Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Alexander Anchia
viceversa

Tips para sobrevivir en los dominios de Narciso

En la antigua Grecia, en el antiguo Egipto, o la antigua Roma adoraban a un dios de moda, basado en una fecha del año.

Acudimos a tiempos insólitos hoy día. Este mundo es bizarro, los intelectuales son enviados a una especie de zona fantasma, donde parece que sus palabras se vuelven huecas; son parias de nuestro tiempo, figurines venidos a menos tristemente.

Cada época ha tenido a su paladín y a su representante. Por ejemplo: Osiris regía junto con Isis los destinos del Antiguo Egipto, Zeus reinaba junto a Era en la Antigua Grecia y así hasta llegar al paladín preferido de los modernistas: Prometeo, quien arrebata el conocimiento a los dioses. Ese paladín inspira toda La Revolución Industrial, los grandes inventos del siglo XIX, hasta que los inventos comenzaron a servir para destruir, hasta llegar a las Guerras Mundiales. Se acabó así el amor a Prometeo. Pero el fin del modernismo lo decretó: “La Era de Acuario” y los Hippies con su “Paz y Amor en los años 60s”

En la etapa Posmoderna el nuevo paladín es un irreverente, pero no por ello deja de gustar y congenia muy bien con la deshumanización de nuestra época, pues es tan egoísta que sólo tiene tiempo para él, para su belleza. Nadie más le importa.

Mis queridos lectores, por si no lo han reconocido entre los centros comerciales, salones de belleza o los Fitness Studio, les quiero presentar a Narciso como su nuevo señor feudal en esta época de Acuario. El ser de la mitología que gastaba todo el día viéndose en el espejo, al igual de la mujer ejecutiva quien va conduciendo mientras se maquilla o se va alistando frente a un espejo. Ese es Narciso; parece que no hace daño a nadie, pero no ayuda a nadie. Este paladín a diferencia de Prometeo, no comparte su belleza. Le importan un comino los demás. Y así son nuestros tiempos, por eso no odiemos a Narciso, intentemos escuchar sus consejos para sobrevivir y sobresalir en este mundo bizarro:

1. Ser metrosexuales: Gastémonos al menos un 10% de nuestro dinero en lucir dientes relucientes sin importar que seamos sanos. Además compremos las mejores ropas, los mejores zapatos, si vamos a la peluquería hagamos de todo: manicure, pedicure. En el caso de los hombres no estaría mal un lavado de cara con mascarilla y luego unas cuantas cremas. Si podemos practiquemos una liposucción, quitémonos unas cuantas arrugas.

2. Viajemos por placer irremediablemente. No es que esté malo viajar, para nada, siempre ha sido una fuente de conocimiento. Pero viajemos irresponsablemente hasta el placer extremo, para probar todo lo que podamos, olvidémonos incluso de nuestra propia identidad. Ahora que la globalización inspira la Posmodernidad “Al país que fueres haz lo que vieres”

3. Gasta al menos 10 horas semanales en un Fitness Studio: No vayas por salud, la idea es verte robusto y si para ello lo necesitas, tómate todos los anabólicos del mundo, las proteínas etc. Cuando hagas ejercicio no se te olvide buscar a nuestro amigo Narciso entre los espejos. Apenas acabes un ejercicio mírate en el espejo, si puedes ruge. De alguna forma tienes que marcar tu territorio, pon cara de malo. ¿Para que es necesario siquiera saludar, si mis ojos siempre ven para adentro como Narciso? ¿espejito espejito quién es el más bonito o la más bonita?

4. Compra los signos externos que puedas de acuerdo con tu presupuesto, no hace falta comprar un libro, tampoco iniciar un nuevo pasatiempo, mejor usa el último modelo de ipad o iphone y, si te alcanza, cómprate un automóvil coqueto, algo que atraiga a otra Narcisa, otro trofeo.

5. Manipula un celular en lugar de un libro: Cómprate un celular con el cual puedas criticar en las redes sociales o bien enviar muchos memes. Si manipulas muchas letras y números en el celular te afirmas como un verdadero Posmoderno. No importa si redactas con mala ortografía, importa la cantidad de san san… deces. Y otras tantas letras. En este caso es más importante la cantidad que la calidad.

6. Busca un nutricionista aunque seas muy delgado: Si lo requiere la moda, algo aparecerá que debas desaparecer.

7. Búscate un club de yoga, de reiki, de dianética o cuanta espiritualidad fugaz aparezca por ahí. Si todo el día no alcanza para contemplarte, no tienes por qué buscar a otros, ni meterte en problemas de otros, necesitas purificarte, encontrar tu aura, o quizás encontrarte en otra vida. Si el ego no te basta en esta vida, necesitarás otras para perpetuarlo.

8. Relaciónate sólo lo necesario con los demás: De todos modos. no los necesitas para sentirte bello.

9. Habla frivolidades, para llamar con eufemismo a las tonteras. De todos modos la conversación profunda sale sobrando, es mejor hablar de los temas anteriores.

Podrían aparecer otros consejos. Para vivir feliz en el Mundo de Narciso, no es necesario ser auténtico o pensar. Basta con ser una maquina animalizada o un animal automatizado. Yo me atrevería a sugerir una fórmula: 40% de animal más un 40 % de máquina y sólo un 20% de persona para lo necesario. Si logras ajustar tu personalidad a esa fórmula serás un discípulo perfecto de Narciso. Acá aplica de que el orden de los factores no altera el producto. Solo imita, imita…


Photo Credits: Ivan Turkouski

Hey you,
¿nos brindas un café?