CARACAS: La semana pasada, específicamente el 21 de octubre, fue el día de Volver al futuro. Para los que no saben, ese fue el momento especifico en que Marty McFly llegó al futuro (ahora bien, si no saben quién es Marty entonces mejor vean la película, pues no puedo hacerlo todo ya, ayúdenme un poquito ¿no?).
Si Marty hubiese llegado de verdad (recuerden que Back to the future era una película), seguramente se habría molestado mucho pues, aunque hay por allí algunos prototipos de carros voladores, no es cierto que todos tengamos uno, como si ocurría en la cinta. Otra de las cosas que le molestaría es el tema de las corbatas, pues, ahora nadie usa 2 corbatas para ir al trabajo. De hecho ya casi nadie usa corbata, a excepción de los políticos y banqueros, pero solo la usan porque es un accesorio de los ladrones de cuello blanco.
De hecho si al llegar, le da por buscar la patineta voladora y los zapatos ajustables, lo que va a descubrir es que las personas de este milenio son un poco flojillas pues, a pesar de que hace 30 años se anunciaron (a través de la película) estas ideas. Apenas hace unos meses Lexus desarrolló un prototipo de patineta que flota, es decir que ni siquiera vuela; y Nike por su parte anunció que lanzaría los zapatos para conmemorar la llegada de Marty pero solo se ha visto el modelo en foto. En conclusión: “Esta gente dejó para el futuro lo que pudieron hacer hoy”.
Aunque Marty en realidad no viajó al futuro, quien si viajó fui yo. Pues en 1999 me fui a estudiar cine a la Habana y en mi periplo por Cuba todo el mundo me decía, luego de descubrir que yo era venezolano, lo siguiente:
“Óyeme tu» (poner acento del cangrejo de la Sirenita), “como sigan así en tu país las cosas se van a poner colol de hodmiga”. Van a hacer cola para absolutamente todo”…
Déjenme decirles amigos cubanos que con orgullo les digo: “Que equivocados estaban” pues, no hacemos cola para todo, solo para comida, medicina, cauchos… ah si, y para baterías de carros. Pero no para todo como decían ustedes.
Por cierto si alguien ve un Delorian mal parado, avísenme donde, para ver si aprovecho el aventón y vuelvo a 1999.