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Sergio Dahbar

Sergio Dahbar: Venezuela un país sin voz

NUEVA YORK: El periodista investigativo y editor venezolano Sergio Dahbar, tras una breve permanencia en Washington, viajó a Nueva York para dictar una conferencia en Columbia University cuyo título era ¿Qué está pasando con los medios en Venezuela?.

Tras unas palabras de bienvenida ofrecidas por el director del Instituto de Estudios de América Latina y del Caribe, José Moya, tocó al editor musical venezolano Ernesto Rangel presentar al conferencista invitado. Rangel recordó los pasajes salientes de una vida dedicada al periodismo y al mundo editorial. Dahbar fue Director adjunto de El Nacional de Venezuela, es autor de los libros “Sangre, Dioses, Mudanzas”“Gente que necesita terapia” y de la Antología “70 años de entrevistas en Venezuela” y ha fundado la revista “El Librero” y dos sellos editoriales: “Dahbar” y “La hoja del norte”. Rangel concluyó su presentación con la lectura de un párrafo escrito por otro escritor y periodista de gran renombre, Tomas Eloy Martínez, cuando Sergio Dahbar obtuvo el Premio Herralde. Eloy Martínez escribió: “Sergio Dahbar tiene el don de convertir en ficciones todas las realidades que toca con su lenguaje preciso y elegante. Sus crónicas retratan personajes y cuentan historias que no se encuentran en las novelas. Ha logrado construir un mundo personal, que se reconoce en los primeros párrafos, atributo infrecuente tanto en el periodismo como en la literatura’’.

Con voz clara, ateniéndose a los hechos, el reconocido y respetado periodista habló, frente a una atenta audiencia, de la muerte anunciada de la prensa independiente y no gubernamental en Venezuela. Una muerte anunciada por el mismo Presidente Hugo Chávez quien, explicó Dahbar, diseño y llevó adelante una estrategia muy clara para desacreditar y luego desaparecer los medios contrarios a su gobierno.

Hace ya 15 años – así empezó el relato de Sergio Dahbar fiel al estilo preciso y elegante del que hablaba Tomás Eloy Martínez – el Presidente Hugo Chávez dio comienzo a un proceso fundado en dos falsos mitos: la “revolución bolivariana” y el “de una sociedad basada en el socialismo”-.

En la opinión de Dahbar tanto el uno como el otro fueron únicamente instrumentos que el Presidente venezolano utilizó para llevar a cabo una sistemática demolición de todo lo que había construido la democracia venezolana hasta ese momento.

– A medida que avanzaba en la creación de este proyecto, Chávez también decidió destruir los medios de comunicación no alineados con el gobierno. A través del programa “Aló Presidente” transmitido por radio y televisión todos los domingos, hecha la salvedad en contadas ocasiones, durante el cual hablaba y hablaba por horas, fue criminalizando el trabajo informativo. Tildaba de asesinos, ladrones, mentiros a los periodistas y a los editores, y poco a poco fue forjando una matriz de opinión negativa hacia los medios de comunicación -.

El periodista venezolano explica que, junto con un grupo de otros profesionales, hizo un estudio sobre la adjetivación utilizada por el Presidente durante ese programa y en el mismo aparece evidente la intención de convencer a sus seguidores que los medios eran unos mentirosos, esbirros del imperio y que estaban al servicio de los intereses de la vieja oligarquía.

Paralelamente al mensaje que enviaba a través de su programa – sigue Sergio Dahbar – el chavismo iba creando un laboratorio para diseminar noticias falsas que, cuando eran publicadas, ofrecían un piso sólido a las acusaciones de mentirosos que lanzaba el Presidente-.

Contando anécdotas de sus tiempos de director de periódico, Dahbar muestra con ejemplos la dificultad que había de evitar todas las trampas que iba dejando el chavismo ya que muchas de esas falsas noticias eran tan buenas que atraían inevitablemente la atención de los medios de comunicación.

