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Photo by: Alexandru Paraschiv ©

¿Por qué la gente llora en las noches?

Me han dicho en muchas ocasiones que hay personas que suelen llorar en las noches, porque es el momento más privado para descargar la tensión y el dolor.

A mucha otra gente le parece ridículo, porque se suele decir que la persona que llora está muy sola, muy poco «atendida». Por eso los solitarios tienden a mostrar su sufrimiento en privado: que nadie escuche.

Esta reacción resulta una forma de entender el mundo como ajeno al dolor y ajeno a los problemas que sufre el desprotegido. Es un mundo sádico, inconexo y viril.

Yo he llorado en las noches. Sobre todo porque las noches tienen algo de ritual, algo de mal, algo de rebeldía. Al mismo tiempo son trágicas, frías. Valdría la pena saber cómo se han interpretado las noches en todos los tiempos de la humanidad, para componer una constelación de noches dentro de la noche. ¿Cómo veía un mesopotámico la noche? ¿Un egipcio?

La noche también es la casa de los dolores silenciosos y de los crímenes que quedarán impunes. ¿Quién podría atrapar a todas y todos los ladrones que se han ocultado en los faros muertos?

La noche, en mi caso, es expansiva. Cubre y se extiende por toda la zona metropolitana. Es cansada, es canalla y suele asaltar a la gente cuando está teniendo sexo. Más allá de que en la noche se hagan las cosas prohibidas, también da pie al amor, el sentimiento menos opresivo del mundo.


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