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Star Wars: Una historia épica dentro y fuera de la pantalla

El pasado 25 de mayo, se cumplieron 30 años del estreno de una película especial, referencia no solo del género ciencia ficción, sino también de una cultura que no pasa de moda y que se pasa de generación en generación: El universo Star Wars.

La idea

La historia de Las Guerras de las Galaxias se inicia en los años de universidad de Lucas, en la década de los 60. George quien se sentía atraído por la mitología, quería crear un film que diera un aporte a la mitología moderna; eligió el espacio como locación de su historia, porque hasta ese momento, nadie sabía cómo era en realidad ese lugar por lo que tenía total libertad para dejar volar su imaginación.

Fue así como se dispuso a escribir un cuento de aventuras moderno, que mezclara preceptos morales con elementos de ciencia ficción. Para documentarse, pasó meses leyendo historia de mitos, cuentos de hadas y psicología.

La primera intención de George fue hacer una película en homenaje a Flash Gordon, la vieja serie de ciencia ficción de los años 30, pero Dino De Laurentis, se le adelantó y adquirió los derechos para hacerla. A pesar de esto, en Star Wars aparecen conceptos tan característicos de Flash Gordon como el rubio héroe espacial que lucha junto con los rebeldes contra las muy superiores fuerzas de un tiránico imperio, escenarios como la ciudad en las nubes, los cambios de escena animados, o el hecho de empezar cada entrega con un texto resumen del capítulo anterior desplazándose hacia las estrellas.

La producción

Lucas pasó dos años escribiendo a mano, solo con un lápiz y en hojas ralladas, el guión de la historia. En un momento dado, George se dio cuenta que tenía un guión de más de 200 páginas, por lo que decidió dividir la historia. La primera parte se convirtió en “Las Guerras de las Galaxias”, el resto se convertiría en el guión de «El Imperio Contraataca».

Para 1976, diez años después de su graduación en la Universidad de California, el guión estaba listo y la 20th Century Fox accedió a financiar la película. La producción de la película arrancó ese mismo año en Túnez y luego de un par de semanas, todo el equipo se trasladó a unos estudios en Londres. El equipo de producción en su totalidad era británico.

La filmación

Se sabe que ocurrieron muchos roces entre el equipo de producción inglés y los actores norteamericanos, debido al escepticismo de los primeros, en cuanto a la historia de Lucas, pues la catalogaban de burlesca y hasta estúpida. Adicionalmente el estilo callado y modesto de George Lucas, no le ayudaba a afianzar su autoridad con el equipo, cosa que afectó los tiempos de la producción.

Lucas había pasado meses buscando a los actores y al encontrarlos se integró tanto con ellos que, solo tenía que decirles durante cada escena “más rápido” o “más intenso”, es decir, es un director que no habla mucho. Al respecto Carrie Fisher, quien interpretó a la Princesa Leía cuenta:

“Durante la filmación, George quedó afónico, por lo que le buscamos una pizarra que decía “más rápido” y “más intenso” y el sólo tenía que señalar como quería que hiciéramos la escena.

Otros actores como Hamill y Ford estaban maravillados por los efectos especiales y los escenarios, pero no les hacía mucha ilusión el guión. De hecho Harrison Ford, reconoció en una entrevista que, durante la filmación tuvo una discusión con Lucas y le dijo refiriéndose al guión: “Esta porquería puede escribirse pero es imposible decirla”.

Las presiones sobre George Lucas durante el rodaje fueron enormes, los técnicos se negaban a trabajar horas adicionales, lo que ocasionó que la película se atrasara. Al punto que tuvo que disponer de 3 equipos que filmaran escenas en simultáneo, toda una locura para la producción.

Otro punto en contra del director norteamericano era que había excedido el presupuesto, un error que en cine, puede costarle la carrera a cualquier realizador.

Los efectos especiales

Cuando Lucas regresó a Estados Unidos, se encontró con que su compañía de efectos especiales “Light Magic”, a pesar de haber gastado un millón de dólares, no había avanzado en nada con su tarea, parte fundamental para el éxito de la cinta. George tuvo entonces que encargarse personalmente de los efectos especiales.

Durante 6 meses George Lucas dedicó 16 horas al día a los efectos de la película. Incluso diseñó un sistema de cámaras a control remoto que daba dinamismo a las batallas espaciales, y que sentó las bases al sistema que se usa hoy día en las producciones de este género.

Para el sonido contrató al afamado editor y sonidista Ben Burtt pues no quería sonidos prefabricados, quería sonidos reales para su historia imaginaria. Burtt armado de un micrófono y una grabadora se encargó de recrear elementos como: Espadas laser, naves, y hasta voces de alienígenas, este proceso le tomó a Burtt un año entero.

En cuanto a la música, por recomendación del también director Steven Spielberg, Lucas contrató al director John Williams quien compuso la banda sonara de la película, que aun hoy, es una de las melodías más famosas de la historia del cine.

Después de 3 años de arduo trabajo, Las Guerras de las Galaxias finalmente estuvo terminada. Y fue exhibida por primera vez el 25 de mayo de 1977. Para agosto de ese año, la película ya había recaudado 100 millones de dólares.

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