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Sans Jicamo District – 10 escenas de citas en Washington DC

Washington es para los decididos, no para los soñadores.

Esto quedó entendido de común acuerdo mientras apuntábamos ideas para un artículo sobre relaciones en DC. ¿Dónde está el amor en la ecuación? — Fue la pregunta que las dos nos planteamos seguidamente y respondimos con aquello que exista entre un suspiro y una risa. Las relaciones en esta ciudad son… directo al grano, estructuradas, virtuales, estratégicas, saciables, efímeras, de larga distancia.

¿Lo son? Y si lo son… ¿acaso el problema es autóctono de esta ciudad? ¿De una generación específica? ¿De un género, nacionalidad, estrato social en particular? ¿Es un zeitgeist ineludible? ¿Lo iremos a saber o estamos, en fin, todos realmente perdidos?… Silencio.

Y así, con nuestras dudas salimos a la calle por respuestas.*

– – –

Toma 1: Misma noche, despensa de la oficina (downtown DC)

– ¿Por qué sigues en la oficina a las 9 de la noche?
– ¿Por qué sigues  todavía en la oficina a las 9 de la noche?
– Escribo un artículo sobre el amor en DC. Ya sabes, San Valentín…
– ¿Cuál amor en DC? ¿Existe? ¿Dónde está?
– Justa nuestra pregunta. Pero, ¿tú qué piensas?
– Washington atrae a personas que ya encontraron el amor… Que lo encontraron en lugares como… Virginia. El resto… no sé. Tal vez somos demasiado flojos… o estamos en bancarrota… o atrapados en la oficina como tú y yo. (Nessa, 28, Oficial de Programa en organización sin fines de lucro).

Toma 2: Siguiendo la noche, casa adosada, Capitol Hill, Noreste

– Entonces… ¿saliste con la chica de Tinder?
– Sí, pero no funcionó… me mandó un mensaje y me dijo que tal vez no somos compatibles. En DC, cada cita que he tenido ha estado llena de conversaciones acerca de nuestras respectivas aspiraciones laborales, sin mucho romance.
– ¿Cuántas citas llevas desde que llegaste?
– Tres.
– En…
– Tres citas en este último año… (Tim, 31, analista de datos de la firma de sondeo).

Toma 3: Fin de semana, baño de café que está de moda, Adams Morgan

– Nos conocimos en Tinder… Sí, es la primera cita. Me acabo de mudar de California. Él también es de California. Yo diría que en estos días conocer gente se reduce a una combinación de amigos de amigos y plataformas sociales.
– ¿Qué planeas para Día de San Valentín?… ¿Sientes presión?
– En realidad no, sólo saldré con mis amigas a ver ‘Cincuenta Sombras de Gray’. (Alicia, 22, estudiante).

Toma 3.5: Mismo fin de semana, mismo día, sofá, mismo café que está de moda, Adams Morgan 

“Sí, nos conocimos en Hinge.** Ella también es de California”. (Patrick, 28, ocupación no especificada).

Toma 4: Después de día, brunch en un restaurante, Columbia Heights 

«Tratar de establecer una cita para un cualquier sábado no es nada fácil. La gente siempre tiene planes aquí. Están siempre ocupados. Es una ciudad para «presidentes de la clase”. Yo soy de aquí, pero viví en San Francisco durante los últimos cinco años, recientemente me mudé de vuelta. En San Francisco, todo el mundo está dispuesto a salir todo el tiempo. Barbacoa los domingos, cervezas en el patio, cualquier cosa. No sé qué tan genuinas son esas relaciones, cuando todo el mundo le está diciendo que sí a todo y está siempre libre, pero al menos San Francisco es un Facebook «Tal vez”, mientras que DC es un Facebook «declinar». (Joshua, 38 años, profesor de estudios secundarios).

Toma 5: mismo día, brunch en restaurante, Columbia Heights 

«El problema de DC es que nadie es de aquí, así que no se puede entender cuáles son las reglas de las citas o de salir». (Dina, 31 años, Consultora en organización multilateral).

