Romper todos los esquemas y hacer que exploten todos los motivos por los que un sí vale la pena y un no es necesario.
Vibrar con las promesas y morir con el secreto de quien ha confiado en ti.
Parar. Respirar. Seguir.
Que nada tiene que ir tan rápido, pero tampoco quedarse a dormir.
Aprender. Perdonar.
Que en lo más simple florece una lección y en el perdón descansa el corazón.
Recordar. Vivir.
Que la vida se compone de un rompecabezas, de momentos que nos llevan a recorrer la felicidad, pero también de sucumbir en la tristeza.
Que todo suma y a veces resta, igual que los días que siempre vuelven a empezar y en un soplo se van.
Soñar. Sentir.
Que siempre habrá una meta por cumplir, y lo más importante, a quién amar.
Que sin amor la vida no es vida y sin sentir no hay locura ni paz.
Photo by: Rachel Dang ©