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Álvaro Santana-Acuña
Álvaro Santana-Acuña

Cien años de soledad y el ascenso a la gloria literaria

Mitad de los años sesenta. Gabriel García Márquez lleva un tiempo escribiendo lo que será Cien años de soledad. El autor está confinado. Sale poco de la oficina de su casa, apenas tiene ingresos, fuma a diario sesenta cigarrillos y bebe infusiones de pasiflora para templar sus nervios. En esos meses, su mujer Mercedes pide ayuda a vecinos, comerciantes del barrio y amistades para llegar a fin de mes, mientras que, de los nervios, una úlcera le crece en el estómago.

Ascenso a la gloria, que así se llamará”, dice Álvaro Santana-Acuña, quien por estos días auto-traduce su libro Ascent to Glory: How One Hundred Years of Solitude Was Written and Became a Global Classic del inglés al español. “Y la versión en español no empezará ni por el principio ni por el final, sino que viajará con el lector a esos días en los que García Márquez está escribiendo la novela, confinado, nervioso.”

Recientemente publicado por la editorial de la Universidad de Columbia, Ascent to Glory es un viaje, un ensayo, o estudio, sobre cómo se inventó Cien años de soledad. Pero vale aclarar: no como se imaginó, o escribió, o editó con ayuda de amigos; sino cómo se promocionó y luego fue evolucionando hasta convertirse en un clásico de la literatura global. Es un libro de 384 páginas que exudan años de investigación y que, para poder abarcar cómo Cien años de soledad llegó a la gloria, también explora la literatura latinoamericana y global. Y elementos como los que siguen. La vida de Gabo. La historia del Boom. La diferencia entre una obra canónica y un clásico. Y, en uno de los mejores capítulos del libro, el porqué otros libros de la misma época nunca llegaron al estatus de Cien años de soledad. Libros como El obsceno pájaro de la noche, Los Sangurimas, La casa grande, El zorro de arriba y el zorro de abajo y Paradiso.

 

Álvaro Santana-Acuña

 

Ascent to Glory es el libro definitivo sobre Cien años de soledad. También sobre cómo nace, se hace y hasta se deshace un clásico literario. Es una lectura fundamental para entender la literatura latinoamericana y global.

Por esto no extraña que hace poco, además, el mismo Álvaro haya sido el “comisario” de “García Márquez: la creación de un escritor global” en el Harry Ransom Center. Una exposición visitada por más de 6.000 personas durante sus primeras cuatro semanas, en la Universidad de Texas en Austin, antes de que cerrase temporalmente por la Covid-19.

Todo esto ha convertido a Álvaro en un especialista en la obra del autor colombiano Nobel. Un autor que, recuerda, leyó por primera vez durante un caluroso verano en su natal La Laguna, en España.

“Tenía 17 años. Aún guardo esa edición de Cien años… en tapa blanda. Era el primer volumen de la colección de Narrativa actual publicada por la editorial RBA. En la portada aparece la foto de un Gabo sonriente”.

Y claro: en el caso de quien escribe aquello sucedió a los 15 años. En Chile. Años noventas. Una época en que para muchos y muchas “la sombra del libro” ya era más grande que el libro en sí.

“A mí el libro me embrujó de principio a fin”, dice Álvaro, desde Whitman College, en Washington, donde es profesor de sociología.

“Me lo leí en tres días encerrado en el ático de mi casa, entre muebles viejos que pertenecieron a varias generaciones de mi familia. Cuando lo leí ‘la sombra del libro’ ya era alargada. Recuerdo verlo anunciado mes tras mes en el catálogo del club de lectura, Círculo de Lectores, y también dos de mis amigas, grandes lectoras, hablaban muy bien del libro. De esa primera lectura adolescente, recuerdo los olores en Macondo, la apabullante virilidad de los hombres y la fecundidad ilimitada de las mujeres, y también cómo el paso del tiempo imprime su huella sobre la vida de generaciones de Buendías”.

 

Y varios años más tardes te decides a escribir un libro sobre ese libro. Partamos por ahí: ¿cuándo nace la idea de Ascent to Glory?

