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juanette
Photo by: VasenkaPhotography ©

¿Por qué un comediante no puede ser presidente?

Confieso que hace unos días no tenía ni la más pálida idea de quién era Volodímir Zelenski, pero desde que Rusia atacó a Ucrania, obviamente se hizo conocido. Zelenski no es solo un político más, de hecho, no es político, pues antes de convertirse en presidente ucraniano era comediante.

Zelenski protagonizó una popular serie cómica llamada “Servidor Público” donde personificaba a un profesor que se convierte en presidente de Ucrania, pero en 2018 la ficción superó a la realidad y Volodímir Zelenski formó un partido, ganó las elecciones y tomó posesión como el sexto presidente del país el 20 de mayo de 2019.

¿Cuál fue su promesa electoral? restaurar la confianza en los políticos y según sus propias palabras: «traer personas profesionales y decentes al poder para cambiar el modo y forma del establishment político, cuanto más se pueda»… justo esta frase es la respuesta a la pregunta que titula esta columna: ¿Por qué un comediante no puede ser presidente? Porque como no es político, seguramente haga las cosas bien y le demuestre a la gente que se puede trabajar honestamente desde el servicio público (algo que la mayoría de los políticos se ha encargado de desmentir, pero no por sus palabras sino por sus acciones).

En fin, ahora el presidente ucraniano está viviendo su propia historia, pero esta vez no se trata de una ficción como las que filmó con su productora Kvartal 95. Zelenski está viviendo junto a su pueblo una guerra real.

Paradójicamente a Zelenski le está pasando algo parecido a lo que vivió Chaplin cuando filmó “El Gran Dictador” en 1940, como una manera de avisar al mundo la que se venía si se dejaba que Adolf Hitler siguiera tomando países. En aquella oportunidad nadie escuchó a Charlie, o no quiso escucharlo, y ya sabemos lo que ocurrió.

Pero a diferencia de Chaplin, Zelenski no lo está haciendo desde una sala de cine, o desde las oficinas de United Artists en Los Ángeles, sino desde un Bunker en Kiev, mientras ve como el mundo (tal y como pasó en 1940) no hace un carajo. Personalmente creo que Vladimir Putin está midiendo fuerza con el mundo occidental, y aunque a mucha gente le moleste o no quiera escucharlo ¡va ganando la pulsada!

Las sanciones sin duda van mermando, pero eso toma tiempo. Muchos dicen que una guerra sería terrible porque moriría mucha gente, pero a los que piensan así les tengo noticias: justo en el momento que escribo esto ya van más de 350 muertos y 1700 heridos solo del lado ucraniano, y según informaciones del gobierno de Zelenski más de 1000 soldados rusos han muerto. En resumen: La guerra lamentablemente ya comenzó.

Y mientras todo esto pasa ¿Qué hacen los países de la OTAN? Imponer sanciones, sacar a Rusia del Mundial, suspender a un piloto ruso de F1, y hasta dejar de vender helados de “crema rusa”, como hizo una heladería en Córdoba. Todas estas acciones son simbólicas (es decir, que no tienen bol…)

No quiero ser alarmista porque no soy un experto en geopolítica, pero sé que ya en la historia existió un Hitler al que, si no se le hubiese puesto un alto, probablemente estaríamos hablando todos en alemán…

Ojalá se llegue pronto a una solución, porque como ya sabemos las guerras, solo traen a la gente muerte y destrucción.


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