La ofensiva contra los medios – continua Sergio Dahbar – sigue adelante y encuentra un terreno fértil en la falta de atención que muchos medios radioeléctricos habían puesto a la documentación inherente las concesiones que les habían otorgado los gobiernos anteriores. Algunas eran muy viejas y en general nadie se había preocupado de tener esa documentación al día. El chavismo poco a poco les fue retirando las concesiones. Hoy en día 1004 radios pertenecen a personas cercanas al gobierno. Son 1004 radios que transmiten un mismo mensaje, las mismas informaciones, los mismos puntos de vista. Igual suerte tocó a dos importantes canales de televisión. El primero fue Radio Caracas Televisión-.

El analista venezolano habla de los intentos del gobierno de comprar RCTV, un canal muy popular que lanzaba mensajes contrarios al gobierno.

– Frente a la imposibilidad de adquirirlo el gobierno esperó que se le venciera la concesión y no se  la renovó. El otro canal fue Globovisión, el único que estaba dedicado únicamente a la noticia periodística. Era un canal en el cual las informaciones del país eran presentadas bajo una óptica crítica y que ofrecía a los líderes de la oposición la posibilidad  de disponer de un espacio en el cual expresar sus opiniones. Fue vendido poco antes de que se le venciera la concesión y a sabiendas de que no se la renovarían-. 

Son tan graves las denuncias del periodista venezolano que los presentes escuchan sus palabras en un silencio denso.

– Quedan dos canales privados – sigue Sergio Dahbar – Venevisión y Televen que han preferido mantenerse vivos a cuesta de no decir nada. Sus programas son totalmente asépticos, fuera de todo juego político-.

Una mención aparte dedica el columnista venezolano al canal del estado VTV subrayando que, según los dictámenes de la Constitución, debería pertenecer a todos los venezolanos pero en la realidad se ha transformado en un espacio público que transmite únicamente propaganda gubernamental e informaciones de interés del chavismo. Dahbar menciona el ensayo de la investigadora Paola Bautista de Alemán titulado “A callar que llegó la revolución” que se dedicó a mostrar la manipulación de las informaciones que hacen regularmente los periodistas y dirigentes de VTV.

El tercer tema que toca Sergio Dahbar en su exhaustiva exposición es el relativo a la prensa escrita.

Ya que no pudo quitarles las concesiones porque la prensa escrita no las necesita, Chávez les quitó el papel. En Venezuela no se puede importar nada sin autorización del gobierno a causa del control de cambios. Así que el arma que el gobierno empleó para destruir a los medios impresos ha sido dejarlos sin papel y sin los demás insumos. Hay tres diarios del interior del país que ya no circulan, otros han suspendido momentáneamente su publicación, otros fueron comprados. Es el caso de El Universal, un diario históricamente conservador que fue vendido a un precio altísimo sin que nadie sepa a quién. Los periodistas no saben para quienes trabajan. Muchos columnistas fueron sacados y los periodistas que han quedado están sometidos a una severa censura.

Misma suerte corrió el grupo de Últimas Noticias, una cadena de medios de información que comenzó un gran editor venezolano, Miguel Ángel Capriles y que estaba llevando adelante su hijo. Era un medio dirigido a las clases populares y que había logrado una gran innovación con la creación de una redacción en la cual se preparaban simultáneamente informaciones para el diario, la radio y la televisión. Pensé que iba a seguir existiendo durante mucho tiempo, en cambio fue el primero en ser vendido y tampoco en este caso sabemos quiénes son los nuevos dueños-.

Dahbar subraya la importancia que tiene la transparencia en lo que se refiere a los dueños de los medios.

No es lo mismo que otra gran empresa. Los medios de comunicación tienen un rol muy delicado dentro de la sociedad y los lectores tienen el derecho de  saber quien está detrás de un medio así como los periodistas de saber para quienes trabajan. En ninguna parte del mundo se aceptaría una situación tan anómala y preocupante como la que estamos viviendo en Venezuela.

