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Esteban Ierardo
Esteban Ierardo pandemia

Historias de una pandemia. Buenos Aires desde la ventana

 

Reflexiones, vivencias, aprendizajes, temores. Así vivimos el coronavirus en ViceVersa Magazine.

 

Esteban Ierardo, escritor y docente

En Argentina, así como en la mayoría de los países suramericanos el Covid-19 entró con más lentitud, con respecto a Asia y Europa, y también, cuanto menos hasta ahora, con menor letalidad. Al momento, se han registrado 2208 infectados y han fallecido 95 personas. También la cuarentena empezó más tarde que en otros países de Europa, pero, cuando se decretó, la población acató las normas con disciplina y responsabilidad.

Al igual que otras metrópolis como Nueva York, Madrid, Milán, cuya energía parecía imparable, también Buenos Aires ha dejado de palpitar al ritmo acostumbrado de su música, su alegría, su vida acelerada. Es lo que nos cuenta nuestro colaborador Esteban Ierardo quien ha dedicado muchos años de su vida a la escritura y a la docencia. “En Buenos Aires se perdió la normalidad. Todos sabemos que estamos en un momento de emergencia. Sin embargo, creo que con el devenir de los días vamos a tener que enfrentar otro problema, la reacción psicológica al encierro, a la angustia, a la incertidumbre por un futuro más o menos cercano. Lo que advierto es que se instaló una sensación de miedo que va a quedar aun cuando levantarán la cuarentena. Es un temor profundo que se ha afincado y que va a tomar mucho tiempo para desaparecer. No será fácil volver a la vida de antes, a la espontaneidad de las interacciones. Yo trato de mantener mi rutina. Leo, escribo, veo películas y sobre todo documentales, un género que reivindico como una forma amable de acceder al conocimiento. Sin embargo, también percibo que la angustia puede transformarse en una muralla que por momentos inmoviliza, sobre todo cuando te detienes a pensar en el futuro. Hasta hace pocos días con mi esposa Laura hacíamos planes de viajes, de salidas, ahora todo eso pareciera pertenecer a un pasado lejano”.     

La crisis económica que, según todos los pronósticos, se abatirá sobre el mundo, preocupa no solamente por el efecto negativo que tendrá en países como Argentina, que ya antes vivían situaciones delicadas, sino por la profundización de las muchas desigualdades sociales. Cuando todo termine serán inevitables una reflexión y un reajuste a nivel global.

 

Esteban Ierardo pandemia

 

En nuestra historia reciente hubo crisis económicas graves, sin embargo, eran localizadas aun cuando tenían efectos globales. Esta es una situación inédita porque la crisis va a ser global y multiplicará la pobreza, el desamparo. En los últimos tiempos los gobiernos socialdemócratas, con algunas excepciones, se han desprestigiado, sin embargo, en este momento el Estado deberá ser capaz de asumir un rol de mediador entre el mercado y la sociedad civil para impedir el desastre entre los sectores más sumergidos de la sociedad. Los gobiernos deberán llegar a acuerdos con el sector privado para garantizar una línea de distribución ecuánime, evitar el desempleo masivo y cuidar la sobrevivencia de las personas más vulnerables”.

Esteban Ierardo confiesa otra preocupación: la relación entre los seres humanos, la naturaleza y los animales. “Según los estudios realizados hasta ahora pareciera que el virus surgió en el mercado de Wuhan donde se manipulan animales salvajes. Hay sociedades en las cuales la ingesta de ciertos animales salvajes, como el pangolín, está relacionada con prácticas que tienen un trasfondo de medicina mágica. Si realmente la mutación del virus tiene allí su causa aleatoria es necesario que el mundo se una para dar una respuesta coordinada e inteligente a este problema. Hay que unirse para controlar y en lo posible erradicar esas prácticas. Cuando hubo el brote del Sars, en 2003, la gente viajaba menos, mucho menos. Hoy día, más que nunca, podemos decir que el efecto mariposa es una realidad. El Covid-19 nos demostró que nadie es inmune y que las grandes ciudades pueden ser el caldo de cultivo ideal para las pandemias. Es evidente que problemas como el calentamiento global, la tala indiscriminada de la Amazonia, la contaminación de las aguas, la relación con los animales, son problemas que nos deben involucrar a todos y que las instituciones deben repensar sus políticas. Ya no hay espacio para el negacionismo. Otros temas importantes que habrá que enfrentar serán el de la sanidad y de la investigación. Será necesario implementar una coordinación sanitaria mundial para que todos los países puedan enfrentar crisis como la actual integrando lo más avanzado de la inteligencia artificial. Eso permitirá, en el futuro, realizar aislamientos selectivos evitando cuarentenas masivas que se transforman en bombas económicas. Porque la pobreza mata, así como lo hace el derrumbe de los sistemas sanitarios”.

Mientras hablamos con Esteban Ierardo sus dos gatos, uno blanco y uno negro, ambos elegantes y hermosos, pasean a su lado pidiendo atención. Esteban los acaricia con afecto y cuando le pedimos que nos describa lo que ve desde su ventana nos explica con una sonrisa: “Veo muchos balcones en los cuales a veces se asoma algún vecino. Ya me hice amigo de un perro que llamo Bobby. En cuanto a la calle es muy distinta. Verla semivacía, silenciosa, me genera una sensación de irrealidad. Pareciera que estuviéramos todos en el escenario de una película. La ficción se ha transformado en realidad”.

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