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fabian soberon
Photo by: Walker Carpenter ©

Un libro viejo

Entre los libros abandonados en un baúl, encuentro Clericalismo y fascismo, de María Lacerda de Moura. El libro fue impreso en 1936 por una editorial de Rosario, Argentina. La primera página tiene estampada la firma del abuelo Juan. Trato de imaginar la escena de la compra y de la posterior lectura. Juan es un joven de izquierda que lee solo en un rincón de la casa o en un bar, en 1936 –hace más de 80 años–, un libro de una autora anarquista brasileña. El mundo estaba en plena convulsión. La autora, feminista, denuncia el maltrato de la mujer en el fascismo de Mussolini y remarca el machismo en América Latina,  también. Las críticas y las reivindicaciones de Lacerda de Moura conforman una pantalla de aire fresco para los años conservadores en Argentina.

Después de una tragedia familiar –por una enfermedad se han muerto su esposa e hijas–, Juan se dedica a militar en el sindicato y probablemente lee libros de intelectuales y escritores de izquierda que llegan a una librería de Tucumán, al norte de Argentina. Aún no está en el poder Perón, de modo que sus reclamos no se dirigen al general sino a la áspera aristocracia local, explotadora y humillante. Juan, a sus veinticinco años, es una especie de intelectual autodidacta, un luchador por los derechos de los obreros y de las mujeres.

¿Con quién conversó Juan sobre este libro? La pregunta simple no tiene una respuesta simple. No tengo las caras ni las muecas ni los énfasis de los interlocutores. Solo me imagino las voces fértiles de esos debates lejanos.

En cierto sentido, en la revisión de Lacerda de Moura escucho un eco del lector solitario y perdido en las nebulosas del siglo XX. Sin embargo, presiento que Juan era un adelantado. En 1936 la defensa de Lacerda de Moura era una posición insospechada ya que nadie podía prever el camino de las discusiones del feminismo.

El ejemplar de Lacerda de Moura está deshilachado y mohoso. No deja de ser extraordinario que un libro roto y gastado sea el vehículo del encuentro entre el pasado irrecuperable del abuelo Juan y mis largas noches en este año crepuscular.


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