en valerosas traducciones a la lengua local como en castellano. Y ese sí, me consta, es un fenómeno que va en aumento.
Sobre ese particular, la revista Ala de Cuervo-Vocablos (5), de Caracas, Venezuela, publicó recientemente una crítica de La vida entera. Una antología, donde la articulista aventura la posibilidad, cercana o más remota, de un “boom de la poesía latinoamericana”, dada la cantidad de poetas de nuestra región que, bien en traducción o directamente en su lengua natal, como lo hace Pro Latina Press en EE.UU., son publicados en diversos países, usted incluido. Por otra parte, es bien conocido que títulos suyos, además de ser publicados en Argentina, Chile, España, México, Venezuela y Uruguay, fueron traducidos y editados en Estados Unidos, Francia, Italia, el Reino Unido, Rumania y Suecia. ¿Coincide usted con esa posibilidad?
Pongamos las cosas en claro. Confirmo desde mi punto de vista que la poesía latinoamericana en el mundo alcanza en la actualidad una difusión y presencia que desconocía en décadas anteriores, sea en traducción o bien en nuestro idioma. Y ello, sobre la base de mi propia experiencia, no solo por ese boom que mencionan, sino por el hecho puntual de que, cuando yo vivía en Manhattan, a comienzos de los 90, en todo el estado de Nueva York solamente tres librerías aceptaban recibirnos poemarios en español. ¡Solamente tres en todo el estado! Hoy eso ha cambiado y mucho. Pruebas al canto, que Pro Latina Press distribuye La vida entera. Una antología, que es el primer título de los que se agregarán a su colección Gala de Poesía, dedicada al género latinoamericano, en múltiples librerías de los EE.UU., algo imposible de concretar hace más de tres décadas. Y es verdad que son muchos otros los poetas de nuestro subcontinente cuyos títulos están presentes en el resto de América y Europa. Sin duda –y la misma articulista mencionada lo refiere–, es muy temprano todavía para hablar de un “boom de la poesía latinoamericana”, al menos a la escala del que tuvo la narrativa de igual procedencia en los 60 y 70. Sí, desde luego, es más que deseable que un fenómeno como ese se haga realidad para el género local en un futuro cercano o mediato. Más allá de los vaticinios posibles, me interesa más comprender por qué razones la poesía latinoamericana se abrió tanto campo de proyección internacional en los últimos tiempos –sin duda, no aún en la proporción que ya tiene la narrativa de igual procedencia– y las hallo en factores concretos. Los poetas latinoamericanos hemos recibido y reelaborado, sintetizado, las más diversas influencias culturales, tanto las vernáculas como las provenientes del espectro anglosajón y el europeo, hasta condensarlas en una fórmula nueva, original y multifacética, de una riqueza expresiva francamente renovadora y que, a la larga o a la corta, terminará por marcar definitivamente su lugar y territorio cultural indeleble, dada su capacidad de innovación y transformación del canon internacional en cuanto al género. En letras, es la hora de América Latina, tanto en narrativa como en poesía, y, como sucede con todo fenómeno cultural, intentar retrasar el reloj o adelantarlo es un acto condenado al campo de lo fallido. De hecho, en el terreno de la narrativa, y por citar solo a autoras y autores de mi país, ya están muy presentes en el escaparate mundial nombres y obras como los de Eugenia Almeida, Andrés Neuman, Laura Alcoba, Eduardo Berti, Gabriela Cabezón Cámara, Camila Sosa Villada, Samanta Schweblin, Mariana Enríquez, Jorge Consiglio, Fernanda García Lao, Federico Falco, Ariana Harwicz… entre tantos otros y otras. La lista es mucho más extensa y, a nivel de otros países latinoamericanos, mucho mayor todavía.
Tomamos esta mención de otros países latinoamericanos para repreguntar. ¿Qué sucede en/con ellos respecto de este fenómeno editorial? ¿Hay mayor presencia de unos que de otros en los grandes mercados? ¿Se observa la tradicional división centro/periferia también en esta vertiente?
