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Photo by: Demet ©

Quedan los artistas

El domingo 27 de marzo, día mundial del teatro, en Argentina nos despertamos con una triste noticia: Enrique Pinti, el último capo cómico del teatro argentino, murió en la madrugada a los 82 años. La diabetes y la depresión producto de la pandemia se lo llevaron. Con Pinti se fue para mí la posibilidad, de ver en acción a uno de los cómicos históricos del país.

Antes de la Pandemia Pinti estaba presentando en el Multiteatro “El último que pague la luz, si puede” y un par de veces quise ir, pero siempre lo dejé para después. De hecho, Pinti ya tenía escrito su próximo espectáculo, que estaba ensayando en su cama del Hospital Otamendi tres días antes de morir … ahora no hay un después.

Conocí la obra de Pinti la primera vez que vine a Buenos Aires. Estaba mirando libros en la librería Libertador de la Calle Corrientes, y me topé con dos textos suyos: Del 25 de mayo al desmayo y Salsa Criolla, que fue por cierto el título de su monologo más conocido.

Salsa Criolla ostenta el record de 2998 presentaciones, y fue vista por casi tres millones de espectadores. Esta obra tuvo su génesis durante la dictadura militar bajo el nombre de Pan y Circo. En la puesta, Pinti narraba en tono de humor, la historia del mundo, excepto la de Argentina, esto por razones obvias.

Según relató el propio Enrique Pinti en una entrevista con el diario La Nación, la obra fue escrita en tiempos de dictadura, pero no se pudo estrenar sino hasta dos años después de la llegada de la democracia. Exactamente el 15 de marzo de 1985, con texto, letras, dirección y protagónico de Pinti.

Pero ¿Cuál fue la clave del éxito de Salsa Criolla? Además de la ser una radiografía de la historia argentina, para muchos, lo que hace de esta obra una pieza magistral es su monologo final, que se iba transformando, a medida que la Argentina también iba cambiando.

Aunque indudablemente la frutilla del postre es la canción “Quedan los artistas”. En ella Enrique Pinti exalta el arte, como una expresión que trasciende gobiernos, pestes, guerras, espacios e incluso tiempo. Sin duda un mensaje alentador que invita a la sociedad a cuidar a los artistas, como último recurso para la salvación.

Hasta siempre Enrique, y gracias por quedarte entre nosotros a través de tu obra.

Letra de “Quedan los artistas”:

Pasan los años, pasan los gobiernos,
Los radicales, los peronistas,
Pasan veranos, pasan inviernos.
Quedan los artistas.

Pasan las crisis, pasan las guerras,
Pasa la prensa sensacionalista,
Las prohibiciones, las listas negras.
Quedan los artistas.

Pasa la belleza, y la juventud,
Los optimistas y los pesimistas,
Pasan las pestes, pasa la salud.
Quedan los artistas.

Pasan los mecenas, pasan los censores,
Pasan hipócritas y moralistas,
Tiempos peores, tiempos mejores.
Quedan los artistas.

Si no fuera por Homero y por ese Partenón,
¿Quién sabría algo de Grecia y su civilización?
Roma sigue siendo Roma, aunque la quemó Nerón,
No habrá censura que pueda contra el Decamerón.
Hitler ocupó París y mucha gente temblaba,
Pero no pudo lograr que la Gioconda llorara.

La fuente de Lola Mora sigue tan desfachatada,
Y ni Franco consiguió que La Maja se tapara.
Por eso no le temo a las pasiones,
Ni a la vejez ni a los psicoanalistas,
Ni a los fracasos ni a las frustraciones, porque soy artista.

De veras que no sé si bueno o malo,
Ni más ni mucho menos que humorista,
Que ha recibido elogios y algún palo, como todo artista.
Y ustedes al venir me dan más fuerza,
No habrá fantasma que se nos resista,
Ni crisis que nuestra senda tuerza,
Mientras ustedes cuiden a sus artistas.

Quedan los artistas, quedan los artistas, quedan los artistas.


Photo by: Demet ©

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