Unos quince años después de leer la novela iba caminando hacia la biblioteca de la Universidad de Harvard, donde comenzaba mis estudios de doctorado. Llevaba lloviendo varios días casi sin parar. Y de repente, debajo del paraguas, en medio de un silencio lluvioso, me vino a la cabeza una comparación imprevista. Pensé: “¡aquí llueve como en Macondo!” Aún hoy intento entender cómo hice esa conexión entre la lluvia de Cambridge y la de Macondo. Hacía más de diez años de mi lectura de Cien años de soledad y no había pensado en ella. Este extraño momento me motivó a hacerme la pregunta, ¿cómo los libros se vuelven clásicos? Hoy, creo que los clásicos son clásicos porque tienen ese poder para meterse en nuestras experiencias de vida por sorpresa, como descubrí que le pasa a millares de personas alrededor del mundo con Cien años de soledad.

 

Ascent to Glory es académico pero va más allá de la academia, ¿no?

Es accesible para cualquier lector. Se trata de una biografía detallada de una de las obras de literatura más importantes del último siglo. La biografía va desde que la historia de Macondo no era más que una idea naciente en la imaginación de García Márquez hasta la transformación de la novela en un clásico global, que incluso sirve para dar nombre a estrellas a más de 91 años luz de la Tierra o para tratar de comprender cómo será nuestro mundo después de la COVID-19. Desde hace meses, millares de personas leen las páginas de Cien años de Soledad sobre la plaga del insomnio, y han encontrado en este episodio mágico otra razón para justificar por qué esta novela es un clásico. 

 

Álvaro Santana-Acuña

 

Es un libro que también desmitifica un poco Cien años de soledad. Lo hace con fundamento y fuentes y hasta gráficos. Apenas lo terminé fue como, “Vaya, Gabo era un gran mentiroso profesional”.

García Márquez era un excelente fabulador en sus libros y también fuera de ellos. Un reto en Ascent to Glory fue mostrar que las leyendas en realidad ayudan a construir el valor clásico de las obras de arte. Más de medio siglo después de su publicación, a Cien años de soledad la rodean muchas leyendas, algunas creadas con esmero por el propio Gabo.

 

Juan Gabriel Vásquez dice en la contraportada de tu libro que Cien años de soledad es “un milagro”. Mi impresión es que es todo lo contrario. Gabo y sus amigos hicieron muchas cosas para que el libro alcanzara cierto estatus de ventas y crítica. Es verdad que superó lo que él esperaba. Pero me sorprendió lo calculado que algunas cosas eran. ¿Te sorprendió a ti también?

Gabo siempre afirmó que una novela como Cien años de soledad no habría podido escribirla sin la ayuda de su familia, amistades y colegas de profesión. El gran desafío de mi libro era mostrar quiénes fueron esas personas y cómo le ayudaron exactamente a escribir la novela. Para encontrar esa información visité siete países en tres continentes y, durante casi diez años, nadé entre las cajas de numerosos archivos, incluido el archivo personal de García Márquez, siendo uno de los primeros investigadores en tener acceso a documentos desconocidos del autor. Lo que descubrí es que, sobre todo con la promoción inicial de la novela, muchas cosas estaban calculadas al detalle para que el libro tuviese una excelente acogida. En realidad, García Márquez hizo lo mismo que sus colegas Fuentes, Vargas Llosa o Donoso, que entendieron la importancia de que el escritor se implicase en promocionar sus obras. Ascent to Glory cuenta la historia de ese éxito que cambió la literatura mundial.

 

Me gustó mucho el capítulo sobre los libros latinoamericanos que podrían haber sido clásicos. Libros de José Donoso, Arguedas… bueno, varios. Y, como dices, son canónicos, mas no clásicos ¿Cómo se te ocurrió y cómo llegaste a esa selección?