A conclusión de su ponencia Dahbar habla de los dos diarios “Tal Cual” y “El Nacional” que todavía quedan vivos pero con una situación muy difícil y precaria.

Tal Cual ha quedado sin papel, sin distribución y además su Junta Directiva y el director Teodoro Petkoff son víctimas de un acoso judicial absolutamente inaudito. A raíz de un artículo de un periodista recibieron una denuncia que los obliga a presentarse semanalmente en un tribunal y no pueden salir del país-.

En lo que se refiere a El Nacional el periodista venezolano explica que aún siendo más sólido que Tal Cual porque pudo comprar papel a dólar libre gracias a la solidaridad de otros editores colombianos y de América Latina, tiene una autonomía hasta enero del 2015 así que no se puede saber qué pasará después de esa fecha.

Por desgracia – dice  Dahbar con crudeza – hay que admitir que el chavismo logró construir una hegemonía comunicacional que dejó a Venezuela sin voz.

Pero, a pesar de la amargura de sus palabras y de las graves denuncias hechas durante su intervención el periodista Dahbar quiso terminar la conferencia con una nota optimista.

Lo mejor que había en el periodismo investigativo venezolano no ha muerto a pesar de todo lo que he descrito. Muchos periodistas se están atrincherando en medios online. La red es más inasible, más difícil de silenciar y por lo tanto permite una cantidad de cosas que antes eran imposibles. Un ejemplo: el periodista Nelson Bocaranda quien a través de su columna Runrunes denunció la enfermedad de Chávez, ha ido evolucionando hacia una página web en la cual están convergiendo muchos periodistas de investigación de muy alto nivel, algunos de ellos son los que ganaron el premio Cabot.

Las preguntas de los presentes permitieron a Dahbar ahondar sobre otros temas relacionados con la realidad de Venezuela. Habló de las fisuras que se están evidenciando en el chavismo, de lo difícil que es el diario vivir en un país en el cual hay escasez de los bienes de primera necesidad y donde la vida es sometida a la ruleta rusa de una delincuencia desatada y de la sensación de ahogo que viven los ciudadanos no alineados con el gobierno en una nación que ha ido quedando sin instituciones independientes.

– No hay nadie que sienta que Venezuela somos todos. El país está reducido a un grupo, a una parcela política. Yo, por ejemplo, soy un excluido, soy un personaje de segunda y de tercera como muchos de los que no estamos de acuerdo con el gobierno-.

En Washington Sergio Dahbar participó en dos encuentros organizados por la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de George Washington y la organización Endowment for Democracy.

– ¿A conclusión de este viaje, tras haber hablado en distintos escenarios y con otras  personas cuál es tu impresión con relación a la posición que desde afuera tienen de Venezuela?

– Hay un problema que tenemos que enfrentar cuando hablamos fuera de nuestros confines, tenemos que ubicarnos entre dos posiciones extremas y erradas: la primera dice que en Venezuela hay un socialismo libertario y paradisíaco y la otra que somos iguales a la Alemania nazi. Ambas son exageraciones que nada tienen que ver con una realidad muy sui generis de un nuevo autoritarismo que, para cuidar su imagen, ha tratado de mantenerse dentro de aparentes límites legales, pero que es tan devastador y negativo como cualquier autoritarismo.

– ¿Y en este viaje has percibido una mayor apertura hacia esa visión más objetiva de la realidad?

– Lo que sí siento es que cada vez hay menos ilusión hacia el chavismo y mayor conciencia de lo que está pasando en Venezuela. Muchas personas saben que estamos viviendo una situación terrible pero la realidad es que nadie puede resolver nuestro problemas. La solidaridad internacional es importante y hay mucha gente que nos apoya pero somos nosotros los que tenemos que superar este momento y volver a construir un país-.

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