Por supuesto que en lo que hace al punto de referencia, la difusión internacional de autoras y autores provenientes de los distintos países que componen nuestra Latinoamérica, la realidad es diferente en mayor o menor medida según de qué país estemos hablando. Esto obedece a variadas razones: entre ellas, el apoyo oficial o privado que reciba la difusión de los escritores nacionales en el exterior, las preferencias de las editoriales extranjeras por determinados estilos y temáticas, entre otras, siempre en el marco de la crisis económica mundial predominante en nuestro tiempo, que afecta por igual a lectores, autores y editores. Pero desde el punto de vista general, el conjunto de autoras y autores latinoamericanos cuyas obras se difunden en el exterior es mucho mayor que en las décadas anteriores y nada hace pensar que, pese a las dificultades propias de cada caso particular, ese porcentaje del conjunto vaya a mermar, sino todo lo contrario. En cuanto a la división centro/periferia, creo que es más problemática a escala interna de cada país que a nivel internacional. A una editorial foránea no le importa si la autora o el autor proviene de las grandes ciudades o del interior de su país; sus pautas de evaluación acerca de la conveniencia de publicar sus obras son otras. Sin embargo, a escala de la nación de origen de la escritora o el escritor de quien se trate, si funciona la conocida división entre centro y periferia: todavía una autora o un autor oriundo de la ciudad capital tendrá ventajas respecto de su colega connacional procedente de otra área, porque lo más probable es que sus obras sean previamente más conocidas en el exterior que las del autor del interior, lo que va a influir en la decisión editorial extranjera por un tema de conveniencia comercial y de prestigio. Arriesgarse a editar a un escritor desconocido en el área de distribución que abarca la casa editora foránea -inclusive cuando distribuye también en el país de origen del autor- es un riesgo que esta va a considerar muy seriamente. Es un problema que va resolviéndose muy lentamente, pero la tendencia va por ese camino: cada vez más autoras y autores no oriundos de nuestras grandes ciudades van siendo difundidos en el exterior, para mayor beneficio de ellos y de sus potenciales lectores extranjeros. No olvidemos que, por una simple razón aritmética, son muchos más los autores y autoras que escriben y desarrollan sus búsquedas estéticas en las provincias y los estados interiores que aquellos que lo hacen en las urbes principales.
La poesía argentina de las últimas décadas ha pasado, inevitablemente, por las circunstancias que atraviesan el país. Así como la manipulación del precio del papel hizo por momentos casi imposible la impresión de nuevos títulos en el formato tradicional, también existe el Programa Sur, que facilita la traducción a otros idiomas (y, por consiguiente, la llegada a otros mercados), o la realización desde 2021 de festivales de poesía de tono federal, organizados por el Estado. ¿Qué opina de estos últimos festivales? ¿Qué importancia da a la existencia de políticas públicas destinadas a la difusión de poesía?