Toma 6: tres días después, Gchat

«Aquí está mi respuesta a qué opino sobre salir en DC: Si estás listo y dispuesto a tomar un curso intensivo en el auto-descubrimiento, el dating en DC es el lugar para ello. Con una amplia disponibilidad de solteros renacentistas, incluso tu peor cita está destinada a proporcionarte valiosa introspección – y si no, al menos una matada de risa”. (Lauren, 26 años, contratista del gobierno federal).

Toma 7: mañana siguiente, Kalorama Park

– ¡Despierto tan temprano!
– Sí, esperando la llamada de mi novia… Diferencia horaria.
– Ahhhh. Te entiendo, yo también he estado en esas. ¿Qué tan grave?
– Londres.
– Uuuffff. ¿Cuánto tiempo han estado saliendo?… Viéndose. ¿Llamándose por Skype? Bueno… tú me entiendes.
– Ay, emm, perdón, me está llamando ahora… Tengo que atender. Ya sabes como es la cosa… (Carlos, 34, C-SPAN).

Toma 8: esa tarde, Whatsapp

“¿Salir en DC? en una palabra: difícil. En otra: pretencioso”. (Derek, 31, consultor político).

Toma 9: esa misma tarde, salón de impresoras, oficina, Farragut Square (downtown DC) 

– El problema con las citas en esta ciudad es que DC no tiene… ¡jicamo!

– ¿Jicamo?

– Ya sabes, como dicen los cubanos… ¡jicamo!… saborcito pues, sensualidad. La ciudad nos contagia y nos hace pésimos para coquetear. (Alex, 43, diplomático).

Toma 10: más tarde, esa misma tarde, GMail

«Es un mezcla total, gente de todas partes, con ganas de ir a todos lados y cumplir con todo. Lo que puede ser bueno, ya que la mayoría de la gente en DC está muy motivada para lograr algo, llamémosle X, Y o Z, y eso es inspirador y refrescante — los dos primeros años que estás aquí…

Después, te das cuenta de que todos los “pros” que vienen con tener tantos jóvenes profesionales talentosos y motivados, también tiene su “contras”… Ejemplo: (i) la falacia de sobre-programación de calendarios personales y profesionales: «me gustas mucho, y quiero estar contigo, pero sufro un jet lag terrible porque volví de Zambia y no comí muy bien allí y en 3 días voy a Nepal, así que tengo que prepararme»… acto seguido… (ii) los que tienen problemas para comprometerse en una relación porque qué tal si conocen al próximo candidato para el puesto X en el Congreso mañana y deciden que  simplemente no eras el mejor partido después de todo… (iii) aquellos súper seguros y exitosos que por alguna razón, cuando de hablar en público se trata, no tienen confianza absoluta y dependen de Tinder, Hinge, OkCupid, etc… ¡Qué pasa gente! Sólo tienen que hablar…

En cuanto a tipos de citas: hay un montón de opciones creativas. He ido en citas de café, ejercicio, museo, yoga, de hacer networking (sí, soy culpable, usé la terrible palabra networking) citas de baile, conciertos, etc. Las probabilidades son mayores para los hombres heterosexuales, por la alta población de hombres homosexuales en DC.

En general, creo que es una gran ciudad para conocer gente, si tienes la suerte de encontrar a alguien que tenga tiempo y esté en la misma página, en el momento justo y el lugar indicado en la vida”. (Marilú, 26, Consultora de organización multilateral).

Tal vez estamos hastiados, tal vez, no tenemos idea. Eso, lo seguiremos averiguando. Si tú estás más decidido, igual, o peor, mándanos tus historias usando #sansjicamo o por correo.

Feliz semana de San Valentín, desde el distrito.

* Algunos de los nombres fueron alterados por respeto a la privacidad. 

** Si fue Tinder o fue Hinge lo que juntó a los dos californianos ese día en el sofá del café de moda en Adams Morgan permanece inconcluso. 

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