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Mariza Bafile

El efecto mariposa del regreso de Irán

Irán ha respetado todos los compromisos asumidos el 14 de julio”. Tras esta declaración de Yukiya Amano, director general de la Agencia Atómica, la Onu levantó las sanciones impuestas a Irán por su programa nuclear.

“Una victoria gloriosa para la paciente nación de Irán”, escribió en un tweet el Presidente de Irán, Hasan Rohani mientras que el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con justificada satisfacción exclamaba: “Es un buen día para la seguridad mundial”.

Concluye así una negociación que duró 13 años entre Irán y el grupo 5+1 (los países miembros del Consejo de Seguridad más Alemania) y que empezó en agosto del 2002 a raíz de los detalles quel el Consejo Nacional de la Resistencia difundiera sobre el programa nuclear que estaba llevando a cabo ese país

Como se recordará, tras muchos altibajos y la elección en 2005 del ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad dispuesto a dar mayor empuje a las actividades relativas al enriquecimiento de uranio, Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania se unen y conforman el grupo 5+1.

En los años siguientes el mundo occidental va poniendo sanciones graduales a Irán, entre las cuales está el congelamiento de los bienes de individuos y sociedades que tienen conexiones con el programa nuclear.

Las tensiones empiezan a disminuir tras la elección, en 2013, del Presidente Hasan Rohani, más moderado, quien logra un primer acuerdo con el grupo 5+1.

Las negociaciones siguen, gracias también al viraje que imprime en la política exterior el Presidente Obama quien apuesta a la diplomacia por la diplomacia sobre el uso de la fuerza para resolver los conflictos.

Finalmente el 14 de julio Irán y los 5+1 llegan a un acuerdo histórico que prevé la suspensión de las sanciones en cambio de la imposición de límites y controles internacionales al programa nuclear iraní. En el histórico Implementation Day, el 16 de Enero, llega el ok definitivo de la Agencia Atómica Onu y el fin de las sanciones.

Sin duda un gran paso adelante para la humanidad y para el pueblo de Irán que, como siempre pasa en estas situaciones, es el que ha sufrido las consecuencias de un gobierno autoritario y reaccionario.

Pero, el regreso de Irán, que posee las cuartas reservas mundiales de petróleo, en un mercado ya de por sí debilitado por un exceso de oferta y una menor demanda, promete tener repercusiones importantes en la economía internacional y sobre todo en los países productores.

Todos, sin excepción, están resintiendo de las consecuencias de la baja vertical de los precios del crudo tanto que hasta Arabia Saudí y los países del Golfo, aún teniendo costos de extracción por debajo de los precios actuales, se han visto obligados a emprender ajustes y reformas económicas impensables hasta hace pocos años. Sin embargo sus economías tienen reservas que les permiten enfrentar la crisis y hace tiempo el ministro de Kuwait Anas al-Saleh había animado a los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baharain, Oman, Qatar y Kuwait) a reducir la dependencia del petróleo en consideración de los tiempos de vacas flacas que vendrían.

Distinta y mucho más grave la situación en América Latina. Países productores como México y Brasil han visto sus economías muy afectadas por la baja de los precios del crudo que en México ha sido el peor desde 2002 con consecuencias sobre la moneda que se ha depreciado fuertemente con respecto al dólar. Pero se prevé que el país con mayores dificultades será Venezuela, por su absoluta dependencia del petróleo y a la gravísima crisis económica que arrastra desde hace años.

¡Y pensar que Venezuela ha sido uno de los países que ha mayormente apoyado el régimen iraní en contra de los Estados Unidos!

Irán está determinada a recuperar el terreno perdido y el viceministro de Petróleo Rockneddin Javadi dijo que ya están en condiciones de incrementar la producción en 500mil barriles diarios.  El objetivo es llegar a doblar la producción actual aunque para lograrlo necesitan inversiones importantes en infraestructuras y por lo tanto es un proyecto a largo plazo.

Pero si Atenas llora Esparta no ríe. Los países consumidores sin duda se benefician de la baja de los precios del petróleo, no obstante, las consecuencias de las crisis que inevitablemente se abalanzará sobre las economías de los países emergentes, afectará el mercado del comercio global con consecuencias negativas para todos. Crecerán las dificultades que deberán enfrentar algunos gobiernos para mantener la estabilidad política y los países consumidores se verán en la necesidad de ayudarlos al fin de evitar la desestabilización geopolítica mundial. El problema afectará fuertemente Irak que debe financiar su guerra contra el Isis y también naciones como Argelia y Nigeria con democracias frágiles.

Si bien los países de América Latina tengan democracias estables en su gran mayoría, el espectro de una crisis económica más grave aún, pone en serios aprietos algunos gobiernos, y en particular a los de Brasil, México y Venezuela.

Si «el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo» muchos más fuerte puede ser el tsunami que, en el escenario geoeconómico y geopolítico, podría provocar el gorgoteo de los pozos de petróleo de Irán.


Photo Credits: Makia Minich

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