— La Nostalgia —
El 2010. El 2014. El 2017. Mayo y Octubre. Y el 2018. Cuando se oían las vuvuzelas, cuando dormí en el desierto, cuando dormí en un sofá y en otro sofá, cuando iba y entraba para no estar de ilegal y cuando viajé dos semanas en un carro con alguien más. El 2014 sigue siendo el año de la magia. Él que todavía me cuesta dejar ir. Los amigos que se quedaron amando el mar y otros que decidieron que se iban a ir a viajar. La ciudad que siguió igual pero se siente diferente. El desierto que siempre está ahí, pero la historia no es la misma. Los sofás están pero ahora prefiero dormir en una cama. Con él que viajé en carro ya no lo veo. La nostalgia que no sirve para nada, pero sirve para escribir.
— La Naturaleza —
El mar, la montaña y el desierto. El fynbos. Los acantilados. La punta sur de África. Donde se encuentran el Índico y el Atlántico. Los “ocean babies” porque si crecieron cerca al mar parecen pescados. Nadar aquí y nadar allá y nadar siempre. Así el mar esté helado o el río esté al lado de una carretera. El Cederberg, el Drakensberg y el viento que lo tumba a uno cuando se baja del carro. El país donde la luz es perfecta. Donde nadie me puede explicar porque los atardeceres y los amaneceres son así de lindos, “por el fuego”, “por estar en la punta”, “porque es África”.
— Lo Complicado —
Los ingleses, los holandeses, los Zulus, los Xhosa, los 11 idiomas, los blancos, los negros, los coloured, los de aquí y los de allá. La tierra que es de estos pero antes era de los otros y antes de eso, de los otros pero y ¿cómo hacemos si ahora es mía? En el 94 las cosas cambiaron. Pero sobretodo cambiaron en un papel. Las minas, las protestas, los estudiantes, Hector Pieterson, el ANC cuando se armó y el ANC que también era Mandela. El miedo, el resentimiento, pero también el Rainbow Nation. Lo complicado sobretodo es perdonar cuando es difícil olvidar la historia. ¿Y cual es la historia y, sobretodo, quién la puede contar?