Ulmo es un personaje que no tuve la oportunidad de inventar. Ulmo no suele adoptar una apariencia, ya que rara vez pone el pie en tierra. En su lugar, prefiere desplazarse con las aguas, indiferente y sometido a la voluntad de las energías. Cuando adquiere una forma, no obstante, suele aparecer como una inmensa manifestación de los temas marinos.
Ulmo y mi persona no tenemos mucho contacto, tal vez no lo disfrutamos. Pero viene a mi, de forma caprichosa y rebuscada, cantando cuentos en mi oído cuando vibro las frecuencias sensibles.