Nuestro país, como tantos otros de la región, sufre periódicamente crisis de orden político, social y económico que afectan a toda la comunidad, también en lo que hace a la cultura propia y su difusión externa. Las medidas oficiales -que difieren según la gestión gubernamental de turno- de acuerdo a su signo influyen positiva o negativamente en este último aspecto. En tal sentido el Programa Sur de Apoyo a las Traducciones, que subsidia la traducción y publicación de obras argentinas en el exterior, instrumentado desde 2009 por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, ha subvencionado hasta la fecha casi 1.500 títulos traducidos a 49 idiomas y publicados en una cincuentena de países, llevando nuestra cultura a los cuatro puntos cardinales. Debo señalar que, en mi caso particular, varios de los títulos que llevo publicados fuera de mi país -como les sucedió a tantos otros colegas- fueron factibles gracias al Programa Sur. Y un dato más, no menos relevante: el Programa Sur posee un efecto sinérgico. Hace muchos años un editor italiano al que le había propuesto que me publicara bajo su sello me confió: “publique usted primero en los Estados Unidos o aquí en Europa, que luego otros nos vamos a interesar en hacer lo mismo”. Me traducen y publican gracias al Programa Sur y después recibo ofertas de una editora de los Estados Unidos y de otra de Inglaterra para publicarme por las suyas, sin el subsidio nacional. Lo mismo hicieron más tarde editores de Rumania y un grupo editor de París, entre otros. Mi caso no fue el único, desde luego, y creo que la anécdota bien vale para comprender la importancia que tiene la gestión estatal para el escritor argentino en relación a su proyección internacional. Ahora que, a escala interna, el apoyo gubernamental a la realización de festivales culturales con un claro criterio federal también es un factor fundamental e imprescindible. Es inaudito que en Buenos Aires no conozcamos detalladamente toda la enorme producción literaria de las 23 provincias argentinas, insisto en el aspecto de que es la mayoritaria, de alta calidad y diversidad: ¿cómo podemos comparar lo que hacemos en Buenos Aires, una ciudad de solo 3 millones de habitantes, con todo lo que culturalmente hacen los otros 44 millones de argentinos que pueblan nuestra nación? ¡Es cosa de no creer! Pocos fenómenos enriquecen más que el intercambio cultural, tanto de índole externa como interna. No se trata de una mera necesidad: es algo crucial, indispensable. En tal sentido, la implementación urgente de más y más medidas oficiales y también privadas, ¿por qué no?, tendientes de concretar en mayor número y con multiplicada asiduidad festivales, encuentros, ferias del libro, recitales y lecturas públicas bajo un criterio federal prioritario y permanente, será “para bien de todos y para mal de ninguno”, como dice el Martín Fierro.
En ese contexto, ¿qué puede/debe hacer el autor o autora que aún no ha publicado? ¿Cómo se inserta en el circuito de la poesía? ¿Sobreviven las vías tradicionales o es mejor una apuesta por las nuevas redes y la autogestión?
Primeramente debe informarse de modo permanente, estar siempre actualizado acerca de todas las posibilidades que le brinda lo que ya está en curso y aprovechar esas probabilidades de difundir su obra. La tecnología con la que no contábamos todavía los que comenzamos a publicar en la pasada década de los ’80, es un excelente medio informativo acerca de festivales, concursos, encuentros, convocatorias de editoriales para publicación y otras oportunidades de hacer conocidos sus trabajos. Debe participar activamente en cuanto esté a su alcance para relacionarse con otros autores y actuar de manera conjunta, organizando con ellos actos culturales de todo tipo. Debe aprovechar la informática para publicar a escala nacional e internacional sus trabajos en los medios que reciben colaboraciones, que son muchísimos si nos tomamos el trabajo de buscarlos por la Internet. Tiene que suscribirse a los newsletters de editoriales y revistas nacionales y extranjeras, algo que es gratuito y que lo mantendrá al tanto de la oferta y demanda de obras aquí y en el exterior. Tanto la autogestión, las redes sociales, la creación de espacios de difusión cultural a escala local como las vías más tradicionales -como la presentación de sus obras a concursos, por ejemplo- no son solo aprovechables: resultan esenciales. Pero lo importante es que utilice todas y cada una de estas vías: las necesita todas.
Yendo ahora de lleno a La vida entera, Una antología, en la prestigiosa revista madrileña Todo Literatura. República Ibérica de las Letras (6), el poeta y ensayista Alberto Boco reseña este lanzamiento de Pro Latina Press y expone los sucesivos cambios de registro, tonos, contenidos y procedimientos discursivos que ha tenido su poética a través de los 11 poemarios que integran esta selección de su obra. ¿A qué se deben estas diferencias notables en los 42 años de trayectoria que usted acredita en el género, desde su primer poemario publicado en la Argentina en 1980?
