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miguel teposteco
Photo by: Gary Todd ©

¿Por qué México celebra las fiestas patrias?

Desde que era un niño, he tenido la sensación de que los símbolos patrios en México están mal planteados.

¿Por qué?

Porque parecen estar hechos para hacer sufrir a los niños en los largos homenajes en las explanadas de cada escuela del país. No parecen planteados para hacernos amar al país sobre todas las cosas.

Aunque supongo que también hay que reflexionar y aprender a amar al país solo por amarlo. Se ama el origen, la familia, los amigos. Se ama un campo semántico, no una bandera, no un águila comiendo una serpiente sobre un nopal.

Tampoco me gusta la idea de la patria por encima de la vida de otras naciones. Porque sorprende que en pleno siglo XXI aún existan potencias que tengan listas las bayonetas para saquear las arcas de otros territorios que tienen su propia soberanía.

En México vivimos bajo distintivos nacionalistas que en su momento sirvieron para reconstruir una nación y para recoger los pedazos que quedaron de nuestro pueblo tras la lucha armada durante la Revolución Mexicana.

En México, incluso está penado por la ley tratar sin decoro los símbolos patrios, como usar la bandera en los calzoncillos o en el estómago de una guitarra eléctrica.

Sin embargo, no niego que detrás de esas acciones exageradas para mantener las buenas costumbres exista un patriotismo. Pero tal vez se necesita volver a poner en la mesa lo que entendemos por patriotismo y lo que entendemos por libertad, desde nuestra experiencia como país independiente y soberano.

¿De verdad necesitamos rendir culto ciego a gente que tuvo defectos?

En ese sentido, la revolución de nuestro concepto de mexicanos y de patriotas tendría que cruzar un camino más allá del «Laberinto de la soledad» de Octavio Paz.

¿Nuestros símbolos patrios le hacen justicia a la complejidad del país? ¿La historia basada en héroes nos ha dejado algo bueno?

A mi parecer, no hay que temer cuestionar a las madres y padres de la patria, porque en ello reside nuestro verdadero camino a la libertad.


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