El último capítulo es quizás el más original e inesperado. Las estanterías de bibliotecas públicas, privadas y personales están llenas de libros que podrían haberse convertido en clásicos y que sin embargo acabaron olvidados. Algunos son rescatados del olvido gracias a que los investigadores, los críticos y las editoriales los convierten en obras canónicas de lectura obligatoria. Por el contrario, un clásico no necesita la ayuda de nadie en particular para seguir siendo un clásico generación tras generación. Ni siquiera necesitan ser leídos en masa para seguir siendo clásicos. Cuando escribía Ascent, descubrí que muchos libros tuvieron un éxito inicial de ventas más espectacular que Cien años de soledad, que vendió unos 10.000 ejemplares en sus primeras cuatro semanas de vida. La novela Mañana digo basta de Silvina Bullrich vendió 40.000 en su primer mes, y hoy ha caído en el olvido. Al principio, tenía una lista de cuarenta ejemplos de libros ignorados. Al final, en Ascent, hablo de cinco casos en detalle, como Paradiso de José Lezama Lima o Los Sangurimas de José de la Cuadra, y además menciono con brevedad unos veinte ejemplos. Mi objetivo es mostrar que convertirse en clásico no es el resultado de un solo factor sino de muchos. Y además es necesaria una especie de alineación perfecta de planetas, siendo cada uno de esos planetas un factor importante para lograr que la obra de arte se convierta en un clásico.

 

Álvaro Santana-Acuña

 

¿En qué momento Cien años de soledad se vuelve un libro global? Porque primero es un libro Latinoamericano, luego Hispanoamericano, y entonces se vuelve global. Pero tengo la sensación (en base a lo que escribes), que ha alcanzado la esfera global en varias etapas. Primero como parte del Boom, y luego en los noventa y dos mil en Estados Unidos, específicamente con el apoyo de Bill Clinton y Oprah Winfrey. Digo, creo que este libro ha sido globalizado varias veces, ¿no?

No hay un momento exacto en que Cien años de soledad se volvió un libro global. Es más como una bola de nieve que crece y crece, y ahora nada logra pararla. Al comienzo, a la novela le ayudó mucho ser parte del Boom Latinoamericano de la década de 1960 y 1970. Luego, en la década siguiente vinieron el éxito mundial del estilo literario conocido como “realismo mágico” y el Premio Nobel de Literatura para Gabo en 1982. Y así en cada década siguen pasando cosas que le dan a Cien años de soledad una nueva vida entre varias generaciones de lectores. ¿Quién nos iba a decir en enero de 2020 que seis meses más tarde Cien años de soledad sería leída por lectores de todo el mundo como un libro de profecías sobre la Covid-19? La adaptación que Netflix va a hacer de la novela será otro fuerte empujón para su fama global.

 

Otro tema que circula Ascent to Glory es que estamos en una época en que el poder de los críticos va en bajada. Y el poder de los lectores (ya sea a través de Amazon o Goodreads) va en alza. Y Cien años es un libro que ejemplifica esto muy bien. Como dices, si hoy un crítico escribe en contra de Cien años de soledad, probablemente eso no afecte tanto como tener un estatus de clásico en Goodreads. ¿Crees que los clásicos del futuro lo serán más en base a Goodreads o Amazon que siguiendo a lo que digan los críticos?

A diferencia de lo que pasaba hace unos pocos años, los críticos literarios ya no tienen ese poder omnipotente para dictarle a los lectores lo que deben leer y sobre todo cómo lo tienen que leer. La llegada de Internet con sus plataformas públicas de lectores anónimos y apasionados de la literatura ha provocado una explosión de voces sobre qué leer y por qué. Esta diversidad ha multiplicado la fama de Cien años de soledad porque es un libro admirado por los críticos y también por lectores comunes de todo el mundo, muchos de los cuales publican su opinión sobre la novela en Internet y así logran que otros lectores se interesen en leerla.

 

¿Cómo va la traducción del libro? Te lo pregunto porque lo estás traduciendo tú. Y sé, por experiencia propia, ya que me ha tocado auto-traducirme, que es casi como volver a escribir el libro. Puede ser un poco doloroso.

En realidad, cada día que pasa me doy cuenta de que más que una traducción es una reescritura del libro, porque en español la historia de Cien años de soledad hay que contarla de otra manera. Desde el comienzo hago cambios importantes. Por ejemplo, lo que se suele escribir sobre Cien años de soledad empieza o bien contando la historia de cuando a Gabo se le ocurrió la novela en medio de la carretera o bien relatando el día en que el escritor, casi arruinado, envió el manuscrito a la editorial. Empieza con todo lo previo a terminar la novela. Cuando ni Mercedes ni Gabo saben qué va a pasar cuando acabe esa novela que él llevaba queriendo escribir desde hacía quince años.

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