Yo entiendo que un estilo poético no puede ser algo cristalizado, encerrado dentro de sus propios límites preestablecidos, por más confortables que, equivocadamente, estos puedan resultar para el autor. Por el contrario, puede y debe ser algo dinámico, cambiante, en continua transformación, ganando continuamente otros campos y territorios para una misma poética. Así, si un lector de mis obras se interna en las páginas de los 11 poemarios cuya selección está incluida en La vida entera. Una antología, advertirá ese movimiento –para mi criterio, ascendente, aunque sin la falsa idea de que un poemario posee más valor que el anterior, sino que meramente son diferentes en forma y contenidos– dirigido al encuentro de una voz propia cada vez más afiatada y segura de sí misma, invariablemente exploradora de los límites del lenguaje, que son el campo de acción de la poesía. Ella nos acerca, o intenta hacerlo, a lo real inefable, una paradoja, pues sus herramientas son las palabras, aunque debemos resaltar que dispuestas en un orden y proclives a insinuaciones, alusiones y elusiones que no son las características del habla cotidiana. La poesía debe sorprender al lector siempre.
El artículo del poeta y crítico Rubén Balseiro en la Revista Cinosargo (7), de México, parece sintetizar esta última declaración suya, cuando manifiesta: “Luis Benítez, después de más de 40 años enriqueciendo la poesía, no solo de nuestro país, sino de la lengua española, nos sigue sorprendiendo y deleitando con sus poemas, porque están más allá de la moda, más allá de lo circunstancial, tienen en sí toda la autenticidad de una verdadera obra artística”. En cuanto a Pro Latina Press, que inauguró con usted su colección Gala de Poesía, ¿sorprenderá a los lectores con nuevos títulos y otros autores latinoamericanos?
Cabalmente, ese es el criterio de este sello estadounidense y el de su editora, María Amelia Martin. Próximamente enriquecerá el fondo de la colección con más autores, destacados poetas de nuestra región que merecen ser más y mejor conocidos en el norte. Personalmente, más allá de la lógica satisfacción y gratitud que me generó que La vida entera. Una antología, fuera el primer título publicado de Gala de Poesía, espero que el ejemplo de Pro Latina Press anime a otros editores, de otras latitudes, a apostar ellos también por la poesía latinoamericana.
REFERENCIAS
(1) Website: https://www.prolatinapress.com/ – Facebook: https://www.facebook.com/ProLatinaPress/ –
Instagram: https://www.instagram.com/prolatinapress/
(2) La vida entera. Una antología, Pro Latina Press, Colección Gala de Poesía, Nueva York, EE.UU., 10 de febrero de 2023, ISBN 979-8-218-15081-5, 156 pp.
(3) El poeta, narrador y ensayista literario Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria. Sus 42 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Es una de las voces de la poesía argentina actual de mayor reconocimiento internacional.
(4) Interpretar silencios: la extraducción en la Argentina: 2008-2012. Investigación e informe: Valeria Añón, Fundación TyPA, ISBN ISBN 978-987-33-3869-4, 114 pp., Buenos Aires, 2014. Ver: https://www.typa.org.ar/img/la_extraduccion_en_la_argentina_6ta.pdf
(5) “La vida entera. Una antología”, del argentino Luis Benítez o la internacional poética latinoamericana. Reseña de Matilde Durán Restrepo, publicada en Ala de Cuervo-Vocablos, Caracas, Venezuela, el 17 de febrero de 2023. Ver: http://aladecuervo-vocablos.blogspot.com/2023/02/la-vida-entera-una-antologia-del.html
(6) Un recorrido por “La Vida Entera. Una antología”, de Luis Benítez. Artículo de Alberto Boco, Todo Literatura. República Ibérica de las Letras, publicado el viernes 24 de febrero de 2023. Ver: https://www.todoliteratura.es/noticia/57571/poesia/un-recorrido-por-la-vida-entera.-una-antologia-de-luis-benitez.html
(7) Luis Benítez: más de 40 años enriqueciendo la poesía en lengua española. Reseña de Rubén Balseiro, Revista Cinosargo, México/Bélgica, publicada el 22 de febrero de 2023. Ver: https://www.cinosargo.cl/2023/02/luis-benitez-mas-de-40-anos.html
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